Transilvania, más conocida como el territorio de los vampiros. ¿Verdad? ¿Mentira? Nadie lo sabe, pero ten cuidado con los rumores... podrían terminar siendo reales.
♡;; hyunjin + jeongin
♡;; no contenido +18
♡;; mención de otras parejas
♡;; prohibid...
-Disculpe, joven Hwang, podría ir más rápido, pero usted puede perderse.
-Primero, dime Hyunjin, no es como si fuera alguien importante... Segundo, puedo seguirte fácilmente así que ve más rápido.
-Como usted ordene. -en menos de un parpadeo, ya tenía al pelirrojo a varios metros delante suyo, nunca había visto volar a alguien de esa manera, pero aún así, intentó seguirle el paso.
El pelinegro amaba volar, sentir el aire chocar contra su rostro le da cierta paz y tranquilidad. Es como si te olvidaras de todos tus problemas por un momento y solo disfrutaras de un buen vuelo junto a las suaves nubes.
-Ya vamos a descender.
El vampiro fue visualizando un castillo en medio del bosque con un parecido al de la película de la bella y la bestia. Era grande y oscuro, hasta parecía un poco tenebroso debido a la oscuridad.
Tocó el piso y estiró sus brazos sintiendo una sacudida eléctrica en su cuerpo, había sido muy relajante. Tenía sus sentidos alerta en caso de que pasara algo, incluso si sentía que el chico enfrente suyo no era una mala persona. Al principio quería matarlo, sí, pero hasta ahora no ha mostrado ni un indicio de querer engañarlo o algo por el estilo.
Entraron al castillo y Hyunjin sintió un olor familiar, no podía recordar de quien era, pero estaba seguro que alguna vez lo olió. Todo el lugar estaba en silencio, parecía que no había nadie más que ellos dos dentro.
-Me gustaría que viera algo.
Se escuchaban sus pasos resonar al caminar y se podía sentir el frío aire del ambiente. Pasaron a una habitación en donde había un gran piano en el centro con un pequeño banco el cual estaba arriba de una alfombra color vino.
-¿Me podrías decir tu nombre?
-Sí, perdone. Soy Lee Taeyong. -levantó la alfombra, debajo de esta había una pequeña puerta que daban a otras escaleras.-¿Tiene buena visión nocturna?
-¿Por quién me tomas? -rio y el pelirrojo bajó primero.
Más adelante, se encontraron con otra puerta, entraron a la habitación y encendieron la luz de esta. Había un escritorio hecho de pura madera y atrás de el, un cuadro pintando a mano en la pared.
Hyunjin se sorprendió al ver a su madre, ella estaba sosteniendo a un bebé en sus brazos y al lado suyo había un señor tomándola por la cintura. Se veía como una bonita familia.
-El que esta al lado es su padre, Vlad, o más conocido como el conde Drácula. -el pelinegro rio.
-¿Me estás bromeando, no? Montaste todo esto para hacerme una broma... No creí que alguien fuera a llegar a tal extremo.
-No es una broma. -dijo serio.-Mejor regresemos arriba. -Taeyong sacó unas llaves del escritorio y se dirigieron a una de las habitaciones del segundo piso, en ella, Hyunjin pudo recordar que el olor a frutos rojos era de su madre.-Este fue el cuarto de la luna roja, ¿ve esa cuna de allá? -señaló.-Ahí dormía usted cuando era bebé... Tuvimos unos problemas con los antiguos y su padre decidió que lo mejor era que la luna roja, su madre, y usted, fueran a otro lugar alejado de todo esto. Logramos vencerlos, pero lamentablemente el conde murió por una enfermedad desarrollada por todos los cuerpos muertos en el castillo.
-Es una broma... -susurró.
-Joven Hwang, sé que puede ser difícil procesar todo tan rápido, pero...
-¿Tienes idea de lo que estás diciendo? -los ojos de Hyunjin se volvieron rojos, y lo tomó por el cuello de la camisa.-No puedes andar por la calle fingiendo conocerme y encima, mentirme sobre esto.
-No le estoy mintiendo. -dijo tranquilo.-Le estoy diciendo la verdad.
-Y si es verdad todo esto, ¿qué se supone que quieres que haga?
-Tomar el trono. -el pelinegro lo soltó sin entender nada.-Sus ojos están dorados otra vez... Ya encontró a la luna roja, ¿verdad?
-¿Qué mierda es eso de la luna roja?
-La luna roja es la persona con la que usted va a guiar a los vampiros, ¿comprende? Es por eso que su madre acompañó al conde, ella fue la escogida por la luna.
-No puedo creer que en serio quieras que me crea todo esto.
-Lo puedo jurar si desea.
Como vampiros, tenían una especie de juramento sagrado, si no cumplías con lo dicho simplemente tu cuerpo se volvía polvo. Muy pocos se acordaban de el, era muy antiguo y actualmente ya nadie le tomaba importancia. La madre del pelinegro se lo había enseñado de pequeño, pero no recordaba mucho de lo que se debía hacer.
Taeyong tomó la planta artificial de la mesita de noche, tiró la flor a un lado y se quedó con el pequeño jarrón. Le crecieron las uñas convirtiéndose en garras y se cortó la palma de la mano dejando gotear su sangre dentro del objeto de vidrio para que luego se cerrara rápidamente la herida.
-Oh, luna llena. Por mi sangre y mi vida, le juro que estoy diciendo la verdad. De lo contrario, si lo que digo es falso tiene todo el derecho de convertirme en polvo.
El vampiro se acercó a la ventana y mirando a la luna menguante, tomó su sangre con calma. Sus ojos se volvieron verdes dando a indicar que sí estaba diciendo la verdad.
No se había convertido en polvo.
Es decir, no estaba mintiendo.
-Joven Hwang...
-Está bien, te creo. -suspiró.-Ya no soy un niño, perdón por lo de antes.
-No se preocupe, cualquiera hubiera reaccionado de esa manera. -colocó el jarrón a un lado.-Entonces... ¿nos ayudará?
-No sé cómo hacerlo...
-Mis amigos y yo lo apoyaremos, le enseñaré todo lo que necesita saber. Aprenderá nuevos poderes, será tan fuerte como su padre y bondadoso como su madre. Le ayudaré en todo lo que necesite, puede contar conmigo. -ambos estrecharon sus manos.-Le prometí a su padre cuidarlo y eso es lo que haré, ¿me permitiría hacerlo?
-Sí, haré mi mayor esfuerzo para tomar el trono.
"Tienes que ser fuerte, ayudarás a los que más lo necesitan cuando estés listo"
Dos meses para la luna llena.
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