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Taeyong mandó en pequeños grupos a buscar a la luna roja por todo el sur. Todos sabían como era el humano, además, podían reconocer su aroma a fresas fácilmente ya que esa vez que la pareja fue al castillo pudieron olerlo. Lo que sería difícil era buscar en toda Transilvania.

Hyunjin iba acompañado de Johnny y Mark. Se encontraban en los campos lejanos en donde hay muy pocos habitantes. Lo cual podría ser un sitio perfecto para ocultar personas. Ellos buscaban por tierra debido a que el pelinegro aún no dominaba el poder de la invisibilidad por completo, pero eso no lo detendría a buscar en cada rincón del mundo hasta encontrar a Jeongin.

Descartaron la idea que un antiguo lo haya secuestrado ya que ellos no andaban por la ciudad y probablemente no secuestrarían a un humano, solo lo matarían así que lo más probable es que haya sido uno de los evolucionados. Oh, pero siempre se debe analizar cada posibilidad existente.

Al menos sabían que la luna roja seguía vivo, pero sufriendo. Se podía notar en el pelinegro debido a la falta de su pareja. Es como si estuvieran conectados y si uno sufría, el otro también. No había un lazo de por medio, pero nunca se sabe lo que la luna prepara a las nuevas parejas. Siempre había algo nuevo en cada una de ellas. En este caso, la unión de Hyunjin y Jeongin era demasiado fuerte.

-No se preocupe, joven Hwang, lo vamos a encontrar.

Claro que lo encontrarían.

El vampiro sería capaz de todo para lograrlo, incluso si toda su vida le llevara aquello. Él iba a averiguar en donde estaba su lindo chico con olor a fresas y mataría a la persona causante de todo este problema.

Hyunjin aún tenía presente el vacío en su pecho y parecía que no lo dejaría en un buen tiempo o, hasta que encontrara al menor. De solo pensar en que le estarían haciendo a Jeongin, lo llenaba de amargura, quería ver la sangre de sus enemigos correr.

Lo malo es que no tenían muchos datos. Solo el simple hecho que Jeongin había desaparecido en la discoteca. No sabían quien fue la última persona que lo vio o con quienes conversó como para encontrar posibles sospechosos. No tenían nada sobre ello.

Hyunjin caminaba en silencio olfateando minuciosamente el aire esperando a que llegara ese aroma a fresas hasta que se le ocurrió una idea. Los lobos de su manada podrían ayudarlo, ellos tenían un mejor olfato.

-Voy a ver una cosa, nos vemos en el castillo.

-No vaya a matar a nadie, por favor.

Hyunjin se dirigió a la casa de su menor y entró por la ventana de la habitación. Un sentimiento de tristeza lo albergó cuando el olor a fresas fue lo primero en reconocer. Quería volver a tener a Jeongin en sus brazos y llenarlo de muchos besos demostrándole todo el amor que sentía por él.

Se acercó al walk in closet y sacó una polera rosada, con eso bastaría. Dio un último vistazo al cuarto y aspiró el olor que este tenía una vez más para luego dirigirse a la manada. Cuando llegó a ella, sus amigos pudieron estar tranquilos. El azabache no había hecho ni una tontería.

-Chris, ¿puedo pedirte un favor? -el rubio asintió.-¿Podrías mandar a algunos de tus guardias a buscarlo?

-¿Tienes alguna prenda?

-He traído una polera.

Se dirigieron al lugar de entrenamiento de los guardias. Algunos luchaban cuerpo a cuerpo y otros mejoraban en sus habilidades como lobo. Todos se esforzaban para dar un buen servicio a la manada y así protegerla con colmillos y garras.

Cuando aquellos lobos notaron la distinguida cabellera rubia de su alfa, dejaron sus cosas de lado y se acercaron haciendo sus respectivas formaciones, primero iban los líderes y después los integrantes de cada grupo. Al estar todos en orden, realizaron una reverencia perfecta de 90° grados.

vampire; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora