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Jeongin odiaba estar enfermo.

De qué le servía tener unos padres doctores si no le dejaban ni una simple pastilla para la fiebre. ¡Ni un termómetro había en casa! Apenas tenía un botiquín y encima le faltaban algunas cosas, como la gasa o curitas.

Se sentía cansado, débil y sin ganas de hacer nada. No podía llamar a Jisung como para que le alcanzara algún medicamento. El peliazul se había ido de campamento con su familia. Podría decirle a Hyunjin, pero le daba vergüenza. Además, cada vez que se enfermaba siempre decía la primera tontería que se le venía a la cabeza.

Luego de ellos dos, no le quedaba otra persona. Felix estaba en Corea y no quería llamarlo porque sabía que esta semana tenía sus exámenes. Conocía a Minho y se llevaba bien con él, pero aún no había mucha confianza.

-Supongo que solo me pondré un paño frío... -susurró.

Bajó la escaleras de su cuarto para dirigirse a la cocina a buscar en unos de los cajones ese pedazo de tela. Encontró uno de color verde y lo remojó en un pequeño taper. Se sentó en el sofá y prendió la tele, colocó el paño en su frente y ahora debía esperar a que la calentura, bajara.

Poco a poco sus párpados comenzaron a pesar y sin darse, cayó dormido con la televisión prendida.

─★ vampire ! ˎ´-

Tres vampiros estaban sentados en una de las habitaciones del gran castillo. Dos de ellos muy nerviosos y uno confundido al notar la incomodidad en el ambiente. No entendía que pasaba.

-¿Por qué tan nerviosos?

Ten le dio un codazo al pelirrojo para que se calmara ya que también lo ponía nervioso a él. La pareja mayor suspiró al mismo tiempo y Ten, fue el primero en hablar.

-Solo queríamos decirte ciertas cosas que debes saber antes de tomar el trono... -Hyunjin tomó un globo ocular del plato y asintió.-Desde hace miles de años cada nuevo conde toma el trono con la compañía de su luna roja.

-¿Cómo es eso de la luna roja?

-Es la persona que te acompañará a lo largo de toda tu vida, sin ella o él, no puedes tomar el trono.

-Pero...

-Déjame terminar. -suspiró.-La tradición se realiza en la parte superior del castillo, mejor dicho, en el techo. Al marcar las 12 en punto, la luna llena cambia a un color rojizo dando a entender que la ceremonia puede empezar. La pareja se muerde en frente de esta, hacen un juramento mirando a la luna y así te conviertes en el nuevo conde de todos los vampiros. Eso se hacía en frente del consejo vampiresco, pero con todo los problemas que hubo. -dijo refiriéndose a la muerte de su padre y a la falta de heredero.-Cada vampiro del consejo tomó caminos diferentes, no hay tiempo para buscarlos así que solo será entre los que estamos en el castillo. La cosa es que...

-¿Cómo se supone que encuentre a la luna roja? -interrumpió.

-Justo de eso te va a hablar Tae, adelante, cariño. -el pelirrojo lo miró mal y luego dirigió su mirada a Hyunjin.

-Me están ocultando algo, ¿verdad? -miró fijamente a los ojos de su futura mano derecha que lo acompañaría y aconsejaría cuando se convirtiera en el conde.

-Nada de usar poderes conmigo, Hwang Hyunjin. -el de lunar soltó una risa nerviosa al ser descubierto.-Tú ya conoces a la luna roja. -dijo directo y el azabache lo miró confundido.

-¿Quién es?

-El lindo chico con olor a fresas, Yang Jeongin.

vampire; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora