vampire; hyunin

Final

Día de luna llena.

－¡Yang Jeongin, ya deja de moverte! －gritó el peliazul.－¡Hey! －lo tomó por los hombros para sacudir a su amigo.

El pobre castaño estaba más que nervioso, hoy era el día de la ceremonia y tenía un poco de temor por lo que fuera a pasar. ¿Qué tal si no salían sus colmillos? ¿Y si mordía demás a Hyunjin? ¿El consejo lo aceptaría? ¿Y si lo odiaban? ¿Cómo podrían confiar en un vampiro novato?

Cuando sintió los brazos de Felix y Jisung rodearlo en un abrazo volvió a la realidad. Aún seguía en la habitación que compartía con su pareja, el sol brillaba feliz y las esponjosas nubes blancas, decoraban el cielo.

－¿Mejor? －el castaño asintió.

－Verás que no pasará nada malo, estaremos contigo.

Sonrieron y bajaron al jardín del castillo a tomar un poco de aire fresco. Jeongin quería ver a Hyunjin, pero este estaba ocupado con todas las cosas de la ceremonia. Tenía que repasar el discurso que diría frente al consejo vampiresco y al pueblo.

Solo habían estado separados unas cuantas horas y el castaño ya extrañaba a su chico de aroma a chocolate. ¿Estaría bien subir unos minutos? No le haría nada malo a nadie, ¿verdad? Sus intenciones se vieron interrumpidas por un vampiro que necesitaba de su presencia.

－¡Joven Yang! Tiene que probarse el traje, acompáñame por favor. －y sin escuchar una respuesta, tomó el brazo del menor para llevárselo mientras este se despedía de sus amigos con su mano libre.

Su vestimenta era una muy simple debido a que no quería destacar mucho. Su traje era de color negro y usaría una camisa blanca por dentro. ¿Para que más? Le subieron la basta del pantalón y arreglaron la parte de la cintura para que quedara más pegado a esta.

－No esté nervioso, joven Yang. Todo saldrá bien.

－¿Crees que el consejo me odie por haber sido humano antes?

－No lo harán, se lo aseguro. Ellos son personas maravillosas.

Tal vez era cierto, pero el menor no sentía seguro. Tenía miedo de arruinarlo o decir algo equivocado y ganar el odio de todos. Por otro lado, Hyunjin estaba aburrido. Se sabía bien ese discurso, ¿por qué tenía que volverlo a repasar? Él solo quería estar al lado de Jeongin.

－Una vez más.

－Taeyong, lo voy diciendo como cinco veces... Ya me lo sé al revés y al derecho.

－A ver, dímelo al revés. －dijo haciendo reír al chico de cabellos naranjas.

Solo tenía que soportar unas hora más.

─★ vampire ! ˎ´-

La noche llegó más rápido de lo que esperaban, eran alrededor de las once y vaya que el castillo andaba atareado. Vampiros por ahí, vampiros por allá. Las mesas con varios bocadillos decoraban el salón principal para el pueblo. Los minutos pasaban y el nerviosismo del castaño seguía en aumento.

－Ya me cansé, voy a buscarlo.

－¡Espera! No puede verte, ya estás vestido.

－Jisung, no me voy a casar.

Se levantó de su asiento decidido y justo al abrir la puerta, se encontró con la persona que quería ver hace horas. Se tiró a los brazos contrarios disfrutando del aroma a chocolate de su pareja. Era tan tranquilizante.

－Todo estará bien, ¿si? －dijo alejando un poco al menor para darle un beso en los labios.

Solo así Jeongin pudo calmarse.