ლOne Shotლ •McDanno• ოHawaii Five-Oო

💗Corazón💗

Su corazón era un poco más grande que el de uno normal, por lo cual la sangre no llegaba tanto.

No podía agitarse tanto pero aún a sí tenía su trabajo policial.

Y ya tenía una ohana, nunca se lo contó a sus compañeros hasta aquel día.

Tras una persecución, el detective cayó de rodillas al piso poniendo su mano en su pecho.

Steve quien iba tras este, se percató al instante de que algo no iba bien.

No le importó perder al sospecho o criminal. Dejó de correr en esa dirección para ir donde su compañero y amigo.

¡Danny! Exclamó algo preocupado.

Este solo lo miró y sonrió débil. Perdón.

Steve no comprendía el porqué del que el detective pedía perdón.

Te quiero, amigo. Susrró débil.

Yo también, Danny. Respondió mirándolo con preocupación

A lo que el rubio sonrió nuevamente y solo cerró lo ojos.

Steve al no notar pulso. Rápidamente hizo RCP. Después haber llamado a la ambulancia claro.

Un montón de posibilidades se le vinieron a la cabeza.

Vamos, Danny. No te vayas amigo. Vamos. Pedía el comandante con un tono muy preocupado.

Probó todo los primeros auxilios que existian.

Hasta que decudió apoyar su oido en el pecho del detective...

Ahí, ahí mismo. Las lágrimas comenzarón a salir de sus ojos.

Ya no había salvación, ni vuelta atrás simplemente dejó de respirar, su pulso era nulo.

El navy seal agarró el cuerpo del dective y lo abrazó como si su vida dependiera de ello mientras las lágrimas caían sin cesar por sus mejillas que se habían vuelto rojas por la tristeza que invadía su corazón.

Cuando llego la ambulancia ya era muy tarde, demaciado tarde.

Se encontraron con Steve arrodillado en el piso con la cabeza hacia abajo, con el cuerpo del detective que yacia en el piso ya sin vida.

Noelani le tocó el hombro. Y sintió como el marine temblaba. Steve, tenemos que llevarnos el cuerpo. Pronunció con voz suave.

A lo que la forence solo ascintió para que retiran el cuerpo y lo llevaran a la morgue.

Noelani se arrodillo junto al comandante y  lo abrazó.

Y aunque eso no arreglara nada simplemente derramó más lágrimas de las que había derramado cuando sus padres murieron.

Realmente era especial para él, muy especial.

Y ahora, había muerto en sus brazos.