46. Tarde de juegos y encuentros

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"flaviofdz ha comenzado a seguirte"

- Un momento Mai – ella me miró interrogante con la boca de par en par. Salí de la videollamada para mirar la notificación que me acababa de llegar.

- ¿Qué pasa? – inquirió impaciente yo volví a la llamada.

- Me acaba de seguir en Instagram.

- ¿Quién?

- Quién va a ser Maialen.

- No – dijo negando sin creérselo mientras se tapaba la boca con la mano evitando que le saliera una carcajada.

- ¿Pero desde cuándo tiene Instagram? – se encogió de hombros.

- Es surrealista, la ultima vez que lo vi me miró como si me quisiera escupir en la cara.

- Al igual ha cambiado de opinión.

- ¿En dos días? – dudé.

- Vale, no es muy probable – me dio la razón Mai. – Pero, quizá ha pasado algo que le ha hecho cambiar de opinión. – puso una mueca extraña.

- ¿Sabes algo que yo no sepa? – me crucé de brazos.

- ¿Yo? Nada – negó con los ojos muy abiertos. Estaba mintiendo.

- Mai, estoy como a 620km necesito que me informes de lo que pasa por ahí.

- A ver – empezó dubitativa – no sé mucho, pero...

- Al grano Maialen. – la interrumpí, no podía más con la incertidumbre.

- Flavio fue a cenar con la veterinaria el día que te fuiste.

- ¿Qué veterinaria? – pregunté sorprendida.

- Se llama Verónica, trabajaba conmigo, es insoportable. Quizá por eso te ha seguido.

- No te sigo Mai- moví la mano para que continuara.

- Que quizá cenó con ella y fue tan desastroso que se dio cuenta de que eres lo máximo a lo que puede aspirar. – se echó a reír.

- No se como tomarme eso. – confesé antes de unirme a sus risas.

La puerta de la habitación se abrió y entró Belén, traía toallas limpias, había bajado a pedirlas, así podríamos ir al spa.

- Hola Maialen – se coló frente a la pantalla de mi móvil para saludar a mi amiga, ella movió la mano efusivamente con una sonrisa enorme, tanto que ambas comisuras podrían juntarse en la nuca.

Me despedí de Mai y colgué la videollamada, Belén me tiró una toalla a la cara y se encerró en el baño tras avisarme de que se iba a cambiar. Me tumbé en la cama y observé la habitación. Tenía dos camas grandes en el centro, vistas desde la puerta, la de la derecha era la mía y la de la izquierda de ella. Del techo colgaba una lampara de mimbre trenzado, la gran tele estaba en la pared frente a las camas. Al lado de la cama de Belén estaba la puerta que daba al balcón y al lado de la mía la puerta hacia el enorme baño. Me encantaba la mezcla de colores de blanco, verde y marrón.

Habíamos decidido venir a un hotel con spa tras grabar la oficialmente titulada canción "T'estimo". En mi mente se repetía el momento en el parque de atracciones en bucle el día que necesitábamos encontrar un título, y lo solté.

- ¿Nos vamos? – me preguntó Belén al salir del baño.

- Si – me levanté la camiseta enseñándole el bikini que ya llevaba puesto y ambas abrimos la puerta para dirigirnos al spa.

Polo Opuesto { Flamantha }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora