Polo Opuesto { Flamantha }

60. ¿Haggis?

Los aeropuertos.

Viajes deseados, reencuentros. Los aeropuertos eran un lugar mágico, y aún más si acababas de aterrizar en tierras escocesas. Flavio se removía ilusionado en su asiento mientras miraba por la ventana y los altavoces informaban de la llegada a nuestro destino.

- ¿Estás nervioso?

- Estoy atacadito, pero muy ilusionado – me miró con los ojos brillantes, parecía un niño al que le acababan de regalar el juguete que más quería.

Salimos del avión y cogimos un autobús para llegar al gran edificio donde recogeríamos las maletas y empezaría nuestra aventura.

Tras coger el equipaje de la cinta salimos del aeropuerto y en la fachada del edificio nos dio la bienvenida la frase "Edinburgh Airport, Where Scotland meets the world".

Día 0

- Tenemos que ir a por el coche de alquiler lo tengo todo aquí. – le enseñé la libreta en la que tenía apuntado el itinerario del viaje completo.

- Si que tienes todo planeado al dedillo.

- Es que yo me curro las cosas – carcajeé sarcásticamente - Tenemos que coger el coche y luego ir al hotel – seguí.

- Vale, vamos.

Flavio me agarró la mano emocionado y me arrastró hacia la derecha.

- Flavio – siguió andando – Flavio – nada – Flavio, para.

- ¿Qué pasa? – me miró asustado.

- Es que es por ahí. – le señalé al camino contrario al que se estaba dirigiendo.

- Haber avisado antes. – elevé una ceja.

- Ten cuidado, que puedo ahogarte mientras duermes.

- No serías capaz – se acercó e intentó besarme, pero antes de que nuestros labios se juntaran me aparté apretando los labios.

- Ahora no te lo mereces, ya veremos dentro de un rato.

Puso un puchero y me siguió, esta vez sí, hacia el alquiler de coches. Conseguimos el que sería nuestro coche por unos días, largos minutos después. Ambos teníamos dificultades entendiendo y hablando el inglés y por esa razón se ralentizó el proceso.

- Madre mía no había pensado en esto – Flavio miraba el coche con atención y yo me mordía las uñas con la situación que nos estaba tocando vivir.

- En Escocia se conduce por la izquierda, era obvio.

- Pues verás qué cuadro.

La primera vez que conduje con el nuevo coche me resultó mucho más fácil de lo que parecía en un principio, le di el nombre del hotel a Flavio y utilizamos el GPS del móvil para llegar sin perdernos, aunque sin mucho éxito. Un trayecto que debería haber durado cinco minutos duró unos cuantos más.

- Al final me va a venir bien esto de ser zurda – le dije al ver lo bien que cambiaba de marcha con la izquierda - ¿Nos venimos a vivir a Reino Unido?

- ¿Me estás pidiendo que vivamos juntos? – se llevó una mano al pecho.

- Obviamente no, tu en un apartamento y yo en otro, pero en la misma ciudad.

- Con lo bien que hablas inglés te desenvolverías súper bien. – habló.

- Tú tampoco te quedas atrás. – reí.