Polo Opuesto { Flamantha }

38. Un día en la Warner

Samantha señalaba con una sonrisa enorme a Piolín que se hacía fotos con los niños en la entrada del parque. Era una pequeña plaza con una fuente en el centro.

- ¿Nos hacemos una foto? – dijo Mai.

- Todos juntos, sí – la apoyó Jimena.

Jimena y Maialen empezaron a dar vueltas por la plaza encontrando un buen sitio para hacernos una foto, se tenía que ver el sitio en el que estábamos, si no según Jimena, el postureo no estaba bien hecho.

- Excuse me ¿do you want me to take the picture? (Perdonad, ¿queréis que os haga la foto?)

- Yes please – contestó Jimena con su nivel "alto" de inglés del que siempre fardaba.

Un chico rubio de aspecto británico con ojos azules y piel de tono rojizo cogió el móvil de Jimena para hacernos la foto grupal.

- Cheese – dijo él alargando la primera vocal para que todos sonriéramos en la foto.

El rubio le devolvió el móvil a Jimena mientras le levantaba el pulgar para decirle con mímica que la foto había quedado muy bien, ella dejó ir un "thank you" casi como un susurro y yo me reí de la vergüenza que le daba siempre hablar en inglés, esas mejillas se quedarían rojas gran parte del día.

Caminamos por la calle principal siguiendo las señales, cogimos el camino de la izquierda. La primera atracción que apareció sobre nuestros ojos fue la montaña rusa Stunt Fall.

- Por favor vamos a subirnos – habló Mai en cuanto vio la atracción.

- Sí, por favor – dijo Sergio mientras se ponían los dos a dar saltitos como los niños de mi clase cuando les avisaba de que nos íbamos a dar una vuelta.

- Yo no subo ahí ni de coña – exclamó Dani mientras negaba con la cabeza y la manos efusivamente.

- Fla ¿te vienes? – me preguntó Mai.

Me giré para mirar a Samantha, ella no iba a subir lo veía en sus ojos, estaba cagada.

- Bueno venga vale – cedí. Sam me soltó la mano para que me fuera con ellos a la cola regalándome una sonrisa, no dijo nada, pero sus ojos decían "pásatelo súper bien".

Finalmente, Jimena decidió unirse a nosotros, Dani y Sam cogieron una botella de agua de una maquina expendedora y se quedaron esperando en un banco. La cola era larga y no parecía que fuera a ir rápido.

- Te gusta de verdad ¿no?

- ¿Qué?

- Que te gusta de verdad – me habló claramente Sergio.

- Sí – le contesté con media sonrisa.

- Me alegro un montón por los dos, os lo merecéis, sobre todo ella, me pareces súper buen tío.

- Sí, me contó un poco lo que había pasado.

- No voy a contar nada que no sea sobre mí, pero dudo mucho que te haya contado todo, aunque te lo contará, estoy seguro, dale tiempo.

- Me lo contará cuando confíe más en mí, o quizá no, pero no importa. – Sergio me sonrió y me guiñó un ojo.

- Acompáñala, se cuida sola pero la compañía le vendrá bien. – me confesó antes de añadirse a la conversación de Mai y Jimena.

La atracción había sido increíble Jimena y Sergio comentaban lo alucinante que había sido el trayecto, llegamos al banco en el que se habían quedado los otros dos y los encontramos riéndose a carcajadas.