Capítulo 4

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Por desgracia, ya era lunes, el fin de semana había ido bien, quitando el viernes y lo de Justin, aunque no pude parar de pensar en lo que pasó, sé que no es para tanto, pero tengo el don de darle mil vueltas a todo, bueno mejor dicho, la maldición.

- Emma, necesito ayuda con algebra, no entiendo nada –dice Justin justo antes de que entré la profesora por la puerta

- Está bien, yo te ayudo, pero ¿has hecho los deberes para hoy? –contesto, aunque ya sé la respuesta, Justin nunca hace los deberes, siempre me pide que le ayude o que se los deje cinco minutos antes de la clase, o a veces ni siquiera se molesta.

- Que va, ayer tuve entrenamiento y luego me dio pereza, además no sé hacerlos.

Mientras la seño corrige los ejercicios del día anterior, le explicó a Justin lo más básico del tema y le ayudó a terminar los deberes, después nos ponemos a hablar de otras cosas, aunque fingimos que hablamos de algo relacionado con la clase.

- ¿Este sábado empiezan los partidos no?

- Sí, jugamos aquí, en el instituto, contra el instituto de tu primo.

- Emma y Justin parad de hablar, estoy explicando –nos regaña la profesora.

- Peter no me ha dicho nada, supongo que iré al partido –le digo a Justin susurrando.

- Seguro que ganamos nosotros, llevamos ganándoles tres años consecutivos.

- Emma, sal y explica lo que acabo de decir, ya que te lo sabes tan bien que te dedicas a hablar en clase –dice la profesora enfadada.

- Ehh yo.. – no sé que contestar porque sé hacer el ejercicio, pero conociendo a la profesora se enfadará más si salgo y lo hago bien.

- Venga, profesora sabe que no ha sido cosa de Emma, yo he sido el que le ha hablado –dice Justin, me sorprende lo que acaba de hacer, ¿Justin defendiendo a alguien? , esto si que es raro.

- Pues si eso es cierto, Justin fuera de clase –responde la profesora con una sonrisa maliciosa en la cara.

Justin se levanta y sale al pasillo, no sin antes mirarme haciéndome entender que no pasa nada. Durante el resto de la clase, me aburro un montón, se me hace eterna y cuando por fin suena el timbre, espero a Betty, y vamos al patio.

En el recreo, mis amigas no paran de hacerme preguntas sobre Justin y yo.

- Va Emma cuéntanos que pasa entre vosotros –dice Claire.

- No pasa nada, os lo he dicho mil veces –respondo exasperada.

- Pues yo creo que le gustas, y a ti él un poco también –comenta Blair.

- No le gusto, ni a mí me gusta él, no saldría con él ni aunque fuera el único chico en el mundo, es un capullo, y lo sabéis. –Esto último no era del todo cierto, solo es un capullo a veces.

- Un poco se queda corto, ¿sabes la de putadas que les ha hecho a los de su curso? –pregunta Eve, a la cual no le cae nada bien Justin, es más siempre que puede dice algo malo de él, a lo que yo casi siempre intento defenderlo, porque en realidad creo que él no es así.

- Sí, lo sé, pero creo que lo hace por algún motivo, se que eso no lo justifica, pero joder su madre murió cuando tenía quince años y sabemos que tenía muy buena relación con ella –respondo intentando que mis amigas entiendan su situación, Justin solo me ha nombrado a su madre una vez, pero no quise agobiarlo sobre el tema, si él me lo quiere contar que lo haga, yo no le voy a presionar.

A la salida, busco a Justin para agradecerle que me defendiera en clase, y como suponía está en la entrada con sus amigos, son un grupo bastante grande, la mayoría son del equipo de fútbol, pero todos tienen la misma fama, fuman, bebe, y se han liado con medio instituto. No estoy segura de si debería acercarme, ya que todos son un año mayores, tienen diecisiete, aunque pensándolo bien son de la misma edad que Justin, solo que él está en un curso por debajo.

- ¿Justin podemos hablar? –pregunto un poco nerviosa por las miradas de todos los chicos sobre mí.

- Dímelo aquí –contesta con una sonrisa que no me gusta nada, no quiero seguir aquí mucho tiempo, además huele un montón a tabaco, es algo de lo que me he acostumbrado con Justin, siempre huele así, pero ahora el olor es mucho más intenso.

- Solo quería darte las gracias por lo de esta mañana –me mira como si no supiera de lo que hablo- cuando me has defendido con la profesora de algebra –aclaro.

- No sé de lo que me hablas –responde seguido de algunas risas de sus amigos.

Después de esto fulmino a Justin y a sus amigos con la mirada y me voy, Peter me estará esperando en la puerta. Sigo flipando por lo que acaba de pasar, ha fingido como que no ha pasado nada, supongo que porque estaban sus amigos delante, no sé si era por mí o porque no quería que supieran lo que ha hecho esta mañana, pero no me parece bien, estoy confusa y molesta a la vez. Tampoco puedo hacerme la sorprendida, porque al fin y al cabo es Justin, pero pensaba que nos llevábamos bien, incluso lo he defendido mil veces con mis amigas.

- Hola, ¿cómo está mi prima favorita? –dice Peter, con una sonrisa radiante.

- Bien,¿ y tú? –respondo con un tono un poco triste.

- Sé que te pasa algo, te conozco perfectamente, Emma.

- No es nada importante –digo quitándole importancia, pero Peter me mira con ojos inquisitivos, sé que al final me lo sacará, así que cedo- Es Justin.

Le cuento brevemente lo ocurrido, y mientras volvemos a casa, nos encontramos con Nick, por lo que nos paramos a hablar con él,

- Emma, ¿vendrás al partido del sábado? –pregunta Nick.

- Sí, creo que iré, todavía no hemos empezado la temporada de voleiból, así que puedo ir.

- Peter y yo, este año somos titulares en el equipo, así que jugaremos casi todo el partido –responde Nick, entusiasmado.

Yo ya sabía que Peter y Nick jugaban al fútbol americano en su instituto, que estaba a dos calles del mío, ambos institutos siempre habían sido rivales, por eso los partidos entre los Lions y los Tigers, siempre han sido los mejores, los Tigers, mi instituto, llevaban ganando al instituto de mi primo y Nick varios años, aunque siempre estaban muy empatados.

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