Capítulo 8

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El lunes por la mañana temprano cojo mis maletas, y me despido de Luke y mi madre, después voy a recoger a Betty y juntas nos dirigimos al instituto, donde nos despedimos del resto de nuestras amigas que al estar en otra clase, irían la siguiente semana. El autobús tardó unos veinte minutos, mientras tanto Mrs. Bloom fue pasando lista para ver que no faltara nadie. Estábamos todos, así que cargaron las maletas, y nos subimos al autobús. Como de costumbre todos querían ir en la parte de atrás, pero al final Josh y Justin se quedaron allí, Betty y yo nos sentamos al lado de Mia y Cass, dos chicas muy simpáticas con las que nos juntábamos en clase, y quedábamos de vez en cuando, aunque estas no tardaron mucho en dormirse.

- Betty, tienes que contarme todo lo que pasó con Peter –digo sonriéndole a mi amiga.

- No es para tanto, solo es que empezamos a hablar desde la fiesta y luego me acompañó a casa, y desde entonces estuvimos hablando, hasta que unos días antes del partido, me dijo que si íbamos los dos a cenar –responde Betty, con una sonrisa y un brillo en los ojos, que nunca le había visto.

- ¿Y cuándo pensabas contarme que estabais juntos? –pregunto haciéndome la enfadada, aunque claramente estoy de broma, sé que no me lo contaron por si me molestaba.

- Emma, queríamos contártelo, pero no sabía si a Peter yo le gustaba, así que prefería esperar para contártelo.

- No pasa nada, lo entiendo. Ahora cuéntame lo que pasó después del partido.

- Pues fuimos a cenar, y la verdad es que todo fue muy bien y después volvimos andando hasta mi casa, y nos compramos un helado, y pues después nos besamos –dice Betty, la cual se ruboriza con esto último.

- Entonces ¿estáis saliendo? –pregunto.

- No me lo ha pedido oficialmente, pero se podría decir que sí –responde eufórica.

- Pues a partir de ahora, quiero que me lo cuentes todo.

- Eso está hecho.

El resto del viaje lo pasamos hablando, durmiendo y escuchando música. Tardamos unos cinco horas y media, que la verdad es que se me han pasado volando, aunque tengo bastante hambre, al igual que todos, ya que son las dos del mediodía.

Nada más llegar al hotel, cogemos las maletas y vamos a recepción, donde nos van asignando las habitaciones; según lo que ha explicado Mrs. Bloom, estos días haremos todo en grupos hechos previamente por ella, los cuales dirá en la comida.

Betty y yo subimos a nuestra habitación que casualmente está enfrente de la de Justin y Josh, dejamos nuestras cosas y bajamos al restaurante del hotel donde comeremos hoy. Al entrar veo que ya están casi todos allí.

- A partir de hoy, trabajareis por grupos de seis, estaréis con vuestro compañero de habitación y dos parejas más. Os voy a ir nombrando y os vais sentando en la mesa con vuestro grupo –dice Mrs.Bloom, mientras sacaba un papel con los grupos, por algún motivo la primera persona que se me paso por la cabeza era Justin.

- Mia, Cass, Justin, Josh, Emma y Betty, en la mesa tres.

Al escuchar mi nombre y el de Justin en el mismo grupo, sentí algo que no sabría explicar, pero me recordé a mí misma que Justin también era un capullo, aunque no siempre lo fuera.

Betty y yo fuimos a la mesa tres como Mrs. Bloom había dicho y nos sentamos, Justin se sentó a mi lado. Estuvimos hablando toda la comida, el grupo estaba bastante bien, todos me caían muy bien y tengo que admitir que Josh y Justin eran muy graciosos. Puede que suene raro, pero me encantaba ver a Justin sonreír, parecía tan feliz que cualquier persona sonreiría también.

Después de comer, Mrs. Bloom, nos llevó a Chinatown, tras ver lo más importante, nos dejó tiempo libre para ver cosas con el grupo.

- ¿Qué os apetece hacer? –pregunto.

- Mia y yo queremos ir al mercado por el que hemos pasado antes, donde había cosas artesanales –dice Betty.

- Yo quiero ir a comer algo a esos puestos –dice Josh, señalando un puesto de comida oriental que tiene mucha cola.

- Yo también –dice Cass. Por lo que quedamos Justin y yo, a mí no me apetece hacer cola ni ir a comprar cosas, así que no sé que hacer.

- Yo paso de hacer cola –dice Justin resoplando, parece que me ha leído la mente.

- Pues que cada uno vaya a lo que quiera y en una hora nos vemos aquí –dice Cass.

- Vale, ¿Emma tú no querías ir a comprar galletas de la fortuna? ¿Por qué no vais Justin y tú? –pregunta Betty. Fulminó a Betty con la mirada, porque sé que lo ha hecho intencionadamente y después miro a Justin para ver que opina.

- Mientras no haya cola por mí sí –responde mirándome.

- Vale, pues vamos –digo mientras empujo a Justin hacia la fábrica de galletas de la fortuna, que está a unos cinco minutos andando.

- ¿Por qué quieres comprar esas galletas? La mitad de las frases no tienen ni sentido –dice Justin, intentando picarme.

- Ya lo sé, pero ya que venimos a Chinatown, me parece un desperdicio no comprar galletas de la fortuna.

- Ya, claro –dice Justin sarcásticamente.

- ¿Por qué iba a ser sino?

- Porque no aguantas sin estar sin mí. –responde sonriendo con superioridad. Aquí está el Justin egocéntrico de siempre.

- Sabes que eso no es verdad ¿a lo mejor es al revés? –respondo. Justin no me responde se limita a sonreír y soltar una pequeña carcajada. Al llegar al puesto vemos que no hay mucha gente en la cola, así que esperamos.

- Te voy a comprar una galleta a ti también –digo, sabiendo que Justin se negará.

- ¿Lo dirás de broma no? –responde enarcando una ceja.

- Lo digo muy enserio.

- Yo paso de esas estúpidas galletas –farfulla.

- Lo sé, pero te la voy a comprar igual, así que no te molestes en replicarme –digo, a lo que Justin responde resoplando con fastidio.

Compro dos galletas de la fortuna, Justin lleva la bolsa, ya que yo estoy llamando al resto del grupo para decirles que Mrs. Bloom ha adelantado la hora y tenemos que irnos ya o llegaremos tarde.

A Justin y a mí no nos da tiempo a abrir las galletas y tenemos que salir literalmente corriendo, hasta el punto de encuentro. Conseguimos llegar justo a tiempo, después de revisar que estamos todos volvemos al hotel, donde cenaremos.

En la cena hemos estado toda la clase en una mesa alargada por lo que no he tenido tiempo de abrir las galletas, y a decir verdad casi no me he acordado, ya que Justin tiene la bolsa.

Al terminar de cenar, subo a mi habitación con Betty, ya que estamos muy cansadas y mañana nos harán madrugar. Me pongo el pijama y en menos de dos minutos, consigo dormirme, pero una hora más tarde algo me despierta. Me levanto y voy a la puerta de la habitación, de la cual provienen los golpes, al abrir la puerta veo a Justin.

Only youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora