Dos semanas. Dos semanas llevábamos de instituto, dos semanas llena de clases, charlas con Archie y entrenamientos, nada muy especial. Archie ha hecho más amigos, todos del equipo de baloncesto, él y yo nos llevamos genial, aunque no somos los únicos, Betty y Justin también, debería de darme igual, pero no puedo, se les ve tan bien, hablando y riendo en clase, tal y como hacíamos Justin y yo.
Esta tarde he quedado con Archie en mi casa, traerá a su hermano, ya que se ha hecho amigo de Luke, y mientras ellos juegan a videojuegos, nosotros haremos tortitas y veremos películas, hemos decidido quedarnos en casa porque desde hace unos días me duele el abdomen y tengo náuseas todo el tiempo, no le he dicho nada a mi madre para no preocuparla, no creo que sea nada.
Mientras preparo los ingredientes, tocan al timbre, ya están aquí. Abro la puerta y llamo a Luke para que baje a recibirlos. El hermano de Archie y Luke suben arriba.
- ¿Lista para hacer las tortitas? –dice Archie entrando a la cocina.
- No tengo mucha hambre, pero vamos a hacerlas. –respondo.
Cogemos los ingredientes y empezamos a hacer la masa, mientras escuchamos música a todo volumen y cantamos las partes de la letra que nos sabemos, realmente cantamos fatal, pero es divertido. Cuando Archie está de espaldas y se gira le tiro harina a la cara.
- Tú te lo has buscado –advierte Archie tirándome el doble de harina por todo el cuerpo.
- Te has pasado –digo de broma, tirándole leche por encima, la venganza se ve venir, así que corro por la cocina intentando que no me alcance.
Al final acabamos los dos llenos de harina, leche, azúcar... terminamos de hacer las tortitas y nos sentamos en la encimera que hay en la cocina, solo me he puesto una tortita en el plato porque no tengo apetito y el dolor de abdomen cada vez es peor. Cuando estamos empezando a comer, siento nauseas, así que corro al baño para vomitar, Archie me sigue y me sujeta el pelo, después me toca la frente.
- Creo que tienes fiebre, creía que estabas mejor y que no tenía que preocuparme –comenta.
- Estoy bien –respondo poniéndome en pie, pero me mareo y Archie tiene que sujetarme.
- No estás bien, vamos al hospital.
Pedimos un taxi para ir al hospital, Archie llama a Peter para que venga a quedarse con nuestros hermanos pequeños y a Betty para que informe a mi madre de que vamos al hospital.
Cuando llegamos al hospital, gracias a que mi madre trabaja aquí, nos atienden muy rápido, me hacen varias pruebas y por lo que parece es más grave de lo que yo creía, el médico habla con mi madre sobre lo que tengo, pero no presto atención.
- Emma vamos a tener que operarte.
NARRA JUSTIN
Llevo dos semanas de instituto, en las cuales no he hablado con Emma, hemos cruzado alguna mirada, pero nada más. Ella está muy ocupada con Archie, el nuevo y yo muy ocupado intentando contener mis ganas de hablarle, y olvidarme de ella. Betty es lo más parecido a Emma que tengo ahora mismo, me recuerda a ella, aunque en muchas cosas son muy diferentes. Respecto al nuevo, no me cae nada bien, no me ha hecho nada, pero con solo estar con ella, ya hace que no lo aguante.
Esta tarde había quedado con Betty para repasar algunas materias, pero antes de que saliera de casa hacia la biblioteca, recibo una llamada de mi compañera de sitio.
- Justin no voy a poder ir, estoy en el hospital –tengo un mal presentimiento.
- Pero ¿estás bien? –pregunto preocupado.
- Si yo estoy bien, pero... nada que estoy bien –dice ocultándome algo, es ella, lo sé.
- Es Emma ¿verdad? –digo alterado, el miedo y la preocupación me invaden por completo.
- Betty responde –digo enfadado, ya que no me responde.
- Sí, la van a operar –responde en un susurro, y con solo escuchar eso, cuelgo y me subo al coche.
Conduzco rumbo al hospital, si la van a operar tiene que ser algo grave. Mierda. Como le pase algo no sé que voy a hacer, el miedo es evidente en mí, no me esperaba esta reacción por mi parte. Le pregunto a la recepcionista por Emma Smith y me dice la planta y la habitación, cuando subo y veo la puerta corro hacia ella, pero Betty me corta el paso.
- Tengo que verla, quítate –digo serio.
- Justin no puedes entrar, la están preparando para el quirófano. –responde Betty, pero no me tranquiliza, así que me coge del brazo y me lleva a la azotea decidida.
- Tranquilízate, van a operarla de apendicitis, no es grave. –dice intentando calmarme, pero esto es lo que me hacía falta para reaccionar.
- Betty la quiero –confieso más para mí mismo que para ella, pero ahora estoy más relajado.
- Lo sé, solo hace falta ver como la miras.
- He sido un capullo, la quiero, pero no soy bueno para ella, por eso la dejé aquel día, pero no me he dado cuenta de lo que la necesito hasta ahora, cuando pensé que le había pasado algo, simplemente dejé incluso de respirar.-Betty me transmite confianza así que sigo – no quería ser egoísta y arrastrarla conmigo, pero necesito tenerla y no sé que cojones hacer para recuperarla. –termino de decir, tocándome el pelo con desesperación.
- Te voy a ser sincera, nunca me gustaste para ella, pero sé que la quieres, así que deja de lamentarte y hacerte el héroe y sé mejor por ella, cambia por ella. –ese es el empujón que necesitaba, porque no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes o en mi caso, cuando creía estar a punto de perderla.
Es la única que ha estado conmigo, con la que puedo ser yo, es la única persona que realmente quiero, es la primera persona que quiero desde que murió mi madre y juré que ella se sería la única y última persona que querría, hasta que conocí a Emma y todo cambió. Ella había luchado por mí mucho tiempo, intentando ver más allá de mí y ahora yo lucharía por ella, por recuperarla.
Me quedé en la sala de espera hasta que supe que todo había salido bien en la operación, le pedí a Betty que no le dijera a Emma que había estado allí y me fui a casa. A partir de ahora iba a mejorar, dejaría de fumar hierba y de emborracharme diariamente, nada de peleas ni meterse en líos, me centraría en los estudios y en el equipo.
ESTÁS LEYENDO
Only you
Teen FictionJustin, el chico malo, jugador de fútbol americano del instituto, y Emma la chica buena, comenzarán el instituto y tendrán que llevarse bien, pero Emma está convencida de que Justin no es así, no es tan capullo como él quiere aparentar... ¿Quién sa...