Desperté bruscamente, había soñado algo muy extraño. Josh me decía una frase extraña, sobre alguien. Mi padre siempre me decía que los sueños significaban algo, pero, ¿que significa eso?
Busque al rubio que se había dormido conmigo, seguía acostado en mi estómago. Bese su mejilla y me levante suavemente para poder traer una camisa limpia para Max. Le traería una que le quede un poco grande a Austin, ya que Max hacía más ejercicio.
Al bajar con la camisa para Max sonó el timbre.
Para mi alivio eran mis hermanos.
¿Saben? Dejar sola a su hermana puede ser peligroso.-dije seria mientras ellos entraban.
¿Qué pasó?.-pregunto Austin.-Ayer entró un hombre a la casa, no sé qué hubiera hecho si el no hubiera llegado.-susurre.
¿Que? ¿El?.-pregunto Miranda mientras me tocaba para asegurarse de que estuviera bien.-Si, el.-respondí y me hice un lado para que vean a Max acostado en el sofá.
Aw, Maxi lu.-dijo Miranda corriendo a abrazar a Max.
¿Qué pasó? ¿Ah?.-dijo Max entre sueños mientras era asfixiado por el abrazo de Miranda.
Gracias Max.-agradeció Austin caminando hacia el.
Le entregué la camisa a Max y el se sacó la camisa sucia que tenía puesta. Causando que tanto Miranda como yo babeáramos por el cuerpo de Max.
Austin se acercó a las dos y nos cubrió los ojos para evitar que veamos al rubio.
Son muy niñas para esto.-dijo Austin riendo.-Y tu, evita desnudarte en público.
Ahora, me explican. ¿Donde estaban anoche?.-pregunto burlesco Max mientras se terminaba de acomodar la playera.
¡Encontré a Austin ebrio!-gritó Miranda.-¡No estaba ebrio!.-refunfuñó Austin.
Miranda le volqueteo los ojos y Austin abrió la boca para hablar.-bueno, no tan ebrio.-dijo cruzado de brazos.
Austin no quería irse por nada de el mundo porque estaba EBRIO.-dijo resaltando la palabra, Miranda.-así que decidí quedarme para acompañarlo. Y, ¿saben que? ¡Casi me violan! Los amigo ebrios de Austin, ash.-gritó histérica la castaña.
Max, Austin y yo caímos en caracajadas y nos levantamos de sofá.
Austin y Miranda subieron a sus habitaciones para terminar su sueño y nosotros nos levantamos a desayunar.
¿Quieres ir al parque?.-pregunte mientras me echaba un sorbo de café.
Audhsusnsjs.-respondió Max.
¿Puedes mascar antes de hablar?.-reí.-Si, vamos.-respondió el después de tragar su comida.
Salimos de la casa, caminamos casi cuatro cuadras para llegar al parque. Sobra decir que yo estaba en pijama.
Llegamos a nuestro destino y Max se sentó bajo un árbol muy grande, me hizo una seña para que me acostara a su lado. Me acoste a su lado.
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Apoye mi cabeza en el pecho de Max, y el sol me daba directo en el cara. Cerré un momento los ojos y recordé el maldito sueño sin sentido.
Abrí los ojos y vi que el sol le llegaba a los ojos color esmeralda de Max.
Gracias por lo de anoche.-dije sonriendo.
Para eso están los amigos, Kate.-respondió el rubio sonriendo.
Te odio, por ser tan perfecto.-refunfuñe mirándolo a los ojos.
Me amas.-respondió el acariciando mi cabeza como a pequeño cachorro.
Kate, necesito decirte algo.-susurró Max sentándose haciendo que yo también me sentara.
Puedes decir lo que quieras.-respondí apoyando la cabeza en su hombro.
Me gustas, me gustas demasiado, se que soy tu mejor amigo, se que tenemos que seguir siéndolo, se que la amistad no se puede arruinar, pero por más que intentó e intentó no puedo dejar de sentir lo que siento por ti.-dijo el con euforia sosteniéndome la cabeza con sus suaves manos. Cuando escuche las palabras de Max algo despertó en mí, algo que ya había despertado hace algunos años. Sus ojos verdes me miraban fijamente y sus manos me sosteniendo suave, pero firmemente.
Me acerque a Max lento dejando que nuestras respiraciones sean unasola, incline la cabeza y deje que nuestros labios se unan.
Max se detuvo un microsegundo para después seguir el beso.
Saque sus manos de mi cabeza y el automáticamente las recostó en mis mejillas. Pase mis manos por su cabello y seguimos con el beso.
Fue algo suave, dulce pero a la vez con tanta desesperación. Fue como si lo hubiésemos esperado por años.
No podía evitar sentirme culpable por haber besado a mi mejor amigo. Caíste bajo, Kate. . . . . .
