Reaccioné. Me di cuenta que estaba haciendo algo mal. Max es mi mejor amigo, que mierda hago. Me separe del rubio.-¿Que pasa?.-susurró el mojando sus labios con su lengua.
Max, no puedo. Perdón, te amo demasiado, pero como mejor amigo.-le explique.
Entiendo, de hecho. Es hora de que vayas a la universidad.-dijo el levantándose.-¿estás bien?.-pregunté.
Max agacho la cabeza y me hizo una seña para indicar que ya se iba. Me levante y me dirigí a la universidad.
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Kate.-escuche a lo lejos de los pasillos de la universidad. Era Josh que venía corriendo hacia mi.
No vino por completo, se quedó a unos metros y lanzó una bolita de papel, un papel muy arrugado.
Sonreí un poco y me agaché para recoger él dichoso papel. Lo abrí lento para poder leer.
La pasé de maravilla la otra noche, quiero que se repita. ¿El sábado?
Saque un lapicero de mi mochila y escribí en el papel
Pienso lo mismo, el sábado.
Lancé el papel arrugado, el lo vio y me hizo una seña y me lo volvió a tirar para que lo conserve. Me di la vuelta y seguí caminando para llegar a mi casa. Cuando avancé se me ocurrió voltear para ver a Josh una última vez hasta el sábado.
El estaba sentado con una chica de cabello negro, la estaba abrazando y parecía muy feliz con ella. La morena se recostó en su regazo y el le dio un beso en la mejilla.
Me apuñalo en el corazón, no literal. Pero si dolió. Volví para atrás, tomé el papel y lo arroje en un basurero que estaba en frente de ellos.
El de inmediato se levantó y yo me fui a pasó apresurado.
Camine unas cuadras, con mis audífonos puestos escuchando "Wait" una canción del soundtrack de bajo la misma estrella. La misma canción que se escucha de fondo cuando Hazel lee la carta que le dejó Augustus.
Comprenderán que la canción es verdaderamente triste, y afecto en mi. Llegue a mi casa a acostarme, solo a pensar en Max y Josh.
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Han pasado tres dias, es viernes. Otra vez estoy andando por los pasillos de la Universidad.
No veo a Max desde aquel día del parque, ya estoy preocupada.
Al salir de la universidad me encontré a mi hermano esperándome en el auto. Con una expresión en el rostro muy extraña.
Kate, vamos a casa.-dijo casi susurrando.-¿algo pasó?.-pregunté con extrañeza.-Solo sube ¿si?.-dijo y subió al auto.
---- Kate, tienes que ser fuerte.-dijo mi hermana mientras se le salían las lagrimas. Mi corazón latía a mil por hora ¿por qué están así?
Díganme que mierda pasa de una vez.-dije casi gritando.
Max, Max falleció, Kate.
Austin
Los ojos se me llenaron de lágrimas, Miranda ya le había dicho a Kate. No reaccionó, se quedo sentada, mirando a la nada. Ni una lágrima, ni un gesto, nada.
Me acerque para darle un abrazo. Al momento que mis brazos la tocaron sus lágrimas empezaron a caer, muchas lágrimas. Ella no podía parar.
Al separarme llego su etapa de desesperación. Gritaba y gritaba, que le había pasado, como pasó, gritaba solo por el llanto.
La abrace hasta que se quedo dormida, la alce y la lleve a su habitación.
Kate
Desperté en mi cama, me toque la cara, y estaba pegajosa. ¿Que había pasado?
Después de un minuto sentada a la orilla de mi cama lo recordé.
Lo que siento en este comento es indescriptible. Mi corazón roto, mi pulsación a mil, importancia, rabia, todo.
Me tiré al piso a llorar más, pero ahora despacio, para que nadie me escuche.
No sé cómo pasó esta mierda, pero necesito a Max de vuelta. Esos ojos color esmeralda, esa cabellera rubia, el cuerpo delgado pero fuerte, el olor peculiar que tenía siempre. ¿Nunca más los sentiré?
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¿Estás lista?.-preguntó Miranda con un vestido negro.
Nunca estaré lista para esto, perdón.
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Podía escuchar los gritos de la mamá y mi mismo llanto al enterarnos que se había suicidado.
