||Prólogo ||
Una joven de 21 años despierta en una habitación no muy grande, con pocos muebles al parecer... mira a su al rededor.
Por alguna razón no recuerda su nombre, ni su edad, ni su familia, ni su país... en ese momento entra a la habitació...
Al cabo de unos minutos vino a la habitación Katy con unas toallas higiénicas, me levanté de la cama, saque del armario ropa limpia me dirigí al baño.
Después de tomar un baño me vestí ya con la toalla higiénica, al salir del baño note que las sabanas habían sido cambiadas.
-- Amiga... Nam Joon esta abajo esperándote, ve a desayunar...
Al volver a oír su nombre volvió a mi mente la vergonzosa escena de esta mañana.
-- Como quieres que valla, no puedo... Hoy es su último día libre dile que vuelva a la ciudad que venga de visita cuando pueda...
-- ¿escuchas lo que dices? En este mes solo deseaste verlo otra vez para tenerlo cerca...
-- si, no quiero ahora, él sabe que lo amo pero ahora no puedo verlo a la cara...
Se cruzo de brazos, bueno no se porque hizo eso yo debería de estar enojada después de todo Nam tiene la culpa.
-- Mira si no bajas a desayunar con él le pediré que suba y hablaran ahora mismo...
-- ¿acaso no eres mi amiga?
-- ¡claro que si! Pero se que te arrepentirás por lo que dices, hazme caso, sabes eso no fue grave, cuando se casen y tengan sus hijos perderás toda la vergüenza, todo eso es parte de nuestro cuerpo... así que actúa como adulta.
No tuve otra opción, después de todo tenía razón, Nam lo entiende por eso también no se burló ni nada.
Salí de la habitación descalza, llegue al comedor lo vi de espaldas sentado en la mesa mediana, parecía que comía. Di un suspiro y fui hacia él, me sente a su lado sin decir nada.
-- Disculpa... Pero debes contarme todo, somos novios ¿no? Tu período menstrual es algo normal...
-- si pero que manches la cama estando con tu novio no, no es normal me siento avergonzada... tu no entenderías...
Me miró por unos segundos, lo sentí a pesar de que no hacía lo mismo. Se quedó en silencio por unos segundos, pensé que no diría nada más talvez ahora él se había enojado.
-- ¿Quieres ir a caminar?
Su pregunta me tomó por sorpresa, esperaba un regaño, creo que quiere hacerme sentir bien , talvez acepto que si era malo y vergonzoso para mi lo que paso en la mañana.
-- Tengo hambre...
Había un plato ya servido a su lado izquierdo, al oírme me lo paso con el cubierto y la taza de café, empecé a comer sin embargo sentía que él me seguía viendo con su taza de café en manos.
-- Entonces así es...
-- ¿De qué hablas? Eres un tonto...
-- ¿Qué? Yo solo me refería a ti, cuando vivimos en la cabaña también te llegaba la regla menstrual pero nunca habías actuado así... Son las hormonas, no sé porque esta vez es más.. intenso. Pero... aceptare que me trates como quieras, no es tu culpa.
-- Ramón deja de juzgar ¿si? No me recuerdes más esa porquería, odio eso, olvida lo que paso esta mañana.
Seguí comiendo molesta esta vez, no temo sus palabras de "Consuelo" , esto es una de las razones que odio al "periodo menstrual" te arruina la vida, deja momento vergonzosos que jamás olvidaras.
KIM NAM JOON
Talvez fue mi culpa lo que paso en la mañana, cosas de mujeres, aún así debo soportar sus berrinches 1 semana, creo que esta vez estará peor que en las otra veces ya que inicio mal. Solo por eso no diré nada, ya e lidiado con esto antes, no será tan difícil.
Después del desayuno nos pusimos abrigos, salimos a caminar por la playa llenas de embarcaciones pequeñas, la mayoría de las personas vendían y comparaban peces en las orillas serca del muelle. Como ambos íbamos muy abrigados por el frío y que además yo tenía una gorra que ocultaba mi rostro, nadie me notaba, ella solo tenía puesto su gorro de lana color rosa y blanco.
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Platicamos poco, aún así sostenía su mano, para demostrarle que no estaba molesto.
Paso así el día entero, vino el auto con mi chófer, era hora de irnos, viernes por la noche a horas 6:45 pm, subí sus maletas y la mía. Nos despedimos de sus amigos Alex el Japonés y Katy la Mexicana.
El viaje fue muy largo como de 4 horas supongo, llegamos a mi departamento, por como estaba no iba a incomodar haciendo que que duerma conmigo, le di una habitación separada de la mía, ayude a meter sus 2 maletas, agradeció, yo solo feliz porque ahora estaría conmigo bese su frente y salí para que se acordará.
A N G I E
Después de acomodar mis cosas tome un baño para sentirme mejor, me puse la pijama de color crema, un pantalón suave largo con su conjunto, el suéter del mimo color y también con las mangas largas, tenía una coleta de peinado con el flequillo que tenía al lado de cada mejilla.
-- Hoy, creo que hoy me equivoqué, no debí haberle así a Nam, siempre estuve diciendo algo directo y bipolar... debería de ir con él.
Me levanté de la cama, fui a su habitación, al entrar no poder verlo, sin embargo me llevé una sorpresa, una chica estaba buscando en la mesita de noche cerca de su cama, camine hacia ella para detenerme a unos 2 metros de ella.
Se dio la vuelta para verme ; Era blanca, su rostro delgado y muy maquillada, me miró de pies a cabeza, metió otra vez su mano en la caja, pero no vi que volviera sacar.
-- ¡Por qué volviste! Pensamos que te habías muerto, pero veo que tienes suerte, eso cambiará.
Solo vi cuando levanto su mano sacando de la caja una tijera, se lanzó arriba de mi, haciendo que caiga de espaldas, sujete sus ambas manos para tratar de contenerla, para no salir lastimada o ganar tiempo.
-- ¡Ayuda! ¡Nam! ¡Porfavor alguien!
-- ¡de esta nadie te salvará!
Con una sonrisa malévola y molesta trando que suelte sus manos, siguió, quería sin dudas no solo asustarme sino terminar con mi vida.
-- ¡cucaracha debiste quedarme en tu continente! !¿Primero a Jungkook y ahora Namjoon?! Haz cavado tu tumba.
No entendía lo que decía pero lo que era seguro era que conocía bien a ambos y sabía de mi relación que tuve con Jungkook y ahora con Nam.
Solo pensaba que estaba loca, ya no tenía fuerzas para seguir luchando, baje mis manos iba a levantarlas otra vez hasta que... con fuerza calvo la tijera me mi brazo izquierdo haciendo que de un gran grito de dolor, sentía el metal dentro de mi piel la sangre no tardo en salir.
-- ¡AH!
-- ¡Te dije que no te metieras con ellos! ¡Estúpida!
Senti un fuerte golpe en mi cabeza, me había golpeado con la lámpara, no pude sentir el dolor pues mi mente se empezó a opacar hasta que al final termine desmayandome.
C O N T I N U A R A | | |
Esta largo, bueno, ya nos acercamos al final, la historia terminará antes del capítulo 30.
