Protegeme [Carl Grimes]

Capítulo 1: Un día más

La historia está narrada generalmente por Maya, su forma de pensar se adecua a su edad en el libro y a medida que pasa el tiempo la narración va cambiando, así como su forma de pensar. Algunas veces (en este primer libro) el narrador omnisciente relatará lo que sucede con los demás personajes a los que omito narración propia.

Primer libro sin contenido explícito (sexual, violento, lenguaje obsceno)

Me encontraba ahí, sola, caminando por un bosque, sin ningún lugar a donde ir, con una camisa manchada y agrandada, un pantalón corto y amarrado, unas botas viejas, sucias y rotas por donde se miren.. y en mis manos, una simple una navaja.

Y en mi cinturón, mi arma..

¿Quién lo diría, no?

Una simple niña como yo, portando un arma de fuego. Un arma mortal.

Camino sin rumbo alguno. Con la esperanza de encontrar aunque sea una cantina abandonada en el bosque, donde pueda encontrar algo de comida..

He olvidado cuando fue la última vez que me llevé un bocado de comida enlatada o una simple fruta a mi boca, sin embargo, el rugir desenfrenado de mi estómago me hace saber que necesito encontrar algo para ingerir lo más pronto posible.

Se oyen gruñidos de caminantes a pocos metros, así que como costumbre estos últimos días, los ignoro y procedo con mi búsqueda, dando pasos sigilosos y un poco torpes al mismo tiempo.

El crujir de las hojas bajo mis botas.. lo dificulta todo.

Mis ojos se pegan en la pequeña cabaña que se topa conmigo a unos cuantos metros, y sin dudarlo, me apresuro hacia ella y abro con cuidado la puerta, todo es un completo desorden, con el arma ya montada en mi mano, y en guardia, me dirijo en busca de la cocina que se supone que debe haber, sé que allí habrá algo de comida.

O al menos es lo que ahora anhelo.

Reviso cada estante de la alacena, logro encontrar sopa enlatada y cereales, así que los guardo en una bolsa improvisada que cargo en mis bolsillos.

Subo las escaleras en busca de ropa, así que abro la puerta de una habitación y un caminante sale de la nada, se dirige hacia mi con la única intención de mordisquearme y sin más preámbulo, clavo mi navaja en su cráneo.

Me alejo del cuerpo putrefacto que ahora yace en el suelo de madera y cierro aquella puerta.

Bajo las escaleras con rapidez, y salgo de esa cabaña, sigo mi camino en busca de mas.

Una vez alejada del frondoso bosque, tomo una vía de tren que lleva a quien sabe dónde.

Leo los carteles colgados a un lado de la vía, con dificultad, y logro descifrar "Terminus", y no me queda otra que tomar ese atajo..

Sigo caminando hasta que me congelo en mi lugar cuando siento un frío material duro colocarse detrás de mi cabeza, y ahora mismo, se con exactitud que se trata de un arma.

Respiro con dificultad cuando el miedo comienza a calarme los huesos, y cierro mis ojos.

Estoy totalmente quieta, y suelto mi arma mientras levanto los brazos con calma.. en señal de rendición, de inocencia, o lo que sea que pueda transmitir a mi atacante ahora.

— ¿Quién eres? —una voz ronca y pastosa sale detrás mío, y se quién sea que me apunta ahora, es un hombre.

— S-Soy Maya, mi nombre es Maya.. busco sobrevivir, al igual que todos.. —suelto titubeando.. los nervios me juegan en contra ahora mismo, y siento la necesidad de echarme a correr, pero no lo hago.

— Vendrás conmigo.. —espeta y siento como aleja el arma de mi cabeza, una oleada de alivio me invade en el momento que sé que no voy a morir, o por lo menos ahora mismo.

— Soy Rick.. Rick Grimes. Hay alguien más contigo, un grupo, tus padres.. ¿alguien? —suelta afirmando, pero luego volviendolo una pregunta. Sin más volteo a ver al sujeto, éste me observa despectivo. Es mayor, no como un abuelo.. pero es mayor.

— Me separé de mis amigos, Tyreese y Sasha. Es a ellos a quien busco.. aparte de sobrevivir —mascullo nerviosa.

— Entonces.. acompáñame —sugiere y retrocede sin dejar de observarme con cierta confusión, no he dejado de tener miedo, pero dudosa y casi resignada a cualquier peligro; lo sigo.