Capítulo 6

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Lauren se despertó aquel lunes por la mañana, después de un domingo por la tarde con Camila, de dos días llenos de Camila, que todavía no podía creerse. Fue entonces, a partir de ahí que Lauren Jauregui decidió cambiar muchas cosas sobre ella, que tal vez no necesitaba cambiar por ser quien era, por tener la autoridad que tenía, pero, por Camila, cambiaría desde su actitud conservadora, hasta su manía por planearlo todo; diseñar, construir, entregar.


Tal vez todo estaba sucediendo muy rápido, Lauren no sabía qué pensar, más porque sabía que Camila tenía razón; si lo pensaba mucho, se sentiría culpable, pero en realidad Camila le gustaba, pero no podía caer de nuevo en un juego amoroso, no podía enamorarse de nuevo, no quería que le volvieran a romper el corazón, le costaría demasiado volver a recoger cada pieza.


Todo lo hizo como siempre; se duchó con agua tan caliente como pudiera soportar, sirvió un poco de Granola en un tazón y le vertió un poco de yogurt simple y unas cuantas fresas, lo devoró mientras se aplicaba la misma cantidad de maquillaje de todos los días; delineador negro en ambos párpados, mascara en las pestañas superiores, un poco de brillo para encandecer un poco sus labios y listo. Llegó a su clóset y decidió dejar de ser aburrida para ir a trabajar, entonces, en vez de ponerse gris y negro, decidió arrojarse, por primera vez, una blusa roja manga larga de botones, un blazer blanco, pantalón de denim ajustado a sus piernas y una botas Manolo Blahnik que nunca había tenido el valor de ponerse; de cuero genuino y café oscuro, tacón de aguja y correa a lo largo de la funda que se extendía hasta por debajo de la rodilla. Encima se arrojó su Altuzarra negro y su Hobo Bag de YSL.


- Buenos días, David- saludó Lauren al entrar al estudio, lo vio coqueteando con la nueva secretaria de la Trifecta.


- Lauren, ¿por qué tan...casual?


- Este estudio necesita un poco más de...playfulness, ¿me explico?


- Arquitecta, ¿qué le hicieron durante el fin de semana?- se acercó David a Lauren, tomándola por el hombro mientras Lauren revisaba su caja postal. – A caso... ¿le hicieron el amor?- susurró a su oído.


- David, de verdad que usted sólo tiene la cabeza puesta en el sexo...- rió Lauren, habiendo tenido piel de gallina desde que David pronunció aquellas tres palabras, pues una película mental de su fin de semana le pasó por su cabeza. – Por cierto...no sé si ya le dijo Volterra, pero...no, olvídelo, no me corresponde a mí decírselo- bromeó Lauren, sabiendo que con eso se lo quitaría de encima y le provocaría estrés por el resto del día hasta que Volterra le dijera que todo estaba bien. – Buenos días, Gaby, ¿alguna novedad?- saludó a su secretaria, pasando a David por el olvido.



- Buenos días, Arquitecta. A las diez tiene reunión con Miss Roberts, a las tres con Mrs. Hatcher


- Perfecto. ¿Ya vino la Licenciada Cabello ?


- Sí, hace diez minutos...se ve diferente, Arquitecta


- Gracias, Gaby. Hazme un favor, tengo que planear unas cosas de Boston con la Licenciada, no me pases llamadas ni personas, por favor, te aviso cuando esté libre



Gaby asintió y vio cómo Lauren cerraba la puerta de su oficina con una vibra diferente a la de los años anteriores. Arrojó su bolso y su abrigo en el perchero de la entrada y caminó lentamente hacia Camila, que estaba sentada en su escritorio y dándole la espalda a la puerta.



- Buenos días, Licenciada- susurró Lauren al oído de Camila, abrazándola por sus hombros.


- Mmm...la espera se me estaba haciendo eterna, Arquitecta- giró su cabeza hacia la izquierda, en donde Lauren había posado la suya y le dio su beso de "buenos días". – ¿Por qué te noto diferente?


- No, no tengo nada distinto


- Sí, te has vestido con diferentes colores, hasta un poco menos formal


- ¿Te molesta?


- No, al contrario, me gusta más que la Lauren seria- dijo, sentándose sobre su escritorio y abrazando a Lauren por su cuello con sus muñecas.


- Tú te ves espectacular, como siempre- murmuró Lauren, dándole besos en el cuello. – Creo que te has abotonado demasiado arriba tu blusa... ¿te parece si la desabotono en dos?- preguntó, halando con su dedo su blusa y desabotonando dos botones, dejando un poco de escote a su vista. – Así está mejor...- besaba el escote de Camila con sumo cariño, abrazándola por la cintura. El teléfono de la oficina sonó y Lauren, con un suspiro de enojo, contestó.


- Gaby, estoy ocupada, ¿qué se te ofrece?


- El Arquitecto Volterra quiere verla, Arquitecta


- Voy en un momento- colgó. – Mmm...Volterra quiere verme, dame otro beso para poder irme tranquila- Camila le dio un beso un tanto feroz, mordiendo su labio inferior con un poco de lujuria, después de todo, Lauren había estado besando su escote y la había empezado a descontrolar. Camila limpió los labios de Lauren con una sonrisa, susurrándole un sensual "aquí te espero".



- Alec, buenos días- dijo Lauren después de haber tocado la puerta.


- Ah, Lauren, pasa adelante, siéntate. Quería verte por tres cosas, la primera, ¿cómo van las cosas con la Licenciada Cabello ?


- Alec, van muy bien, es muy buena en lo que hace, no estorba como David, trabaja de lleno y aporta, no como tu adorada Trifecta, que no pueden construir una pared sin que tenga un desperfecto...


- Siempre muy puntual, ¿eh? Como sea, cuando tengamos espacio, te quitaré a la Licenciada de encima, en dos meses aproximadamente


- ¿Habrá recorte de personal?


- No estoy seguro, pero tendrás tu oficina para ti sola de nuevo


- Alec, de verdad, Camila no es ninguna molestia, déjala ahí el tiempo que quieras


- ¿Camila? Ah, ¿ya son amigas?


- Soy una persona muy sociable aunque no lo parezca, Alec...


- Bueno, como tú digas. La segunda cosa es que quiero que vayan a supervisar el proyecto de los Hatcher


- ¿Vayan?


- Sí, David, Camila, Robert y tú


- Está bien, ¿cuándo nos quieres allá?


- La semana del cinco de noviembre- Lauren asintió, apuntándolo en una nota mental que habría preferido olvidar o que nunca hubiera pasado. - ¿Cuándo te vas para Roma?


- El catorce de diciembre si está bien contigo


-¿Por qué tan temprano?


- Quisiera pasar con mamá el día de su cumpleaños y también Navidad, cumple el dieciséis...


- Per me va bene, cara mia


- Bene, é tutto qui?


- Sí, si può andare...


- Grazie, architteto Volterra


- Prego...oh, solo una cosa più...- dijo Volterra cuando Lauren ya estaba puesta en pie y lista para retirarse. - Oggi sei bellissima, Lauren- sonrió.


- Grazie, Alec, buona giornata- guiñó su ojo y se abrió camino para retirarse.

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora