Capítulo 31

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- No es posible que tengas hambre, Lauren- rió Camila, sintiendo el estómago de Lauren rugir por inanición severa, como si no hubiera comido tanto en las últimas cuatro horas.



- Quiero comerte a besos- Camila se rió a carcajadas por lo cursi, quizás hasta por raro del comentario. – Pidamos algo de comer, pero lo comemos aquí- y silbó fuertemente para llamar a uno de los meseros del bar, que uno llegó corriendo ya listo para tomar la orden. - Dýo pítes, éna arní kempáp, kai dýo pago̱méno tsái- ordenó, manteniendo sus dedos en el aire; mostrándole un "dos".



- Lemóni í rodákino?- preguntó aquel mesero, apuntando todo en una libreta arrugada y descuidada.



-Rodákino- respondió Camila, volviéndose a Lauren para obtener la sonrisa de apreciación de "me alegra que sepas que me gusta más el melocotón y no el limón".



El mesero se retiró sumamente nervioso, como si fueran sus primeros clientes o su primer día de trabajo, se retiró corriendo, botando la charola sobre la arena y recibiendo una mirada de desaprobación de su, presuntamente, jefe. Camila y Lauren volvieron a lo suyo, a su abrazo frío mientras contemplaban, en silencio, la oscuridad de la noche, con el agua tibia ya apenas llegándoles a los pies; la marea baja empezaba a notarse junto con la baja de brisa.



- No entiendo por qué, cuando el sol se va, la gente se va también, como si el mar, de noche, les diera miedo- murmuró Lauren indignada ante la remota cantidad de gente que quedaba sobre aquella playa.



- Quizás están cansados, o tienen hambre- los excusó Camila, notando la falta descontento en Lauren.



- No, digo, sí...pero la playa no sólo "sirve" cuando hay sol



- ¿A qué te refieres?- susurró Camila, paseando sus dedos por los muslos de Lauren, que estaban cubiertos de un poco de arena, sacudiéndolos suavemente y dejándolos suaves como siempre.



- Digo, aquí puedes comer, nadie te está sacando a patadas



- Muy cierto, mi amor...care for a swim after dinner? El agua está tibia- sonrió, reacomodándose y retirándose del pecho de Lauren, haciendo que Lauren se estremeciera por la brisa marina, ese pequeño frío al despegarse de ella.



- Sure- y posó su frente contra la de Camila, escuchando a lo lejos el trote torpe del mesero, quien se acercaba hacia ellas, tambaleándose entre las dunas miniaturas de arena floja- Ekeí- murmuró Lauren, poniéndose de pie y sacudiendo la arena de su trasero con su mano izquierda mientras, con la derecha, le apuntaba la mesa que dividía los chaise lounge donde se sentarían a comer.



Devoraron aquellas pitas y aquellos kebabs de cordero como si realmente nunca hubieran comido, las dos, sonriendo en la plena oscuridad, pues había un par de reflectores que iluminaban, por partes, la playa y un poco del mar.



- Oye...- interrumpió Camila aquel silencio remoto que era interferido por el ruido suave del choque final con la arena de las pequeñas olas. Lauren levantó la mirada, encontrando la de Camila. – Te amo...- sonrió, como si no hubiera sido lo que tenía en mente decirle, pero la improvisación no estaba tan fuera de lugar.



- Yo también te amo, mi amor- repuso Lauren con aquella inmensa cursilería interna pero en tono plano y casual.



- Se te escucha muy bonito- ensanchó Camila su sonrisa mientras se arreglaba el cabello, ahora un tanto sucio y tieso por el agua salada ya seca, haciendo que Lauren se sonrojara que, aún en la oscuridad, Camila podía notarlo hasta con sus ojos cerrados. - ¿Nunca te lo dijeron?



- No, en realidad no le digo "te amo" a cualquiera...eres a la primera que se lo digo así



- Pues, se te escucha muy bonito, aparte que, cuando me lo dices, I feel like one step closer to your heart



- But you're already there...you're already in it- Lauren se hincó sobre la arena, colocándose entre las rodillas de Camila, acariciando sus muslos con sus manos y estirando su cuello hacia el rostro de Camila, que la esperaba inclinada hacia ella para unirse en un beso cálido y tierno como sólo los más enamorados pueden dar. – Swim?



- Thought you'd never ask- susurró, rozando su nariz con la de Lauren mientras la sostenía con ambas manos por su quijada.



Se dirigieron a la orilla, para ver la luz de los reflectores penetrar aquel agua cristalina y haciéndola ver más llamativa de lo que probablemente era, denotando crudamente las áreas que tenían rocas y las áreas que no. No era que los reflectores alumbraran directamente al agua, era parte del reflejo, pero alumbraban, más que todo, el área de los chaise lounge y el conjunto de mesas que estaban apiñadas en una esquina y que eran parte del restaurante en el que habían almorzado. Desde donde estaban podían ver lo vacía que estaba ya la playa, lo desértico que se veía mientras empezaban a guardar los colchones de los chaise lounge y los doblaban por mitad como en una operación fugaz y desesperada por terminar, que hasta donde estaban Lauren y Camila terminaron por desmantelar pero dejando sus pertenencias sobre la mesa.



- ¿Cómo te sientes?- preguntó Lauren a Camila, tomándola por la cintura y trayéndola hacia ella.



- Muy bien- susurró, dejándose atraer.



- ¿Por qué?



- Porque estoy contigo- se sonrojó, hundiéndose un poco entre sus hombros pero dejándose besar por Lauren, uniéndose en aquel beso, haciéndose una, calentándose los cuerpos y reviviendo las ganas por estar más juntas que en ese momento.

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora