Capítulo 7

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- ¡Salud!- corearon las dos, viéndose a los ojos y sonriéndose. Golpearon suavemente sus copas, llenas hasta ¾ de Dom Perignon frío. Bebieron un sorbo de aquella espectacular bebida espumante, sintiendo cómo enfriaba desde su boca hasta su estómago y cómo ese frío lo calentaba la mirada de la otra.



- Sabe muy rico- dijo Camila, tratando de romper el hielo.


- Es especial

- ¿Qué tiene de especial? A parte de ser caro, supongo



- Es un Dom Perignon Vintage...del ochenta y cinco, año en el que tengo entendido que naciste- sonrió, bebiendo otro poco de su copa.


- Eres muy detallista, nunca lo hubiera imaginado, ¿sabes?



- Don't judge a book by its cover



- No te juzgué, sólo no me lo imagine...fue muy lindo lo de ahora por la mañana, en verdad me pusiste una sonrisa crónica



- Sí, esa sonrisa que hace que se me olviden todos mis problemas, esos camanances...- sonrió, apoyando su quijada en su puño mientras se apoyaba de la mesa con su codo, inclinándose hacia Camila, quien se sentaba en frente suyo.



- Basta, me sonrojas...- era algo tan usual en Camila desde hacía un par de días. – Bueno, a lo que vinimos, ¿te parece?



- Si, veamos qué vamos a comer...- murmuró Lauren, abriendo la carta y desviando su mirada de los ojos de Camila.



- ¿Me dejas escoger y pagar?



- Momento, no abuses, sólo puedo dejar que escojas



- ¿Cuándo voy a poder pagar algo yo?- preguntó Camila, un tanto molesta e incómoda, pues desde que había empezado a trabajar con Lauren, nunca había tenido la oportunidad de hacerlo.



- Eso es porque tú pagarás el postre...que no está en "Gilt"



- Lauren, no me puedo comprar como postre, soy gratis, era una pregunta seria- dijo Camila, todavía más molesta.



- Camila, no era broma...- dijo Lauren, un tanto a la defensiva y asustada por habérselo tomado de esa manera. – Se me antoja un poco de chocolate de "François Payard"



- Lo siento, creí que bromeabas



- Me pareció lindo que te consideraras un postre- sonrió, girando con sus dedos la copa de Dom Perignon desde el tallo, viendo cómo las burbujas salían a flote, soltando ese ataque de aroma floral al que Lauren inhalaba como si fuera cocaína.



- ¿Y lo soy?- preguntó Camila, con cierta malicia, paseando su dedo índice lentamente por su cuello, marcando exactamente en dónde Lauren le había dado besos en la mañana.



- No, no te considero un postre, te considero una mujer; enteramente mujer, a la que me gustaría besar todo el día y toda la noche...y tal vez acompañarla a su apartamento y meterla a la cama



-¡Lauren!- exclamó Camila sonrojada, tan roja que hasta el pecho se le tornó un tanto rojizo.


- Digo, con "meterla a la cama" me refiero a acobijarla y esperar a que se duerma para poder yo estar tranquila


- ¿De verdad quieres hacer eso?


- En efecto


- Después de Payard, te llevo a mi cama, her-mo-sa- dijo Camila, recordando cómo había separado Lauren las sílabas por la mañana.


- Excuse me, Ladies, what can I get you for dinner?- interrumpió el mesero a las adorable Señoritas.



- We'll be having Scottish Langoustine and Herloom Tomatoes and...two Border Springs Farm Lamb, please- ordenó Camila, entregándole la carta en las manos al mesero mientras veía la sonrisa de satisfacción de Lauren.



- It will be my pleasure, if you'll excuse me- se excuse el mesero, llevándose ambas cartas y retirándose.


- Ahora si, Camila, ¿me quieres conocer?


- I'm thrilled- dijo, con una sonrisa después de haber bebido hasta el fondo su copa de champán.


- Bueno, voy a empezar a hablar sin parar, si tienes alguna pregunta, adelante, pregunta, hermosa. ¿Te parece?



- Me parece excelente- respondió, mientras vertía un poco de champán en ambas copas, algo que en "Gilt" no era lo usual, el self-service era mal visto, pero Camila no sabía y tampoco le importaba.



- Nací el ocho de noviembre del ochenta y cuatro, fue un jueves, por si te interesa...nací en Roma. Mi mamá se llama Laura...Peccorini- comenzó diciendo, dándose cuenta que estaba a punto de abrirse por completo con Camila. – Mi papá es de origen eslovaco, vivió hasta los doce en Eslovaquia, se llama Franco Jauregui. Mi mamá es, desde que me acuerdo, restauradora y curadora, hace como diez años que trabaja en el Vaticano en el grupo de curadores y restauradores. Tengo dos hermanos; mi hermano, Marco, es dos años mayor que yo, es consultor financiero igual que papá, no tenemos una buena relación, nunca la tuvimos...y mi hermana se llama Laura, es tres años menor que yo y ella se dedica al turismo- hizo una pausa.



- ¿En qué tipo de turismo está? Leí algo sobre el turismo tecnológico hace poco, no sabía que había tipos de turismo- interrumpió, bueno, no interrumpió pues Lauren hizo una pausa para beber un poco de Dom Perignon.



- No, hermosa, mi hermana es turista- rió. Camila rió por contagio, pero le gustó cómo Lauren intentaba no hacerlo sonar tan mal. – Sigo: mis papás se divorciaron en el noventa y cinco



- ¿Por qué?- interrumpió Camila, dándose cuenta que era algo sumamente personal y que no debía haber preguntado.



- Papá se metió un poco en la política, a mamá no le gustaba la vida pública, ya no podíamos ir a la escuela tranquilos, o de vacaciones porque se decía que todo lo pagaba Italia, que no era cierto, pero ese no es el tema. Después del divorcio, mi hermano se fue con papá, mi hermana y yo nos quedamos con mamá, desde entonces, Marco y yo no nos llevamos bien y no te sabría decir por qué exactamente, pues no fue hasta hace relativamente poco que tuve motivos para estar decepcionada de mi propio hermano, pero ese es otro tema. Bueno, me gradué de la "American School" en Roma en el dos mil dos, sólo llevé siete materias los últimos dos años, que fue en lo que me concentré; matemática, física, economía, inglés, italiano, español y política



- Por eso es que sabes algo de economía, hermosa, ya me había asustado que en Savanna no daban ese minor- rió. – Perdón, sigue



- Sé muchas cosas, como que tu talla de pantalón es dos con sólo verte, 34B, te gustan los Marlboro Gold aunque nunca me has negado uno Rojo, no eres una persona de vino blanco, no te gustan mucho las verduras; quizás sólo el pepino y la zanahoria, pero cruda, las frutas te gustan ácidas, you're not a party girl, you weren't one either, y estás sumamente interesada en la relación de Natasha y Phillip- sonrió y guiñó su ojo, callándose en cuanto vio que el mesero se acercaba con sus Entrées.



- Momento, momento... ¿cómo sabías de mis papás y de TODO eso?- preguntó Camila, habiendo agradecido al mesero por su entrada.



- Oye, se ve muy rico, buena elección- dijo Lauren, obviando por un rato la pregunta de Camila, sólo por hacerla esperar, pues la respuesta era sencilla.


- ¡Lauren, me muero por saber!


- Mmmm...Dios, qué buen gusto tienes, Camz- saboreó el primer bocado.



- Está bien, no me digas, have it your way- rezongó, molesta y cortando un tomate cherry y atravesándolo con sensual furia con el tenedor.



- Lo que diré a continuación es sumamente raro: te ves triplemente hermosa cuando estás molesta...sólo molestaba, claro que te diré cómo lo sé todo- dijo, sincera y cálida.



- Ah, ¿Lauren Jauregui bromea?- rió.



- Mi personalidad no sólo grita "trabajo", hermosa...pero bueno, al grano con la explicación. ¿Nombres de tus padres? Puse en Google "PASOK" y busqué el apellido "Papazoglakis" y voilá. Yo soy talla cuatro de pantalón y tú eres más delgada que yo, al menos de las caderas eres más pequeña, por lo tanto un cuatro no te queda, fumas demasiado despacio los Marlboro Rojos y mantienes muy poco tiempo el humo, pepino porque pediste extra pepino en el Kebap la vez pasada, zanahoria por tu bronceado, las frutas ácidas porque te he visto comer uvas verdes, granny Smith apples, partygirl no fuiste porque no te molesta ir a una fiesta, no eres partygirl porque disfrutas una fiesta tranquila como la de Margaret...y te interesa mucho Natasha y Phillip porque cada vez que menciono a alguno de los dos, siempre hay una pregunta que le sucede...



- You're good...too damn good- dijo, casi boquiabierta, pues Lauren no había hecho nada menos que leerla como persona.



- Gracias, hermosa, todo un placer- guiñó de nuevo su ojo derecho. Era algo que solía hacer sólo con Natasha y ahora con Camila, algo que le salía natural cuando su ego se inflaba un poco más de lo normal o cuando quería seducir.



- ¿Qué música te gusta?¿Qué comida te gusta?¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?- atacó Camila a Lauren con preguntas, pues ella no sabía leer a las personas.



- Comenzaré por lo más sencillo, la comida. Como de casi todo, sólo la mayonesa no me gusta mucho, ni el relish o la salsa tártara...me fascina la comida oriental, hay un lugar de comida asiática en Brooklyn que es demasiado para mí, podría comer todos los días de ahí...me gusta el champán, no me gusta la cerveza, me gustan los cocktails; "Masa" tiene los mejores cocktails, de eso las caipirinhas, las margaritas, sex on the beach, Martini, common cocktails...me gusta el Vodka...no puedo vivir sin Pellegrino, y digo Pellegrino porque es la que más gas tiene. ¿En mi tiempo libre? Hago Fencing con Natasha...me gusta dormir, leer, viajar, comer...- terminó de devorar su entrada, viendo que Camila hacía rato se la había terminado y sólo la escuchaba, con una sonrisa idílica. - ¿Música? Hermosa, a mí puedes ponerme a escuchar lo que sea menos eso que conocen en Colombia como el "Choque", eso es como diez niveles por debajo de lo que es pecado en esta vida, sin ánimos de ofender a nadie...No escucho ni bailo "choque" ni eso del Daddy Yankee o lo que sea, grew up in Italy and in the nineties, entonces me gusta, por costumbre, Britney Spears, Laura Pausini, Spice Girls son mi placer pecaminoso, luego me gusta mucho Beethoven y Chopard, algunas de Mozart- concluyó, dejando a Camila con tanta información en su cabeza, dándole vueltas sin sentido; un verdadero caos.

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora