Capítulo 2

6.5K 343 331
                                    


Lauren veía a Natasha y a Phillip besarse con demasiada pasión, la misma pasión con la que ella quisiera besar a alguien. Cuando pensaba en "alguien" ya no pensaba en Ryan Reynolds o en Josh Duhamel, sino más bien sólo el nombre "Camila Cabello" le pasaba por la cabeza. Veía cómo Philip se desvivía por Natasha, él era tan guapo por sí sólo que hasta Lauren lo consideraba guapo, primer novio de Natasha al que consideraba "extremedamente out of this world y sensacionalmente guapo". Era alto y fornido, siempre usaba traje con tal desdén que lo hacía ver sexy y hasta despertaba las curiosidades de los homosexuales ahí presentes. Cabello negro y significativamente largo, lo suficiente como para peinarlo hacia atrás y al lado izquierdo. Piel blanca, ojos café claro como miel, nariz recta y un tanto gruesa del tabique, con barba de tres días que lo hacía ver aún más interesante. Tenía manos grandes y fuertes, parecía que Natasha podía quebrarse entre sus musculosos brazos. Tenían sexo de todo tipo: como bestias y como un par de enamorados. Habían decidido no vivir juntos para permitir la sobrevivencia de la vagina de Natasha y mantener el deseo, mientras decidían casarse, demasiado despierto.



-Te noto pensativa, Lo, ¿todo bien?- gritó Natasha a su oído por el ruido de la música.


-Vamos afuera, hay mucho ruido aquí- gritó de regreso, tomándola de la mano y dirigiéndose hacia afuera.


- Looks like someone needs a hug- Natasha encendió un cigarrillo e inhaló una vez, luego se lo dio a Lauren. Nuestra Arquitecta se dejó abrazar, ya necesitaba uno de esos, uno de los que sólo Natasha sabía darle cuando más lo necesitaba, de esos que sólo su mamá había podido superar, sí, Lauren sufría todo el tiempo de homesickness, Lauren no era de piedra. – Ahora sí, déjame limpiarte esa lágrima y cuéntame lo que pasa, I've got your back no matter what, ¿entendido?


- Nate, ¿alguna vez has pensado en qué pasaría si Phillip te dejara?


- Oh, we're talking big leagues here, go on.


- O sea, no puedo describir ni imaginarme lo mucho que lo adoras, pero si te llegara a dejar, después de tu depresión, o en medio de tu furia, ¿considerarías reemplazarlo con otra persona?


- ¿Persona? Vamos, Lo, sólo dilo.


- No me hagas decirlo, ya sabes a lo que me refiero


- Lo, tienes que estar cómoda con ello, sólo dilo y se te quitará un peso enorme de encima


- ¿Odiarías a los hombres y considerarías una mujer?


- Lauren Michelle Jauregui Peccorini, ¿quién es la que te está causando esa inseguridad?


- Vamos, no es como que haya alguien, sólo pregunto.


- Y yo me chupo el dedo...


- Pues- rió- de que te lo chupas, te lo chupas.


- Eres una asquerosa...- rió Natasha, arrojando la colilla de su cigarrillo al suelo y pateándola. – No sé si me estaría pasando de la línea de la confianza aquí, pero me permito opinar al respecto, y digo dos puntos: tu relación con Fred, si es que se le puede llamar relación, es más dañina que el cáncer, presiento que debe ser una mujer muy, pero muy indescriptiblemente despampanante para que te haga considerarlo, ¿sabes si a ella le interesas? No respondas todavía, el punto es que...vivimos en el Siglo XXI, en donde hombres bailan con hombres, mujeres con mujeres, mujer y hombre viven juntos sin haberse casado, sólo el 19% de las mujeres Pop-Culture llegan vírgenes al matrimonio, vamos, Lauren, ya no estamos en la era de piedra, tú y sólo tú puedes juzgar lo que haces, ¿quieres tener un poco de diversión? Para eso existe una fila de machos que conozco que estarían dispuestos a tener una cita contigo, pruébalos. ¿Quieres experimentar otros aspectos de la vida? No te metas en las drogas, métete con otras personas nada más, métete a yoga, a algo, no sé. ¿Quieres tener una aventura? Pues, tu compañera de trabajo está como Dios manda y, por tu expresión, supongo que de ella hablamos, la tal Licenciada Papazoglakis, ¿no?



- Eres la segunda persona que la llama Papazoglakis, ¿qué con eso?


- Oh, Lo, mi trabajo es correr perfiles de todo el mundo, para eso hay una cosita muy graciosa que se llama "List-Running-Software" y es lo que utilizamos todos y cada uno de los que hace PR para Project Runway...ahora, Camila Papazoglakis es la misma Camila Cabello, se deshizo del apellido de su papá por no sé qué motivos, pero ambos apellidos me suenan demasiado sensuales y, en su fotografía de CV no se veía nada mal, parecía postre- rió. – Además, Cabello...su tatara-tatara-uuuu-tatarabuelo fue el que construyó el puente de Cabello , en Venecia.


- Eres una stalker, babe, pero gracias por la información.


- Gracias por el cumplido. Entonces, no es como que estarías cometiendo un crimen si decides explorar los labios de una mujer y con labios me refiero a...bueno, tú sabes... sólo asegúrate de que no tenga ninguna ETS...y dejarás de preocuparte por la disfunción eréctil de Fred y su pequeño Fetiche por tus tangas...Have fun, you only live once...y si no quieres que se enteren, soy una tumba, babe


- Gracias, Nate, supongo que tienes razón...pero, ¿cómo sé si es o no es o si estamos en la misma página?


- Llevan semana y media trabajando juntas...ya no es la confianza del desconocimiento, ¿la tienes en iMessage o en Whatsapp?


- Y en Spotify y en Facebook y en Twitter, ¡Claro que no!, apenas y tengo su número de teléfono...


- No cabe duda que la tecnología es tu peor enemigo, sólo sabe de Sketch-up y de Indesign y de no sé qué más...pero de algo tan simple como Whatsapp no...irónico, pero por eso te adoro.


- Tu punto era que....

- LLÁMALA o mándale un mensaje de texto si tanto te da pena llamarla.

- ¿Y si no funciona?


- No lo sabrás hasta que lo intentes, hermosa. Ahora, cambia esa cara y ven adentro a tomar un Martini seco conmigo- Nate la tomó de los hombros y la iba empujando hacia adentro, saludando de paso al Bouncer.


- Estoy cansada, en un rato me voy- gritó Lauren ya en contra del abrumador ruido, era algo como una mezcla de Whitney Houston con The Wanted, nada agradable, mal DJ. Natasha pidió los Martinis y los bebieron hasta el fondo, Lauren pidió otro mientras Natasha era secuestrada por los brazos de Phillip.


- Tengo algo para ti- susurró Fred al oído de Lauren.


- Sólo me va a emocionar si comienza con C y termina con A...o si es un cigarrillo- dijo Lauren, dándole un último trago a su Martini.


- No te entiendo, hermosa, pero traje un par de líneas para que tú y yo nos pongamos en sintonía


- Fred, tú no cambias...ya te he dicho que no quiero probar tus líneas de polvos mágicos, inhálalas tú solo, tienes más para ti- y Lauren se fue, sólo haciendo una parada para despedirse de Phillip y de Natasha, quienes bailaban algo que no se podía bailar.



Tomó un Taxi porque no quería caminar y, al llegar a su apartamento, después de abrir la puerta, se sintió, por primera vez, sola y miserable, como si su carrera y su trabajo no fueran nada. Extrañó aquellas veces que tuvo a Fred, a un Fred distinto, con el que podía acostarse y abrazarse toda la noche y despertar junto a él para ver la NBA. Fue ahí, y sólo ahí, que Lauren cometió el primer error del que nunca se iba a arrepentir. "¿Qué hace mi compañera de oficina un viernes por la noche y ya metida en su cama lista para dormirse?" le escribió a Camila, no sabiendo si era cierto.



Camila: Tengo miedo, ¿de qué ventana me estás espiando?

Lauren: No puede ser, ¿de verdad estás acostada ya? Apenas son las dos de la mañana

Camila: Tengo un poco de frío, por eso estoy acostada, ¿tú qué haces ya lavándote los dientes?

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora