Capítulo 9

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"Don't wake me up up up up up up" sonó desde el teléfono de Camila, hacienda que ambas se retorcieran de un dolor de desvelo entre aquellas sábanas tibias. "I don't wanna fall unless I'm falling for you" continuó sonando mientras Camila y Lauren buscaban a ciegas ese iPhone, Camila molesta, Lauren molesta pero divertida porque la canción era totalmente acertada.


- ¡Lo tengo!- gritó Lauren, levantando aquel teléfono como si fuera trofeo o invención.


- Perdón, Arquitecta- murmuró Camila, abrazando a Lauren; estaba tibia, perfecta para las manos de Camila.


- Si esa cosa no suena, creo que no me despierto, Licenciada- rió Lauren, recostándose de nuevo, tratando de ganar tiempo. – My God...it's only Tuesday...- suspiró, vencida y cansada, tal vez era ese pequeño malestar de esa mini resaca de Dom Perignon.


- Son las cinco y media de la mañana, te puedo prestar ropa si quieres; ropa que todavía no me han visto en el Estudio...y te bañas aquí...conmigo...y te compenso lo de anoche- murmuró Camila, tomando a Lauren de la mano, entrelazando sus dedos y besándolos; uno por uno.


- Tentadora propuesta...pero creo que tus pantalones no me quedan, tus blusas tampoco- rió, peinando a Camila todavía en la oscuridad. – Pasaré comprando algo camino al trabajo


- Momento, ¿comprarás ropa?


- Es correcto, mi amor...ahora, ¿dónde están esos labios?- preguntó Lauren, con hambre de Camila, sólo quería quedarse ahí así, no quería ir a ver a Segrate; con quien iba a revisar el plano de la cocina de los Hatcher.


- Aquí- susurró Camila, llevando la mano de Lauren a su entrepierna. Y le dio sus labios, tanto sus labios vaginales como sus labios bucales.


Lauren se volvió un poco hacia Camila, poniéndose sobre su costado, besando sus labios mientras jugaba con sus labios mayores con sus dedos. A Lauren le costaba concentrarse; era el olor de Camila, un olor a L'Air de Nina Ricci con un poco de sueño, el sabor de sus labios, la textura de su vulva, era demasiado para sus sentidos. Camila abrió sus piernas para los dedos de Lauren, que la recorrían desde su vagina hasta su clítoris; presionando su vagina pero no introduciéndose para luego recorrer aquella cavidad húmeda hasta su clítoris, separando sus dedos para acariciarlo a cada lado y presionarlo entre ellos.


- Hazme tuya...demuéstrame que quieres hacerme lo que quieras- murmuró Camila entre besos y gemidos suaves.


- Súbete- ordenó Lauren, dejando a Camila si saber qué hacer. – Quiero ese clítoris aquí- dijo, señalando con su mano por encima de su cabeza para tocar sus labios.


- ¿Estás segura?- preguntó Camila, extrañada.


Lauren asintió y se recostó sobre su espalda, quitando un par de almohadas para no quedar muy arriba y que Camila se pudiera hincar sobre su cabeza. Con su clítoris sobre los labios de Lauren, sus muslos abrazando su cabeza y sus manos apoyadas sólo con la punta de sus dedos de la pared que había tras el respaldo de la cama. Lauren abrazó a Camila por sus muslos y la haló un poco hacia abajo para no tener que esforzarse mucho, después de todo eran las cinco y media de la mañana y la pereza era parte del proceso. ¿Lo excitante para Camila? Era sencillo; ver la cara de Lauren mientras se la comía toda, ver cómo le clavaba la mirada en la suya como queriendo decir "¿ves lo que te hago?" y escuchar, de primera mano, aquellos ahogos de Lauren, esos ahogos sensuales que sonaban más bien a gemidos.


Lauren, sin tener experiencia alguna más que la del fin de semana, usó cada uno de los componentes de su boca; sus labios, sus dientes y su lengua, para lograr que su Camila se "corriera" o se "viniera", verbos que Camila utilizaba y que a Lauren le parecían un tanto obscenos y a veces grotescos pero que tenían cierto aire sensual y juguetón. La lengua de Lauren era especial, un tanto larga y ancha, y aún así, lograba tener la forma óptima para lamer desde la vagina de Camila hasta su clítoris. Primero lamió por encima, sólo sus labios mayores, hinchándolos a su paso, humedeciéndolos con la mezcla de su saliva y sus jugos, que esa mañana en particular sabían al mejor desayuno para la pizca de resaca que había en Lauren. Con sus manos jugaba con el trasero de Camila, lo apretaba suavemente, lo separaba y rozaba su ranura, sólo apenas, para subir por ahí y acariciar su espalda y bajar por sus caderas hasta sus muslos y de nuevo.


Camila era otra historia, en su cabeza sólo pasaban las sensaciones más exquisitas y pervertidas que alguna vez le pasaron; era el momento pues estando ella realmente sentada en el rostro de la Arquitecta le parecía obsceno, sucio y de mal gusto, but she felt quite sexy being that dirty. Sonreía hasta donde podía si no era porque Lauren le provocaba un gemido repentino por una succión de sus labios menores o el roce de la punta de su lengua en la punta de aquel clítoris hinchado. La barbilla de Lauren se había llenado de los jugos de Camila, así de empapada estaría, los alrededores de su boca también, pero Lauren disfrutaba de una Camila así, empapada hasta más allá de su vulva, que Lauren aprovechó para recoger un poco con sus dedos y acariciar el ano de Camila con aquellos jugos tibios, sólo a estimularlo, cobrándose el accidente de Camila durante el fin de semana.


Y sí, Camila ya no sabía dónde sentía qué, sólo sabía que estaba inundada de placer y que, cuando Lauren besaba su clítoris, su necesidad biológica de correrse, se acercaba cada vez más. Y cuando Lauren le clavó sus dientes en su monte de Venus, que debo acordarles que era depilada, que Camila sintió que era algo demasiado bueno lo que se venía; un ataque a "Warp-Speed" a su clítoris con la punta de su lengua, tan rápido que Camila, automáticamente, llevó sus manos a sus senos y los apretujó con fuerza, echando su cabeza hacia atrás, gimiéndole al techo, mordiéndose su labio inferior por el lado izquierdo, excitación: nivel noventa y nueve.


- I'm burning through the skies, yeah, two hundred degrees: that's why they call you Mrs. Fahrenheit, you've got me traveling at the speed of light- cantó Camila entre gemidos, no sabiendo exactamente de dónde había salido eso, pero a Lauren le dio risa y fue su aliento tibio junto con una última succión en el clítoris de Camila que hizo que Camila diera ese respingo, deteniéndose del respaldo de la cama y sosteniéndose en el aire sobre Lauren mientras Lauren intentaba halarla de regreso por sus muslos para probar ese orgasmo, esos jugos calientes, esas palpitaciones.


"Don't wake me up up up up up up" sonó de nuevo, ambas rieron, más después de que Camila gritara un hermoso, sensual y malhablado "Siri, you bitch" mientras apagaba su alarma.


- Ugh, ya es tarde, son las seis- se quejó Lauren, tapándose hasta la cabeza con las sábanas.


- Amor, ¿qué has decidido? ¿Te duchas conmigo o vas a tu apartamento a hacerlo?


- Quisiera ducharme contigo, pero se me olvidó que tengo que estar a las ocho a más tardar en el estudio, tengo una reunión a las ocho y media y todas las tiendas las abren hasta las ocho; en media hora no escojo nada...


- Pero te debo una


- Veamos si podemos solucionarlo por la noche...espera, no, hoy en la noche no puedo; me voy a ver con James y Natasha y ellos...


- Bueno, bueno...¿me robarán a mi novia y no me piden permiso? How rude- rió, sabiendo que debía darle su espacio, no podía quererla sólo para ella.


- Puedes venir si quieres, te encantarán todos


- I'm gonna feel like an outsider


- I promise you won't, we're very nice people


- You're flawless to the point where it's not fair- sonrió Camila, dándole un beso a Lauren en sus labios, probablemente de despedida, sí, fue de despedida.

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora