Capítulo 30

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-¿Segura?- susurró Natasha a ojos cerrados mientras tomaban el sol de la manera más placentera y sedentaria posible sobre un par de chaise lounge en la playa de Elia.



- Sí, Natasha, no me voy a arrodillar- contestó Lauren, viendo aquel paradisíaco panorama como pocos en su vida.



- ¿Por qué?



- Explicación y digo dos puntos- se aclaró la garganta, viendo a Camila y a Phillip platicar en el agua del mar, se salpicaban agua cada ciertos minutos junto con risas. – Lauren Jauregui no se arrodilla ante nadie- dijo, en aquel tono egocéntrico del que probablemente sólo ella podía abusar y quizás no estaba tan mal. – Pero cuando lo hizo, Camila Cabello lo odió- rió, viendo a Camila sumergirse en el agua y emerger de ella con tanta gracia, juguetonería y sensualidad que Lauren se sintió orgullosa de ser su novia, pues escuchaba al grupo de muchachos franceses de la sombrilla de abajo hablar sobre lo atractiva que era Camila. – Y creo que no estamos para convencionalidades



- ¿Cómo piensas hacerlo entonces?- Natasha quería toda la información posible, le picaba por saber, saberlo todo.



- Nate, no lo voy a hacer todavía, y no es porque no quiera, sino porque es parte del plan



- Evasivas, mierda de evasivas- rió Natasha, apagando la alarma de su iPhone y dándose la vuelta para quedar sobre su abdomen y broncearse la espalda. – Vamos, Lo...por favor- sonrió, encarando a su mejor amiga, quien tenía los ojos cerrados y se empezaba a deshacer los nudos del bikini para no dejar marca sobre su espalda, o al menos la menor marca posible.



- Quiero algo diferente, no llegar y proponérselo, sino que hacerlo sin que se de cuenta



- ¿Cómo no se va a dar cuenta?- rió Natasha, jugando con la arena con sus dedos.



- Pues, digo, eventualmente se lo voy a proponer...pero quiero que sea de romántico y divertido, lo que hay en medio y los extremos...y eso es todo lo que voy a decir, pregúntame el otro mes por más información- sonrió, sintiendo el sol griego calentarle la espalda más de lo debido.



- Está bien- suspiró, enterrando sus manos en aquella arena tibia, como si eso la relajara aún más. - ¿Qué haremos ahora?



- Sedentarismo playero y piscinero desde nuestra Suite, mañana iremos a caminar por ahí...oh, y comer, comer y comer...no sé por qué últimamente tengo más hambre de la normal, ya me parezco a Phillip...



- Jamás lo había visto comer tanto como estos días...seguro está nervioso por la boda



- Hablando de la boda- dijo Lauren, abriendo los ojos y viendo a Natasha a los ojos. – ¿Cómo va la civil?



- Bien, hasta donde la dejé todo bien; ríos de Krug del ochenta y cuatro y del ochenta y dos para que los mortales invitados se llenen los riñones con lo mejor de nuestros nacimientos y una caja del setenta y nueve para las mesas de las familias, Dalmore Cromartie para Phillip y sus amigos amantes del Whisky... es una ensalada de frutas cítricas, muy rica, un poco de Krug con granada y jengibre, una sopa de tomate asado con un Sangiovese que mi suegra insiste en ponerlo, luego chuletas de cordero a las hierbas italianas y no me acuerdo qué más y, por último, crepas de no sé qué de frutas del bosque y otra cosa de mascarpone y vainilla, helado si bien me acuerdo



- Me regaña mi estómago, me diste hambre- rió la Arquitecta, intentando disimular aquellos ruidos. - ¿Te decidiste por el blanco o por el violeta?



- Donna accedió a ajustar el violeta hasta la rodilla- rió Natasha, como si fuera gran ganancia, y sí que lo era. - ¿Tú que te pondrás?



- El J. Mendel blanco que te enseñé, el que tiene encaje arriba y se traslapa con el lino...



- Hermoso, ahora sólo tenemos que ver cómo quedan sus vestidos con Donna, seguro hace un buen trabajo



- No lo dudo, Señora Noltenius- rió Lauren ayudándole a deshacer el nudo de su espalda.



- I'm so hot- suspiró, dejando caer sus manos sobre la arena de nuevo, excavando con ellas.



- ¿Vamos al agua?



- No, Lo...el otro tipo de caliente



- Oh... ¿Phillip?



- Sí, pero no es suficiente- rió sonrojada, aunque Lauren no la pudo ver lo sintió. – Estoy golosa- dijo en un tono lascivo, marcando cada "s" en aquel tono que parecía el de Oskar, el asesor de imagen personal de Bergdorf's.



- Ya somos dos



- ¿No pudieron por Irene?



- Irene no fue un obstáculo- rió Lauren, acordándose de lo gracioso que fue encontrar a Irene la mañana anterior, abrazada del inodoro, desmayada de sueño alcoholizado, acordándole de su vida estudiantil; más de la noche en la que perdió su virginidad y se había emborrachado por una enorme y profunda culpa, la cara de Irene, desmayada, le había acordado aquella aventura sin sentido. – Júrame que no dirás nada



- Jurado- abrió los ojos de la emoción y se irguió, olvidándose de su bikini suelto, mostrando su par de, para algunos, enormes pero sabrosos complementos delanteros totalmente al desnudo, mostrándole a medio público presente sus pequeños pezones café muy pálido. – Oops...- rió, ajustando de nuevo el bikini a sus senos.



- El punto es que...Irene es bisexual- así, sólo así, en seco y crudo, dejó caer la bomba; ¡boom!



- Say what?- Natasha sacudió su cabeza como si no hubiera escuchado bien y terminó de amarrarse su bikini.



- Como lo oyes...Camila no sabe, aunque no es tonta, seguramente lo sabe y se hace la que no lo sabe, o no sé...pero no es de mi incumbencia



- No toques el tema, no te corresponde - sonrió Natasha, dándole la lección de vida a Lauren.



- Exacto...en fin, Ella Natasha, ¿ya decidiste qué le vas a regalar a Phillip?



- Le voy a dar dos cosas



- ¿Las mancuernillas Winston?



- En la boda civil para que las use en la religiosa- y se sonrojó, Lauren no se explicó por qué pero sólo le hizo el gesto que se traducía a "¿Y en la religiosa?". – Uhm...estoy sentada en él- sonrió con una cierta inocencia y pena, con pudor, como si realmente lo tuviera, bueno, lo poco que le quedaba.



- Amor, a mí ya me asaltaron con dos dedos...buena suerte y que Dios te ampare- sonrió Lauren, irguiéndose con cuidado para no hacer un Natasha. – Pero te estaré esperando con un par de Ben & Jerry's: Cookie Dough, Peach Cobbler y Cinnamon Buns, todo para consentirte, y consideraré "Glitter" o "Coyote Ugly"...o "Selena"- sonrió, acordándose de las veces que han estado conjuntamente deprimidas o adoloridas por alguna riña en esgrima que se pasó de tono y se amarró su bikini por la espalda.



- A lo mejor y Phillip se asusta, no sé, pero se me antoja desde ya ratos...y dejemos de hablar de sexo que no me está ayudando- sonrió, poniéndose de pie y poniéndose sus gafas. - ¿Agua?

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora