Capítulo 34

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- El contrato de subcontratación exclusiva se firmará el diez de junio, eso no quiere decir que no vamos a tener proyectos independientes, porque los seguiremos teniendo, mantendremos la misma política de pago de planilla, aunque ahora tendrán un aumento significativo del cien por ciento sobre el salario inactivo mensual cada mes, además de lo que cada proyecto les deje por comisión- dijo Volterra, jugando, por estrés, con su bolígrafo. – El cambio sería interno, en el sentido de infraestructura, pues ampliaríamos el Estudio, cambiaríamos la ambientación, todo de acuerdo a las cláusulas que Trump Organization nos está pidiendo que cumplamos, así como ellos deben cumplir muchas que nosotros hemos colocado



- Antes de que se firme el contrato, tienen que saber que el Estudio en sí no tiene el suficiente dinero para invertir en los cambios, pues no lo podemos dejar sin un plan de apoyo, menos ahora, por lo que se necesita de inversionistas, que en este caso, tengo que preguntar, ¿alguien quisiera convertirse en inversionista aparte de los Arquitectos Volterra y Jauregui?- preguntó Phillip, que estaba de pie, recostado con su espalda de la pared blanca y cruzado de brazos, viendo a todos los rostros incrédulos, marcados con incógnitas, que fue cuando el silencio incómodo invadió la sala. – Trump Organization demanda en el contrato que haya tres firmas legales, siendo las primeras dos la Arquitecta Jauregui y el Arquitecto Volterra, pues cada proceso, ya sea pago, cobro, o lo que se les ocurra que tenga que ver con Trump, necesita dos firmas, al menos una principal, ¿alguien quiere, voluntariamente, hacer una inversión de doscientos cincuenta mil dólares?- preguntó de nuevo, dejándolos atónitos. – Eso pensé. Hay alguien dispuesto a invertir esa cantidad, que no está en esta sala, y que quisiera permanecer en el anonimato



- Eso significaría que pondríamos nuestro trabajo en las manos de un desconocido- interrumpió la Arquitecta Hayek.



- No- intervino Volterra. – Esta persona quiere permanecer en el anonimato por el simple hecho de que, en cinco años, vuelva a ver al menos el cincuenta por ciento del dinero que invirtió, pero no tendrá poder para decidir sobre qué proyecto hacemos o no hacemos, sólo es por la cláusula que necesitamos una tercera firma, y Lauren y yo estamos dispuestos a tomar el riesgo, pero no un riesgo tan grande, por eso se le estaría dando el veinticinco por ciento nada más, que no involucra propiedad intelectual, aclaro



- ¿Y qué pasa con nuestros contratos?- preguntó Camila, sabiendo que era la mejor pregunta para salir de que realmente, a Natasha, la inversionista fantasma, le importaba un bledo lo que hacían.



- El contrato con Trump es por cinco años, prorrogables de cinco en cinco, sus contratos quedarían renovables cada año, como ha sido siempre- dijo Phillip, en aquella postura de sabelotodo y de tener todo el control de la situación.



- ¿Y qué pasa si yo no quiero trabajar para Trump?- se escandalizó el Ingeniero Bellano.



- Lo siento, Ingeniero, las cláusulas estipulan que mantengamos tres Ingenieros por lo menos, y no puedo quedarme con usted sólo para los proyectos del Estudio, ahora es el momento de decidir si quiere quedarse o salirse- dijo Volterra, enseñándole la ubicación de la puerta.



- Me salgo- dijo Bellano, indignado porque el estudio se estaba sometiendo ante Trump Organization.



- ¿Alguien más?- preguntó Lauren, viendo a todos negarse con la cabeza. – Bueno, además de ustedes, adquiriremos dos Ingenieros más que ya estaban con Trump, tres Arquitectos y un Diseñador micro-Urbano, con los que trabajaremos sólo para los proyectos que involucren a Trump, que se calculan que, en los primeros cinco años, no pasen de Mantenimiento, Restauración, Reconstrucción y no más de dos construcciones en la Tri-State Area, una es cien por ciento seguro que sea en Washington



- La Sociedad, ¿cómo estaría distribuida?- preguntó Pennington, sólo por curiosidad.



- Cincuenta por ciento Jauregui, Veinticinco Volterra y el resto al inversionista anónimo- aclaró Phillip.



- ¿Qué implicaciones tiene el cambio de porcentaje?- preguntó la Arquitecta Ross.



- Que habría que hacer un cambio oficial en el nombre del Estudio, "Volterra-Jauregui", por lo que no habría problema con el dominio, y se aplicaría, como todo, a partir del comienzo del año fiscal, el primero de julio... Pero, eso no significa que la Arquitecta Jauregui tome control sobre las decisiones administrativas internas, de eso se seguirá encargando el Arquitecto Volterra

El lado sexy de la arquitectura (CamrenADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora