Mikhail:
Deseo esto.
Irina, perdóname por desear esto.
Porque a pesar de lo que me hiciste, no dejo de sentirme culpable.
Sé que está mal.
Maldita sea, sé que esto está muy mal.
Ambos lo sabemos.
Pero al igual que Kathya, yo no puedo detenerme, o eso pienso, hasta que ella misma me para rompiendo el beso.
—Mikhail...
Agitado, pregunto.—¿Qué sucede?
Estoy encima de ella, apretándola contra el colchón de la cama.
—Soy...
La observo sin comprender, ella se sonroja.
Sus ojos se detienen sobre los míos y todo cobra sentido después, cuando dice esas tres palabras.
—Soy virgen, Mikhail.—Confiesa y mis ojos se abren.
Sus mejillas se acaloran mucho más y me cuesta salir de la sorpresa, lo hago luego de pasar el sofocante nudo en mi garganta.
—Creí que habías dicho que has salido con hombres.
—Salir, pero no...
¿Cómo puedo dudarlo?
Sabía que Kathya era reservada y diferente, muy diferente a Irina.
Aunque fue una broma llevada por los celos lo que ocurrió la última noche, me deje cegar por ellos y no pensé en que podría ser cierto.
Es Kathya, Mikhail.
Claro que tenía que ser virgen.
Bajo las manos por su cuerpo, su abdomen se aprieta y yo coloco mi mano en su cadera.
—Seré dulce.—"Dulce", No es una palabra que use, pero por ella lo vale.
Sonrojada la observo tragar, ella asiente con la cabeza, tímida y nerviosa.
No pierdo más mi tiempo, ni lo hago eterno, yo no lo quiero y menos mi polla, así que con rapidez voy en busca de sus labios, mi boca cubre la suya así como mi cuerpo hace lo mismo, los labios delicados de Kathya me devuelven el beso o intenta seguirme, ella es tan inexperta en esto y sus manos igual de delicadas buscan sostén en mi cuerpo, bajo las manos y separo los dedos expandiéndolos, acariciando cada línea y empiezo con un traslado de su cuello a sus pechos.
Kathya reacciona separando su boca a centímetros de la mía, pero vuelvo a besarla con urgencia.
Esos labios no deseo apartarlos de los míos toda la noche.
Hundo los dedos en su delgado cuerpo, justo en el abdomen, llevo las manos a los costado y subo justo en los botones de la blusa, los cuales desabrocho rápidamente, su sujetador queda ante mi vista y los pezones duros que se hacen notar a través de la tela también, hundo los labios encima y ella me regala su primer gemido.
Hago a un lado la copa y saco uno de su pecho del escondite, mi boca lo cubre y chupo con urgencia sintiendo esos duros pezones chocar contra mi paladar, justo como lo imagine.
—Ah... ah..—Apenas y puede articular algo, pero eso no me impide tirar de ellos con mis dientes mientras mi mano comienza a masajear el otro.
Los dedos de Kathya van a mi cabello y tiran de él, su espalda se aparta del colchón y jadea arqueando la espalda.
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Su Último Deseo (#7 Hijos de la Mafia)
RomanceIrina Pávlova tiene un último deseo para su esposo antes de morir. Dejar a su hermana menor Kathya Pávlova a su cargo. Kathya ha amado en secreto a Mikhail Vorontsova durante mucho tiempo, pero ha sido solo eso. Un amor secreto y prohibido. Uno que...