Su Último Deseo (#7 Hijos de la Mafia)

19

Kathya:

—He decido regresar a las terapias. —Pronuncio, Mikhail luce sorprendido.

Quería que el fuera el primero en enterarse.

—¿Esto es por las pesadillas?

Asiento con la cabeza.

—¿Estas segura?

—Lo necesito y por mi miedo.. a la sangre.

—Había olvidado eso, lo siento.

—Esta bien.. —Camino alrededor de su oficina. —Últimamente tienes mucho trabajo.

—Tengo algunos problemas.

Alzo una ceja. —¿Problemas que incluyen a Alexei?

—¿Por qué me preguntas eso?

Trago saliva.

Finalmente se lo digo. —Oí que le dijiste que no me dijera.

El se tensa.

—¿Qué no me dijeras que, Mikhail?

—No tenías que escuchar eso.

—Pues lo escuché.

—¿Y ahora qué? ¿Desconfías de mi por alguna razón?

—Estoy segura de confiar en ti plenamente, Mikhail..pero..

Sus ojos me observan y yo niego.

—Necesito una respuesta de lo que oí.

Su mandíbula se tensa y deja caer los hombros.

—Tengo algunos problemas.

¿Problemas?

—Financieros.

Abro los ojos.

—Lo gasté todo tratando de averiguar sobre el paradero del hombre que ingresó a la casa la noche que encontraste a Irina.

—¿Das por hecho que es un hombre?

El se me acerca.

—Viste como estaba..

Tengo las imágenes en mi rostro.

—Eso solo pudo hacerle una mente tan despiadada como la de un hombre y la fuerza que ejerció para hacerlo también.

Bajo la mirada y la vuelvo a subir.

—¿Entonces...

—Hice un trato con Alexei, trabajamos juntos ahora.

Debe estar en muy grandes problemas para llevarlo a esto, sobre todo con Alexei, Mikhail no es de trabajar junto a un hombre con el que no se lleva bien.

No puedo entenderlo por completo o realmente tiene problemas.

—Y ayer en la mañana me mentista.

—Tu también.

Abro los ojos.

—Al decirme que no pasaba cuando te pregunté si ocurría algo.

Trago saliva.

—En conclusión, los dos hemos fallado.

El sonríe. —Pero puedo perdonar eso.

Se acerca a mi.

—Si me lo compensa esta noche.

—Sabes que lo haré.

—Excelente.

(*)

—Creo que nos veremos más seguido, Kathya. —Pronuncia Alexei.

Sonrio despacio. —Si y ya lo sé todo.

—¿Todo?

Asiento con la cabeza.

—Así que te dijo que tiene problemas financieros y a buscado mi ayuda.

—Si y gracias.

Frunce el ceño.

—Por ayudarlo, espero que no sea a cambio...

—Esa etapa ya pasó, te lo dije... ya te he superado.

Me río y el también.

—Realmente espero que seamos amigos, mis enemigos.. —Sonríe. —No te vale tenerme de enemigo en realidad.

—¿Otra amenaza?

—Para nada.

Suspiro.

—Entonces digamos que has subido otro escalón de amistad.

—Subiré todo los que pueda.

—Seguro que sí.

Volvemos a sonreír.

(*)

Compenso a Mikhail como se lo prometí esa noche, en mi habitación.

—¿Qué estas tramando?. —Pregunta mientras me subo encima de él.

Llevo ambas manos a su cinturón y desaflojo.

El se acomoda.

—Mañana en la noche es la reunión.

Desabrocho los botones.

—¿Por el vestido que compramos?

—Si, mañana debes usarlo.

—Así será.

El sonríe. —Estoy deseando verte con el..

—Pero ahora. —Sigo yo y termino por sacar su erección.

Mikhail se apoya con los codos.

—¿Qué vas a...

Se detiene cuando el mismo lo ve, lo siento.

Cojo la punta y la llevo a mis labios.

Dije que quería intentar algo nuevo.

—Kat, joder.

Su mano coge mi rostro y hunde los dedos.

Le doy el placer que desea este hombre y me lo doy a mi también.

Por su rostro al acabar, el hecho un buen trabajo ahí abajo.