Kathya:
—Buenos días. —Pronuncia Mikhail.
Mis ojos apenas se aclaran y el sonríe.
—¿Quieres que hagamos algo?
—¿Algo como que?
El sonríe. —Primero acompáñame a un lugar.
Yo acepto.
(*)
Después de cambiarme y desayunos juntos, Mikhail es el primero en levantarse de la mesa y se acerca a mi, aún con las personas de servicio y la misma Ágata, me toma de la mano y me hace levantarme , su mano aprieta la mía y me lleva con el hacia la salida.
A ambos nos traslada en la limusina y el me sienta sobre su regazo.
—¿A dónde vamos?
—A cerrar un negocio, después nos iremos toda la tarde juntos.
Tengo su rostro cerca al mío, junto su frente con la mía y el me besa , la boca de Mikhail se abre sobre mis labios y sus manos comienzan a tocar mi cuerpo.
Mientras esos coqueteos inician, llegamos a su lugar de trabajo y donde me pide esperar, Mikhail todo el tiempo ha sido cerrado con sus negocios , aunque Irina y yo sabíamos lo ilegal que era y Mikhail era consciente de lo que sabíamos, el siempre se aseguraba de no involucrarnos.
Así que me quede mientras esperaba.
A los 20 minutos volvió, algo tenso.
—¿Todo bien?. —Pregunto una vez que entra a la limusina.
Asiente y me da una sonrisa de lado, me toma la mano y la lleva a sus labios.
—Ahora estoy libre para a ti.
—¿Y cuál es nuestro siguiente lugar?
No responde, me lo muestra.
(*)
Una boutique.
Me ha traído a comprar ropa y exactamente no se como sentirme, es decir, tengo ropa y no creo que necesite más.
—¿Podemos hacer algo más?. —Pregunto reteniendo su mano.
Niega y tira de mi, le sigo el juego, aunque al principio me fastidia que muchas mujeres quieran a ayudarme que escoger para usar
Tal vez Irina hacía estas cosas con el, pero a mi.
Me acerco a Mikhail. —Tal vez debamos irnos
—¿Sucede algo, Kathya?
Se lo digo. —Estas cosas no las necesito.. tal vez Irina si, pero yo…
Me detengo por un momento.
—Siento como si esto fuera un pago de anoche.
—Para nada es eso.
—¿Entonces qué?
Sus ojos me observan. —Quiero que me acompañes a una reunión.
Abro los ojos.
—Es por eso los vestidos. Quiero que tengas algo que merezcas usar esa noche.
Ahora me siento patética.
Sonrio y el también.
—Solo regresa ahí y prometo que no te acosaran muchas.
Lo ha notado.
Me muerdo el labio. —¿Después..
—Después será sorpresa.
(*)
Nuestro último lugar de visitar es una cena, una cena agradable bajo la luz de la luna en un restaurante con segundo piso, uno que ha alquilado por completo.
—No era necesario esto.
—De está manera demuestro lo que eres para mi.
Mi corazón se acelera.
—Lo que quiero que seamos.
—Mikhail…
—Además es mucho más cómodo, Kat.
Si, es más cómodo, aunque no puedo evitar pensar en las personas que se quedaron fuera por culpa de la reserva de Mikhail.
—¿Cómo esta? . —Pregunta señalando mi plato.
Le muestro una sonrisa débil. —Bien, aunque la intensión cuenta más.
Ceno con el y parece todo un sueño, un hermoso sueño del que no deseo despertar.
(*)
Llegamos a casa y cuando voy a despedirme de el, me detiene, sus labios cubren los míos y me besa hasta quitarme el aire, dejarme a nada de sentir mi respiración.
Jadeo sobre su boca y la aparto, sus ojos llenos de deseo como los de anoche me miran.
—¿Me dejas acompañarte esta noche?. —Pregunta deseando obtener un si.
Asiento con la cabeza, su pulgar divide mis labio y me sostiene la barbilla.
—Por favor…—Suplico.
Sus ojos brillantes me observan emocionados, Mikhail me coge de las caderas y me levanta, sonrio apoyando mi boca contra la suya.
—Dime que me amas, Kat. —Pide necesitado.
Con una sonrisa se lo prometo. —Te amo, mi amor.
Mikhail me besa con una sonrisa e inicia su camino a mi habitación, donde una noche más somos el y yo, piel con piel, entregandonos de nuevo.
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Su Último Deseo (#7 Hijos de la Mafia)
RomanceIrina Pávlova tiene un último deseo para su esposo antes de morir. Dejar a su hermana menor Kathya Pávlova a su cargo. Kathya ha amado en secreto a Mikhail Vorontsova durante mucho tiempo, pero ha sido solo eso. Un amor secreto y prohibido. Uno que...