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El auto paró frente a una enorme casa e las afueras de Port Angeles, las luces y la música podían apreciarse desde el exterior, el montón de jóvenes entre los diecisiete y veinte años  disfrutaban bebiendo soda o alcohol.
Sam se estacionó el algún lugar libre de la calle, y aseguró su auto antes de irse junto a las chicas, los tres entraron encontrándose con un Dj tocando en la parte trasera de la casa, frente a una enorme piscina también lleva de jóvenes.

Fleur, la prima de Madison apareció frente a ellos con una sonrisa.

—Los estaba esperando, por favor, siéntanse libres de beber todo lo que quieran, hay snacks en la parte de allá —señaló con la mirada— y las bebidas están por allá —señaló en el otro extremo— disfruten la música y el momento —la muchacha desapareció entre los tantos jóvenes que bailaban al ritmo de la música Dance.

—Creo que deberíamos ir por algo de beber —mencionó Sam, las dos jóvenes asintieron, se sirvieron algo de cerveza en un par de vasos dándole un sorbo mientras observaban a la multitud.

Una muchacha de cabellos negros pareció chocar accidentalmente con Sam.

—Lo lamento —los tres observaron a la muchacha, quien parecía ser tan hermosa que llamó en segundos la atención de Sam— un placer, Dione Salvatore —aquella sonrisa juguetona le hizo desconfiar un poco a Rosalie.

—Ellas son Madison y Rosalie, yo soy Sam —la pelirroja le dedicó una sonrisa—.

—Ay, hermanita... A quién te encontraste —un muchacho de ojos azules apareció repentinamente al lado de la muchacha— un placer, señoritas... Damon Salvatore —el muchacho besó la mano derecha de cada una con una sonrisa ladina—.

—Sam... ¿por qué no vamos a bailar? —la pelinegra le miró a los ojos al muchacho quien asintió automáticamente— bueno, creo que ahora vuelvo, entonces.

El pelinegro miró a las jóvenes con una sonrisa.

—Lamento eso, mi hermana es un poco... Sin vergüenza. 

—¿Ustedes son...

—¿Mellizos? Claro, vamos a todos lados juntos.

—¿Y cómo llegaste a la fiesta?

—Amigos de amigos... —el pelinegro miró a la rubia— veo que no se divierten mucho, ¿No quieren bailar un poco? —la pelirroja y la rubia se miraron— vamos, es una fiesta.

—Seguro —ambas muchachas siguieron al pelinegro, Madison perdida por el alcohol y el olor a tabaco desapareció de la vista de Rosalie, al igual que el pelinegro.

Fue entonces que la rubia entró en pánico, buscó entonces al amigo de Madison pero tampoco fue posible encontrarlo, la multitud se lo impedía igual que el montón de olores mezclados.






(...)






Sam no pudo gritar ni correr aunque su mente se lo pedía con fuerza, sintió los colmillos de la pelinegra encajarse en su cuello, sin embargo también sintió los mismos dejarlo, miró a la muchacha mirarlo a los ojos y hablar.

—No vas a recordar nada de esto, algo te atacó, tal vez un oso, un lobo o algo parecido, estabas tan ebrio que no sabías cómo llegaste aquí —el muchacho asintió sin siquiera pensarlo, era como si le hubiesen puesto un candado a su mente.

—Es bruja —Damon le miró— puedo sentir la magia, el aura.

—¿Una sifón? —el pelinegro asintió—.

—La dejé ir, borré sus recuerdos, creo que nos alimentaremos bien en el camino, la rubia era un vampiro también.

—De la otra especie, supongo.

—Sí, será mejor irnos, aunque ganaríamos, no nos conviene meternos en problemas, mejor ella que nosotros.

Fue entonces que la rubia apareció a sus espaldas.

—¿Quiénes son ustedes?

—No creo que quieras pelear, tenemos ventaja. —la melliza miró a la rubia, quien rápidamente olió la sangre—.

—¿Qué hicieron?

—Creo que le vas a deber una explicación a la bruja —mencionó Damon—.

—Creo que tendrás que convertirlo o no sobrevivirá.

Unos pasos se escucharon, fue entonces que Madison apareció mirando aquella escena con horror.

—¡Sam! —la pelirroja corrió a donde su amigo— ¿Qué le hicieron?

—Sorpresa... —Madison miró la boca de la pelinegra manchada de sangre.

—¿Quiénes son ustedes? —Madison los miró horrorizada—.

—La pregunta es, ¿Quién es tu novia? —Rosalie en seguida se abalanzó contra la pelinegra, aquello era mucho por procesar, la velocidad y la fuerza que poseían era surrealista.

—Bien, creo que a tu amigo le hará falta —el pelinegro se mordió la palma dejando caer unas gotas de sangre contra el suelo—.

—¿Qué le estás haciendo? —Madison gritó cuando vio al hombre obligar a su amigo a beber se su sangre—.

—Lo estoy ayudando, ¿Quieres callarte? —cuando terminó miró al muchacho a los ojos— no recordarás nada de esto, bebiste mucho y algo te atacó, la rubia y la pelirroja te encontraron.

El vampiro detuvo la pelea de las dos vampiresas cuando su melliza estaba apunto de arrancarle la cabeza a la rubia.

—Dione, ya vámonos —la pelinegra soltó a la rubia—.

—¿Qué está sucediendo? —la pelirroja chilló alarmada, Damon rodó los ojos.

—No creo que la hipnosis funcione —aún así se dirigió a mirarla a los ojos— no recuerdes nada sobre vampiros, ni sobre ninguna otra cosa que hayas visto esta noche, tu novia y tú encontraron a su amigo lastimado, sólo eso. —automáticamente la pelirroja asintió sin recordar nada.

Fue entonces que Rosalie miró a dos cuervos volar sobre ellos y alejarse del lugar.

—¿Dónde estamos? —Madison miró a la rubia— quien simplemente le abrazó.

—Sam fue atacado por un animal, eso es todo.

—¿Y está bien?

—Lo estará, lo llevaremos al hospital.

Madison asintió, Rosalie recordaría aquellos rostros en donde fuera, se sentía enojada por aquello, pero lo arreglaría.

Sin embargo no pudo evitar pensar en lo que uno de esos vampiros había mencionado, una "sifón".





(...)

N/A: 

Quise hacer un pequeño crossover, con una de mis futuras historias de The Vampire Diares y The Originals, además, creo que en un futuro volverán a aparecer Damon y Dione (la última es un personaje creado por mí).

Así que espero que les guste, estaba feliz por retomar esta historia hoy que me agarró la inspiración :3

Sin más que decir, me despido, los amo uwu


MIDNIGHT LOVE - ROSALIE HALE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora