08

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Madison caminó por los pasillos en busca de la castaña que había conocido la semana anterior.
Fue entonces que la encontró hablando con Rosalie en los pasillos.

—Por favor, necesito que me prestes el diario que me enseñaste el otro día.

—Lo lamento, pero no puedo hacer eso, son unos diarios tan viejos que no puedo permitir que salgan así como así de mi hogar.

—Por favor, sólo quiero ayudarla.

-
—Escucha —Claudine tomó de la muñeca a Rosalie llevándola a un aula vacía sin darse cuenta que Madison les observaba— recuperé sus diarios.

—¿Qué?

—Los de Meredith, creo que allí está la respuesta que buscas, pero ella no puede saber de esto.

—¿Por qué no?

—Creo que es mejor que no se entere que estamos haciendo esto.

—¿Qué están haciendo qué? —Madison apareció en el marco de la puerta.

La castaña bufó molesta para luego mirar a la rubia.

—Nada —mencionó Rosalie.

—¿Y entonces solo vienen aquí? ¿Por casualidad?

—No lo entenderías —Claudine miró el reloj en la pared mirando diez minutos de sobra antes de que la campana sonara— cierra la puerta y te diremos todo lo que quieras saber.

Madison obedeció mirando a la castaña.

—¿Entonces? De un día a otro son mejores amigas. —replicó con un tono celoso—.

—Estamos haciendo esto —Claudine interrumpió a Rosalie—.

—¿Te has preguntado de dónde salió ese collar?

Madison miró a Claud, fue entonces que se encontró con un collar igual al suyo pero con una piedra de diferente color en el cuello de la bruja.

—¿Tú lo dejaste allí? —estaba realmente confundida.

—Estamos haciendo esto por tu bien.

—¿Ocultándome cosas? Si quieren jugar conmigo sólo —Claud le interrumpió.

—No tengo mucho tiempo, así que más vale que prestes atención a lo que voy a decirte —la pelirroja le miró con un poco de miedo— no quiero que te relaciones más con nadie que no conozcas, y si un día, un tipo de traje o cualquier otro extraño toca a tu puerta, o te encuentra donde sea, evádelo y escapa de ese lugar, evidentemente no de tu casa, pero no invites a pasar a nadie que no conozcas.

—¿Qué? ¿Ahora me prohíben cosas? —reprochó.

—Escúchame —Claudine tomó de los brazos a Madison con fuerza— ayer me hicieron una visita, hoy puedes ser tú, y si aprecias a tu familia es mejor que no te involucres con extraños, te conozco más de lo que crees, y Rosalie es quién va a encargarse de que cumplas tu parte mientras yo investigo. —.

—¿Qué? —Rosalie y Madison soltaron a la misma vez—.

—Vas a estar segura con Rosalie, creo, mientras encuentro una respuesta exacta.

—¿A qué?

—No hagas más preguntas, ¿De acuerdo? Sólo... —la joven buscó entre su mochila una pulsera con un extraño cuarzo para luego dárselo a la pelirroja— ponte esto y nunca te lo quites, cuando necesites ayuda lo que vas a hacer es frotar el cuarzo, y yo llegaré a ayudarte.

—Pero. —fue interrumpida de nuevo.

—He dicho, ahora vámonos.

La castaña salió del aula junto a las otras dos chicas, justo cuando la campana sonó.










MIDNIGHT LOVE - ROSALIE HALE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora