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Girls like girls








AGOSTO 15.


¿ASÍ QUE ESTÁS SOÑANDO CON ROSALIE? —se había vuelto bastante común aquellas pláticas con Colette, inesperadamente se habían vuelto muy cercanas, y de alguna forma ambas habían encontrado cierta calidez y familiaridad en la otra.

—No estoy soñando con ella, sólo son presentimientos, creo que debería llamarla. —mencionó mientras caminaban hacia la cafetería.

—¿Y que oiga que eres feliz sin ella? —la castaña la miró con una ceja alzada— No me parece buena idea, Mads. —los ojos azules de Madison miraron de vuelta a Colette, de vez en cuando pensaba en lo mucho que le hacía bien su compañía— Te llamará cuando quiera.

—Mientras vivo con este presentimiento... —la contraria dejó escapar una suave carcajada.

—Mira, lo que sientes es culpa, te sientes terrible por romperle el corazón y tus presentimientos sólo son producto de tu mente... —explicó— Que busca decirte que cometiste un terrible pero reversible error.

Madison se detuvo un segundo, sin embargo, reanudó su paso cuando pensó en una respuesta.

—Por favor, Rosalie y yo, quedamos como amigas.

—No significa que no sepa que te besaste con tu mejor amiga de la infancia mientras salían y que estás rehaciendo toda tu vida aquí... —dijo cuando llegaron a la cafetería.

—¿Qué tiene de malo seguir con mi vida?

—¿Sin ella en tus planes? Déjame darte un consejo, no la ilusiones, mejor mantén tu distancia, va a ser peor para ambas... —luego de comprar un par de alimentos y tomar una mesa alejada de todo el ruido de los estudiantes, ambas continuaron con su plática— Conozco ese tipo de situaciones, pero nunca vuelve a ser igual, además, ¿no fue ella la que decidió irse primero? Ni siquiera te escribió, así que probablemente su relación estaba destinada a fracasar.

La pelirroja alzó una ceja cuando la miró a los ojos.

—Es sólo que es mi amiga, no sé, creo que no sería justo dejarla a un lado...

—Tienes más amigos, Mads, ella no es la única, y honestamente no te he visto así de preocupada por los demás como lo haces con ella. —respondió, sus ojos castaños la miraron fijamente.

Había algo en ella que la llamaba, algo que parecía encantarla, el sentimiento era mutuo, aunque ambas estuvieran más ocupadas con sus propios dramas. 

—Mads, sé que te sientes terrible por querer algo diferente, por querer hacer otra cosa o conocer a otras personas, ¿pero jamás se te ocurrió que la forma en la que te trató antes fue la equivocada? —la pelirroja pensó un momento, de vez en cuando también lo pensaba, hubiera podido llamarla o escribirle, pero nada de eso pasó, sólo ella enviando cartas que probablemente ni siquiera habría leído.

Pero la amaba, y era cierto que eso le impedía estar consciente de muchas otras cosas.

—Lo sé, y honestamente a veces ni siquiera sé cómo me siento realmente respecto a eso, todo es tan confuso... —por primera vez comprendió la manera en la que Leah había sentido, anhelando olvidar todos esos pensamientos terribles sobre la persona a la que había amado.

MIDNIGHT LOVE - ROSALIE HALE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora