ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 41

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Sin la presencia de los caballeros dorados, Kanon comenzó a atacar a Ikki muchas veces

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Sin la presencia de los caballeros dorados, Kanon comenzó a atacar a Ikki muchas veces. Sorrento observaba a lo lejos todo lo que pasaba, había decidido no intervenir en la pelea, pues aún no sabía qué hacer ya que toda esa guerra había sido provocada por Kanon. Poseidón no fue quien llamó a sus generales para una guerra. Si ayudaba a Kanon en la pelea contra Ikki sería como seguir los malvados planes que Kanon tenía, pero si decidiera enfrentarlo por lo que había hecho, podría vengar a todos sus compañeros caídos.

—¡Levántate Fénix! —lo tomó del cuello y lo atacó. —Ya que Poseidón ha despertado, la Tierra será destruida. A excepción de los elegidos, todos vamos a morir. No voy a poder ver finalizadas mis ambiciones, jamás voy a perdonarles por lo que hicieron. —lanzó a Ikki hacia un pilar destruido. —Tal vez no pueda matarlos a todos, pero te mataré a ti. —cuando Kanon estaba a punto golpear a Ikki, la flauta de Sorrento comenzó a sonar. —¡Sorrento!

—No me interesa salvar la vida de Fénix, pero no puedo permitir que sigas viviendo de esa manera tan cruel. Primero traicionaste a Atenea y ahora a Poseidón. No solo traicionaste a tu dios, sino también a tus camaradas, ese pecado no será perdonado con tu propia muerte. —Kanon se alejó de Ikki.

—Espera Sorrento. —dijo Ikki poniéndose de pie como pudo. —No mates a Kanon, tengo que hablar con él para que me diga toda la verdad. —miró a Kanon. —¿Acaso no lo recuerdas? La vasija es la única forma de encerrar a Poseidón.

—¡Tonterías! —Kanon lo miró con odio. —Ahora que ha despertado por completo de su sueño, no podrás controlarlo nunca. Todos moriremos... ¡No hay nada que hacer!

—Sí, sí la hay. La vasija de Atenea, debemos encerrar de nuevo el alma de Poseidón. No estoy para perder más tiempo, así que dime Kanon. ¿Dónde está la vasija de Atenea?

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Seiya, Shiryu y Hyoga tomaron las armas de la armadura de libra por tercera vez, habían estado intentando dañar el Soporte principal con las armas que habían servido con los otros pilares, pero este no funcionaba, no había ningún rasguño, más bien, las armas estaban con graves daños. El poder que ellos tenían gracias a las armaduras doradas, no servía mucho.

—No tenemos mucho tiempo. —dijo Hyoga. —Poseidón podría reaccionar.

—Pero tampoco podemos darnos por vencidos. —dijo Seiya. —Si Atenea muere, la gente de la Tierra morirá. No hemos luchado tanto para nada. Juramos que íbamos a salvar a _________ aún a riesgo de nuestras propias vidas, por lo tanto, debemos elevar nuestros cosmos al séptimo sentido. Ahora, con el Dragón naciente de Shiryu y la Ejecución de aurora de Hyoga, quiero que me arrojen hacia el soporte principal para poder destruirlo. Tenemos que ser más fuertes que las armas de la armadura de Libra.

—¡Estás loco! —exclamó Shiryu. —¿No te das cuenta que tu cuerpo podría quedar hecho pedazos?

—Shiryu tiene razón, incluso las armas de Libra que pueden destruir estrellas, no pueden hacer nada ahora, terminará gravemente herido como el daño de las armas. —observaron las armas con varias rajaduras.

𝔈𝔩 𝔫𝔲𝔢𝔳𝔬 𝔬𝔯𝔡𝔢𝔫 𝔡𝔢 𝔄𝔱𝔢𝔫𝔢𝔞 ▬ 𝔖𝔞𝔦𝔫𝔱 𝔖𝔢𝔦𝔶𝔞 #𝟸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora