Creía que sería fácil llevar a cabo mis funciones como protectora de la Tierra. Pero los enemigos de Atenea reviven una vez más para llevar a cabo sus malvados planes y someter a la humanidad a un mundo lleno de de dolor y oscuridad.
Empiezan las ba...
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Correr no fue una buena idea. Desde que había dejado a Freya y a Kiki, había acelerado mis pasos en caminata, pero luego decidí correr, pero eso solo hizo que me agotara más, además, había una cosa que no ayudaba para nada en estos momentos: El viento. A pesar de tener un abrigo adecuado que facilite mis movimientos, la fuerza del viento de Asgard no era como en algún otro lugar que haya visitado y eso que fueron muchas veces que viajé.
Cada paso que daba en la nieva, sentía mis pies hundirse más hasta que decidí hacer un pausa para tomar un breve descanso, aunque en la situación en la que estábamos no había tiempo para eso. Toqué mis labios y los sentí muy fríos incluso podía sentir una fina capa de hielo que los cubría. Fijo mi vista en el suelo para continuar siguiendo las huellas, pero de pronto desaparecieron.
Miré por todos lados para encontrar el lugar hacia donde se fueron mis amigos, ellos habían ido en la misma dirección, pero ahora les había perdido el rastro por completo. Grité el nombre de mis amigos un par de veces, sin éxito alguno.
—Ahora. —murmuro. —¿Por dónde voy?
De pronto escuché como algo comenzaba a romperse y miré debajo donde me encontraba y retrocedí rápidamente al ver que estaba por caerse, después de unos segundos cayó al mar un trozo de la tierra con nieve. Suerte que no me quedé parada por mucho tiempo. Pero ahora no había forma de continuar.
—El poder del anillo manipula a Hilda y hace todo lo posible para que evitemos salvarla. —miro al cielo totalmente nublado. —Odín, mis caballeros y yo estamos dispuestos a toda costa salvar a Asgard, ahora tengo que ir con ellos, ayúdame por favor. —pongo mi mano en la nieve y mi cosmo brilla.
Como si Odín hubiera escuchado mi plegaria, alguna parte de los glaciares y pequeñas formaciones de tierra se alinean para formar una especie de puente.
—Gracias señor de Asgard.
Caminé por el puente y llegué hasta el otro lado, pero los glaciares se derritieron y las pequeñas formaciones de tierra colapsaron. Esto era obra de Hilda. Los gobernantes de Asgard pueden tener algunos poderes de Odín que manejan la estructura de Asgard, en caso de algún ataque o cualquier otra situación, pero ahora Hilda estaba usando ese poder para impedir que llegue con mis amigos, ¿pero cómo sabe que estoy aquí? ¿Acaso tiene ojos por todas partes? No siento el poder de algún dios guerrero.
Algo me dice que Hilda está recibiendo el apoyo de alguien más para hacer todo esto, puede que sea algún ser inferior que usó el anillo, o quizás mucho más poderoso que ella.
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Los caballeros de bronce se encontraban luchando contra el guerrero que representaba a Thor, hace unos instantes habían sentido dos cosmos muy poderosos, uno era de ___________ y el otro era de Hilda. Pero era imposible que la haya capturado, además, Hilda estaba haciendo todo lo posible para impedir que los caballeros y Atenea lleguen hasta ella. Pero sin importar ello, era obvio que su plan principal sería acabar con _____________.
—Seiya. —Hyoga lo llamó para comprobar si sus amigos también se habían dado cuenta de lo que estaba pasando y podría repetirse lo mismo que en la batalla de las doce casas. —Hilda está detrás de ella sabiendo que nosotros estaríamos ocupados con los dioses guerreros.
—Sí. —afirmó. Él también había sentido ambos cosmos. —Shun, ¿puedes detectar algo con tu cadena?
La cadena de Shun se movió tan solo un poco que apenas pudo ser vista por el caballero de Andrómeda.
—Sí Seiya. —respondió Shun. —Algo está siguiendo a ___________, mi cadena apenas pudo sentirlo.
—¿Es Hilda? —preguntó Shiryu.
—No, es un cosmo desconocido, pero pudo ocultarse bien de mi cadena.
—¡Dejen de hablar! —gritó Thor. —¡Los mataré a todos ustedes y los destrozaré con mis martillos y llevaré sus cadáveres ante la señorita Hilda!
—¡Eso nunca! —respondió Seiya. —¡Amigos, recuerden que si no llegamos donde el Hilda y le quitamos el anillo, no solo el mundo estará acabado, Atenea también morirá, habrá entregado su cosmo en vano!
—¡Ya cállense! —lanza uno de sus martillos hacia los caballeros.
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Había llegado a una montaña, un poco alta, pero no se veía algo complicada de subir, era la única forma de llegar hasta arriba, no había alguna escalera de piedra o algo que me lo facilite. Tengo que poner manos a la obra, pero algo que debía hacer sí o sí para subir más rápido: No mirar hacia abajo. Había algunas ocasiones cuando tenía miedo a las alturas, sobre todo si me encontraba sola.
—Aquí vamos.
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La pelea contra Thor estaba poniéndose complicada, a pesar de que los caballeros lo habían golpeado y lanzado sus ataques más poderosos, no lo debilitaban, más bien provocaban más al guerrero asgardiano, quien les daba más golpes.
—No planeo acabar con ustedes completamente, espero que las heridas causadas los maten. —dijo Thor mirando a los cuatro caballeros tirados en la nieve. —Ya no dejaré que la sangre de ustedes caballeros de Atenea manche las sagradas tierras de Asgard.
—No será fácil. —Seiya miró hacia sus amigos. —Hyoga, Shiryu, Shun, adelántense al palacio del Valhalla. —al ver que sus amigos no querían dejarlo, exclamó: —¡Váyanse ahora! —Hyoga y Shun asintieron, excepto Shiryu. —¡Dije que continúen, tenemos que quitarle el anillo a Hilda, al menos uno de nosotros debe hacerlo!
—No será suficiente Seiya. —respondió Shiryu. —Le pregunté al maestro sobre Hilda y Asgard, de nada servirá el intento de quitarle el anillo, aunque estemos todos juntos y Atenea también. —hace una pausa. —La única opción es que recolectemos las siete gemas de Odín distribuidas en los siete guerreros de Asgard para invocar la espada que podrá destruir el anillo, pero para eso, tenemos que derrotar a los siete dioses como sea.
—¿Acaso piensan que es posible? —Thor apareció detrás de ellos.
Seiya giró un poco y pudo ver la gema, que mencionó Shiryu, en el cinturón de la armadura que usaba Thor. Seiya le insistió de nuevo a su amigo que se fuera, pero este se negó. Thor aprovechó la distracción de ambos caballeros y fue detrás de los otros.
—¡Yo vencí a Pegaso, ahora los venceré a ustedes! —tomó por sorpresa a Hyoga y Shun.
—¡No lo creo! —Seiya y Shiryu aparecieron para apoyar a sus amigos. —¡Thor, no necesitas hacer esto, Hilda está bajo la influencia de algo maligno! ¡Está haciendo que Asgard se destruya de a pocos y también el resto del mundo!
—¡Cállate, la señorita Hilda se preocupa por el bienestar de Asgard y ustedes solo quieren detener sus planes y destruir nuestro reino! —respondió furioso. —¡Ustedes pusieron a la señorita Freya en contra de su hermana, le mintieron!
Los caballeros no atacaron a Thor porque vieron la duda en sus ojos.
Las palabras de Seiya y la determinación de los caballeros habían hecho que Thor comenzara a dudar del comportamiento de Hilda porque era totalmente diferente a la que él conoció, aquella joven amable no estaba ahora.
