ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 48

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Salí de casa temprano aprovechando que mis amigos habían decidido participar en un pequeño combate para ver los resultados del entrenamiento

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Salí de casa temprano aprovechando que mis amigos habían decidido participar en un pequeño combate para ver los resultados del entrenamiento. Tatsumi me llevó al lugar donde tenía que reunirme con Ikki.

Lo que estaba a punto de hacer hoy era el primer movimiento que haría en esta guerra, la cual sería mantener alejados a los caballeros de bronce. Preparar el área porque sabía que lo primero que haría Hades sería mover a sus espectros al Santuario, eso hacía siempre. Pero lo que no sabía era cuál sería su participación ¿protegería a sus espectros? ¿Iría directo a asesinarme? No lo sabía, solo espero evitar la muerte de los caballeros que estarán involucrados.

Sentía que el poder del sello se estaba debilitando. En cualquier momento se rompería el sello y la noche podría volverse eterna y las sombras de los muertos se levantarían. Si dicho fenómeno —para los humanos sería así— es duradero o no dependerá del resultado de esta batalla:

Hades, el dios del Inframundo —que significaría el inicio de una era llena de oscuridad y muertos vagando por la Tierra— o yo la reencarnación de Atenea, diosa de la guerra —salvar al mundo de la desgracia y todo continuara como antes.

—Llegamos. —avisa Tatsumi cuando estamos en el punto de encuentro.

—Gracias. —salgo del auto y veo a Ikki en el puente. —Espera aquí, no creo que tarde mucho.

—Como usted diga.

Miro a todos lados y camino hacia donde estaba Ikki. Al darse cuenta de mi presencia voltea y yo le saludo moviendo mi mano.

—Gracias por venir Ikki. —fue lo primero que dije.

—Supongo que debe ser algo importante para citarme a este lugar a espaldas de los demás. —sus palabras provocaron que en el fondo me sintiera mal. —Pero antes de que me digas lo que sea quiero saber cómo está Shun.

—Bueno... —suspiro y miro hacia el mar. —Ha estado bien, estuvo entrenando en estos últimos días, pero el día que regresé de viaje encontró un collar que según dice él y todos los demás reconocieron, era un recuerdo de su madre. ¿Es cierto? No había visto a Shun con el collar puesto hasta ahora que ha decidido cuidarlo.

—Era un recuerdo de nuestra madre. —dice y yo asiento dando a entender que sabía aquello. —No recuerdo mucho esa noche, pero cuando escapé con Shun, él ya lo tenía puesto. Supongo que era lo único que nuestra madre nos dejó.

—Entiendo, han pasado muchos años. —comento. —Pero debido a eso, Shun ha estado algo triste, quizás algún momento puedas ir a verlo. Ese collar tal vez le hizo recordar sus momentos cuando lo cuidabas. Pero a pesar de todo, él te entiende y sabe que aún te falta sellar algunas heridas de tu pasado así como también enterrar todo lo que hiciste.

—Shun es alguien fuerte y entenderá, no me necesitará. —cierro los ojos y suspiro en derrota, al menos lo intenté. —¿Qué era lo que me querías decir? Si seguimos aquí todo el día, sospecharán de ti y lo que sea que estés ocultando saldrá a la luz.

𝔈𝔩 𝔫𝔲𝔢𝔳𝔬 𝔬𝔯𝔡𝔢𝔫 𝔡𝔢 𝔄𝔱𝔢𝔫𝔢𝔞 ▬ 𝔖𝔞𝔦𝔫𝔱 𝔖𝔢𝔦𝔶𝔞 #𝟸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora