ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 66

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Llegamos al Olimpo y después de haber camino por muchos jardines que flores hermosas de todo tipo, podía sentir el aroma de estas y el viento mover mi cabello

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Llegamos al Olimpo y después de haber camino por muchos jardines que flores hermosas de todo tipo, podía sentir el aroma de estas y el viento mover mi cabello. Las enormes puertas blancas con adornos de oro se lucían frente a nosotros. Después de años lejos del Olimpo estaba en el lugar que alguna vez llamé hogar.

Sé que muchos dioses tuvieron envidia de que mi padre me haya dado la Tierra para protegerla, eso provocaba las guerras santas. ¿Qué pensaron los otros dioses en todos estos años? Ellos pueden ver todo por medio de Helios así que deben estar preparándose para decirme de todo después de tanto tiempo.

—Entra. —señala la puerta. —Zeus te está esperando. De vez en cuando estaba de mal humor porque no regresabas y eso no se le quitaba durante años. Eres su hija preferida después de todo, pero luego te convertiste en su más grande decepción cuando liberaste a tu hermano.

No dije nada, solo miré de reojo a mi hermana y pude notar cierta tristeza en su mirada por más que quisiera mantener aquella seriedad que la caracterizaba. Cuando quise verla otra vez, ella ya no estaba, me encontraba sola a punto de confrontar a Zeus.

—Ha llegado el momento. —susurro. Tengo que ser respetuosa con él y no descontrolarme, él sigue siendo aún el rey de los dioses. Las puertas se abrieron y a los lados del pasillo, que llevaban a la sala principal, los guardias custodiaban el lugar, todos hicieron una reverencia cuando pasaba frente a ellos. Al llegar, vi a Zeus sentado en su trono. —Zeus, vine tal y como pediste.

—Acércate Atenea. —asiento y camino hasta quedar frente a él.

No bajaba la mirada ante su presencia, quería mantener una expresión fría para demostrarle lo fuerte que soy. Pero mi mirada cambió al sentir los brazos de Zeus rodearme, él era más alto que yo así que su cabeza estaba apoyada en la mía.

—Atenea, mi hija. Estás aquí de vuelta. Después de milenios que estuviste lejos, ya no necesitas estar más en la Tierra, puedes volver a tu hogar. —me aparto despacio recordando las palabras de mi hermana. —Tu lugar como diosa de la guerra está aún aquí, puedes reclamar tu título como diosa una vez más.

—Con todo el respeto que se merece, pero... ¿hija? ¿Me llama hija después de siglos? ¿Después de lo que me hiciste y quisiste que olvidara? —mis manos se hicieron puños. —Me manda a llamar con la excusa de que vuelva con ustedes, pero sé que está al tanto de todo lo que pasó con Hades y como su propio hermano devolvió los recuerdos sobre mi hermano. Lo siento, pero... no puedo.

—Será mejor que vayamos a otro lugar. —sin previo aviso aparecimos en el gran jardín del Olimpo que estaba cerca de los templos de Apolo y Artemisa. —Sé que te hice pasar por muchas cosas Atenea, pero para mí también fue difícil ver como traicionaste mi confianza.

—¿Y cree que para mí no lo fue? —ambos detenemos nuestra caminata junto a un estanque. —Me mintió por mucho tiempo y los demás dioses seguramente sabían todo y tenían que guardarse el secreto de mi hermano. Me arruinó todos los recuerdos que tenía con él... Ahora que lo pienso, tal vez me envió a la Tierra para olvidar todo.

𝔈𝔩 𝔫𝔲𝔢𝔳𝔬 𝔬𝔯𝔡𝔢𝔫 𝔡𝔢 𝔄𝔱𝔢𝔫𝔢𝔞 ▬ 𝔖𝔞𝔦𝔫𝔱 𝔖𝔢𝔦𝔶𝔞 #𝟸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora