Creía que sería fácil llevar a cabo mis funciones como protectora de la Tierra. Pero los enemigos de Atenea reviven una vez más para llevar a cabo sus malvados planes y someter a la humanidad a un mundo lleno de de dolor y oscuridad.
Empiezan las ba...
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Entro al hospital y me dirijo a la habitación donde estaban los chicos —logré conseguir una habitación grande para que puedan estar los cinco en una sola habitación—. Cuando entro, me llevo una gran sorpresa al ver a todos los chicos fuera de sus camas haciendo ejercicio como si nada hubiera pasado, ellos no se percatan de mi presencia ya que continúan en su actividad.
Me cruzo de brazos y me apoyo en el marco de la puerta. —Pensé que estaban descansando como prometieron cuando los dejé aquí a la fuerza. —digo tomándolos pro desprevenidos. Todos me miran y dejan de hacer sus actividades y rápidamente entran a la cama, pero Seiya tropieza y se cae.
—¡Auch! —se toca el brazo vendado. —Por qué a mí...
—Por desobediente. —respondo. —Aunque lo que le acaba de pasar a Seiya debió ser igual para todos ustedes para que aprendan a obedecer y entiendan que para su total recuperación es importante descansar.
—Estuvimos aquí más de una semana, ¿cierto muchachos? —Seiya mira a todos y ellos asienten. Cómplices. —¿Lo ves? No es necesario que te sigas preocupando por nosotros.
—Gracias a ti logramos sobrevivir. —dice Shiryu.
—Estoy aburrido de estar rodeado de paredes blancas mucho tiempo. —dice Hyoga. —Lo siento.
—Apoyo lo que dices. —admito. —Me trae malos recuerdos a veces.
—Yo quise irme antes, pero lamentablemente no podía porque resulta que ALGUIEN nos mantenía vigilados todos los días. —dice Ikki cruzándose de brazos.
—Por favor, no exageres. —ruedo los ojos. —Hasta hace unos días no decías nada de eso. Solo pedí que no los dejaran salir de su habitación porque no habría tomado esta medida de no ser por cierta persona que ya se escapó del hospital una vez. —digo mirando a Seiya. —No le importó lo mal que estaba e hizo que lo persiguiéramos por buen rato.
—¿Eso quiere decir que hemos estado así por culpa de Seiya? —pregunta Shun.
—No solo es por eso, también es porque los conozco chicos y sé de lo que son capaces. Tuve la sospecha de que no soportarían estar aquí encerrados por unos días, así que tomé las medidas necesarias que contribuyeran a su recuperación, pero por lo que veo, ya están mejor que es lo más importante. —digo y suspiro. —En unos minutos podemos irnos, mientras arreglo unas cosas aquí, pueden prepararse para irse de "esta prisión"
—Ya era hora. —oigo murmurar a alguien y me detengo.
—¿Cómo dijiste Seiya? —me giro molesta.
—Tu cosmos... está ardiendo... Olvida lo que dije...
Salgo de la habitación antes de que dijera algo más y me dirijo a la oficina del médico que estuvo a cargar de curar las heridas y estar al pendiente de la recuperación de los chicos. Lo bueno es que el médico a cargo conoce todo sobre los caballeros ya que participó en la creación de los caballeros de acero. Dudo que le pareciera raro que los chicos sobrevivieran a las heridas que tenían.
