PARTE 24

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El tiempo fue transcurriendo, dejé de ser aquella chica sonriente y con ganas de vivir, me sentía utilizada, pisoteada, muchas veces quise parar pero no pude, tenía miedo volver a estar sola, sentía que no podría soportar tanto dolor, por que yo si lo quería, lo adoraba, deseaba un futuro con él, planeaba muchas cosas.

Pero él jamás me priorizo en su vida, siempre fue una opción.
Empecé a caer una vez más en la depresión, cada noche era peor, no sabía que hacer, quería que todo aquello cambiara.

De repente Santi empezó a comportarse peor, ya no me acariciaba, ya no me comentaba nada de su vida, cuando llegaba a visitarme solo lo hacía con ese fin de tener sexo.
Una vez terminaba se iba sin decir nada.

Muchos decían que admiraban mi relación con él ya que llevábamos vario tiempo juntos, algunos que sabían de todas aquellas amenazas, decían admirarnos por que a pesar de todo seguíamos juntos.
Sin embargo no sabían todo el daño que me causaba día a día.

Las vacaciones de abril se acercaban, dos días antes de salir de vacaciones, Santi me pidió que nos fuéramos juntos el último día de clases, que pasaría por mí al lugar donde me quedaba, le dije que estaba bien.

Durante esos días estuve pensando en cómo me sentía, de todo el daño que estaba permitiendo que él me causara, así que tome una decisión y esa fue la de parar con todo, aquella relación se había vuelto más que tóxica, era dañina y él único que salía beneficiado era él, por que sí, él nunca supo satisfacerme ,nunca supo ser un hombre de verdad.

El día se llego, tuve clases por la mañana, a mediodía regresé al lugar donde me quedaba para arreglar las cosas que me llevaría.
Santi llegó quince minutos después.

Si les soy honesta no sabía como parar con aquello, tenía miedo, pánico, no sabía si esa era la solución.
Ya había hablado muchas veces con él, le había dicho lo que sentía, pero a él eso no le importaba.

Cuando llego me saludo, empezó a besarme y me dijo que quería estar conmigo, le dije que no quería, que quería arreglar las cosas y volver temprano a mi casa.
Y como siempre dijo:No es la primera vez que lo hacemos, después te ayudo arreglar todo.

Y me tumbo en la cama, mientras él hacía lo que quería yo le pedía que parara, que no quería, que necesitaba hablar con él.

Dijo: Ya terminaré, déjate llevar.
Y fue en ese instante donde supe que realmente estaba siendo violada por el chico que creía que me quería de verdad.

No saben lo horrible que es gritarle a alguien que pare y esté no haga caso, que se sienta con él derecho de hacerlo solo por ser tu novio.

Nunca escucho a mis súplicas, para él todo aquello era una diversión, lo único que le importaba era su propia satisfacción.

Fue allí donde todo cambió dentro de mí.....

La vida de Caroline.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora