PARTE 25

53 12 9
                                        

Y después de quedar satisfecho, por primera vez se quedó acostado conmigo en la cama, entrelazó sus dedos con los mío y me susurró Estuvo bien. (Estuvo bien maldita sea, acababa de abusar de mí y su comentario fue ESTUVO BIEN).
Empezó acariciarme mi antebrazo, en ese momento empecé a dudar en decirle todo aquello que llevaba hace un rato guardándolo.

Un momento después me arme de valor y le dije: Tengo que hablar contigo.

Y él sonriendo me contestó Dime.

Le dije que estaba cansada, cansada de ser utilizada por él, cansada que me obligara a tener relaciones, cansada de sus maltratos, cansada con todo, que quería que todo parara, que ya bastaba de tanto daño, que era mejor que todo llegara hasta allí.

Recuerdo su rostro de burla gritándome: ESTÁS LOCA, ACABAMOS DE FOLLAR Y ¿QUIERES TERMINAR CONMIGO? ¿CREES QUE ALGUIEN MÁS ANDARÍA CONTIGO? ¿QUÉ ALGUIEN MÁS AGUANTARÍA ESTAR CONTIGO, ESCUCHAR TUS PROBLEMAS? ¿NO TE HAS DADO CUENTA SOY EL ÚNICO QUE TE QUIERE, QUE TE BUSCA, NO LE IMPORTAS A NADIE, NI A TÚ FAMILIA, AÚN ASÍ QUIERES TERMINAR?

Lloré, lloré como no imaginan, sus palabras eran como cuchillos atravesando mi ser, no sabía que contestar, estaba en aquella cama completamente desnuda, humillada, escuchando decir al chico que creía que realmente me quería que era una carga para él, que estaba conmigo por lastima, que debía agradecerle que me buscara aunque fuera solo para tener sexo.

Le dije: NO IMPORTA LO QUE DIGAS YA TOME MI DECISIÓN, DA LO MISMO SI ESTOY CONTIGO O NO.
Se enojo, se enojo como no imaginan, se quedó en silencio por un momento, después sentí una bofetada en mi rostro, su voz fuerte diciéndome que le daba lastima, que por eso había estado conmigo, que no valía nada, que nadie más iba a querer estar conmigo nunca ya que no valía nada, que si eso quería, pues que así fuera, pero después que no fuera a rogarle.

Tomó sus cosas y se dispuso a marcharse.

En ese instante empecé a sentir como mi ser se desplomaba, sentía que realmente no valía nada, que me iba a quedar sola, que nadie iba a quererme, empecé a llorar como nunca antes lo había hecho.

Luego escuché sus gritos diciéndome que fuera abrirle por que no soportaba seguir en un lugar donde estuviera yo.
Me cambie y fui abrirle la puerta, su mirada llena de odio y enojo clavada en mi me hacían sentir intimidada.
Le abrí para que se marchara, verlo ir me destrozaba, quería correr tras él decirle que no se fuera, que no me dejara sola, pero me abstuve, sabía dentro de mí que era la mejor decisión aunque eso significara que le doliera hasta el alma.

Una vez que se fue, entre, cerré la puerta y me desmoroné, me tumbe en el piso y comencé a llorar, sentía ese dolor inmenso en mi ser, solo deseaba morir ya nada tenía sentido para mí.

Ese día intenté acabar con mi vida....

La vida de Caroline.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora