La vida de Caroline.

PARTE 33

Los días iban transcurriendo y así en un abrir y cerrar de ojos ya tenía un mes de embarazo, los cambios los notaba rápidamente, antojos raros, mi cuerpo estaba cambiando, mis blusas pasaron hacer flojas total, mis pantalones igual, quizás estaba muy temprano para que mi estómago creciera, pero de tanto comer ya había subido un par de kilos demás, el acné estaba haciéndose también presente.

Cada noche le contaba un cuento, hablaba con ese ser que día a día iba creciendo dentro de mí, me sentía feliz saber que era parte de mí.
Y justo cuando creí que todo iba bien, un día por la mañana mientras preparaba mi desayuno recibí un mensaje de Santi que decía: Necesitamos hablar urgentemente.
No sabía que pasaba, pero no me importaba, le ignoré y desayuné tranquila, arreglé mis cosas, cepille mis dientes y me fui a la universidad.

Cuando tome el bus me di cuenta que Santi iba allí también, traté de ignorarle, pero fue imposible, al bajarme sentí como alguien tomó mi brazo fuertemente, volteé y me di cuenta que era Santi, le dije que me soltara, a lo que respondió: Te espero a la salida y no acepto un no.
Parecía enojado, no sabía que pasaba ni que era eso de lo que quería hablar conmigo.

La mañana pasó rápido, al salir de clases al mediodía, salí y me dispuse a agarrar el bus, cuando vi a mi lado derecho a Santi, le dije que me dejara en paz, él respondió: Necesito hablar contigo, te escribiré más tarde para que nos pongamos de acuerdo.

Tome el bus y me fui sin decir nada.

Llegué a mi casa, me fui directo a mi cuarto, me sentía mareada, andaba náuseas, me sentía débil, así que decidí descansar lo que restaba de la tarde.

Por la noche estaba leyendo, tenía una evaluación el siguiente día, en eso mi celular empezó a sonar, era un mensaje de Santi que decía: ¿Qué harás mañana tipo 10:00am?.

Respondí: Iré saliendo de evaluación.

Respondió: ¿Tienes clases después?.

Contesté: Aún no estoy segura, pero es probable que no.

Respondió: Te veo a las 10:30 en tú casa.
No respondí, me quede pensando en todo.

Aún seguía extrañándole, pero no estaba segura en si realmente quería verme con él.
La noche pasó, en la mañana me levanté, me bañe, aliste todo y me fui a la Universidad.
Cuando la evaluación termino, me dispuse irme a casa.

Así que pase comprando algo para desayunar, no quería llegar a cocinar, me sentía aún con malestares.
Pero las náuseas no me dejaron desayunar por completo, así que decidí dormir un rato, cuando sentí que mi celular estaba sonando, era una llamada entrante de Santi cuando contesté dijo: Estoy afuera sal abrirme.
Sentí mucho nerviosismo, no sabía si ir o no, pero al final decidí que quizás era hora de hablar con él, necesitaba su apoyo, me sentía muy sola.

Dentro de mí creía que si le contaba que estaba esperando un hijo suyo a lo mejor el cambiaba y al final podíamos formar una familia.

Pero una vez más estaba equivocada y cometiendo otro error...