PARTE 59

23 8 0
                                    

Al momento de bajarme, pude observar cómo unos sujetos me iban siguiendo pero; también vi a un joven como de unos 23 años más o menos, él iba a mi lado teóricamente.

Lo primero que hice fue dirigirme hacia donde estaba mi padre, me subí y le dije que nos fuéramos rápidamente; no observé a ningún lado tal como me lo había pedido aquel joven (por que sí, ahora ya sabía que estaba joven y más aún conocía su rostro).

Cuando llegue a mi casa, me sentí tan segura y felizmente saludé a mis padres (ya que por todo aquello no había saludado a mi padre), me estaban esperando entusiasmados para ir a cenar tacos.
-Mi pequeña te estábamos esperando para ir a cenar tú platillo favorito, te veo un poco pálida; ¿Estás bien?.-dijo mi madre, cuestionándome y abrazándome de la misma forma dándome un beso en mi frente.

-Estoy cansada es todo.- respondí, mientras le devolvía el abrazo.

-Ve y cámbiate, nos vamos en diez minutos.- dijo mi padre, abrazándome de igual forma.

-Los he extrañado tanto, ahora vuelvo.- dije, mientras me soltaba de sus brazos y me dirigía a mi cuarto a dejar mis cosas.

Al llegar al cuarto arreglé mis cosas y me dispuse a cambiarme, cuando lo estaba haciendo mi celular empezó a sonar; no le preste atención, así que seguí arreglándome una vez finalizando salí para avisarles a mis padres que ya estaba lista para que nos fuéramos a cenar.

Mientras íbamos de camino, mi celular empezó nuevamente a sonar; revisé y vi que era una llamada entrante de Santi. Mis padres mi observaron y luego preguntaron:
-¿Quién te llama?- En una sola voz.

-Nadie importante, creo que se equivocaron de número- Respondí, un poco temerosa.

-Será que ya tienes pretendientes en la nueva universidad-. Dijo, mi padre en voz sonriente.

-Nada de eso-. Respondí, mientras veía pasar los árboles por mi ventana.

-Tienes que enfocarte en tus estudios, nada de distracciones.- Respondió, mi madre mientras me observaba a través del retrovisor.

-Sabes que así es.- Respondí, no tomándole importancia; ya que coincidía con ella. No quería distraerme de mis objetivos.

Las llamadas siguieron, silencie mi celular para que de esa forma mis padres no se dieran cuenta. Un rato después llegamos a la taqueria, había mucha gente; el lugar era hermoso, con vista hacia la naturaleza, un ambiente extraordinariamente bello.
-¿Reservaste lugar?.- Preguntó, mi madre a mi padre.

-Sí, lo hice por la mañana.- Respondió, mi padre mientras se dirigía a recepción.

-Buenas tardes señores, su mesa estará lista en unos minutos.- Dijo, una mesera mientras nos brindaba una sonrisa.

Después de unos minutos nos llamaron a nuestra mesa, luego nos llevaron la carta para que viéramos el menú.
-Vendré en un momento.- Dijo, aquella mesera amablemente.

-Gracias.- Respondí, mientras le brindaba una sonrisa.

Mis padres pidieron tacos al pastor, mientras que yo pedí mixtos y como siempre una limonada que no podía faltar (son mis favoritas). Mientras esperábamos, saque mi celular y empece a revisarlo; tenía muchas llamadas perdías de Santi y mensajes que decían:
-Tenemos que hablar.
-Contesta.
-Solo una última charla.

Al leerlos empecé a sentir como un escalofrío recorría mi cuerpo, eran tantos mensajes y llamadas perdidas que empezaba a sentir miedo. Después de lo que había pasado en la tarde, ya no sabía que esperar de él; así que decidí hablar con mis padres, era mi única solución.
-Necesito hablar con ustedes de algo muy importante.- Dije, de repente con voz quebradiza.

-¿Qué sucede?.- Preguntó , mi padre mientras observaba a mi madre.

-¿Está todo bien?.- Cuestionó también mi madre.

-Sí, bueno; no se.- Respondí, mientras sentía un nudo en mí garganta.

Nunca había confiado en ellos, estaba en ese proceso pero; no sabía cómo iban a reaccionar. Tenía mucho miedo que me regañaran y más aún que me juzgaran. Me arme de valor y dije:
-Tengo problemas, Santi no me deja en paz y ya no se que hacer.- Mi voz se quebró por completo y las lágrimas empezaron hacerse presente.

-¿Santi?, se supone que tú no tenías nada que ver con ese chico; ¿nos has estado mintiendo?.- Respondió, mi madre con voz fuerte.

-Escuchémosla.- Dijo, mi padre mientras trataba de calmarla.

-Perdón, perdón, se que fui una estúpida pero...- Dije, cuando mi madre me interrumpió.

-¿Perdón?, nos estás diciendo que tienes algo con ese hombre que bien sabes que no lo aceptamos y tú lo único que dices es <<perdón>>. Has traicionado nuestra confianza.- Respondió, mi madre con voz fuerte y muy enojada.

-¿Su confianza?, perdón pero nunca la he tenido o al menos nunca la he sentido, ¿Cuándo estuviste para mí? No sabes por todo lo que he tenido que pasar sola y tú lo único que te importa es en <<si anduve o no con él>>.- Respondí, entre lágrimas.

-Ya, cálmense las dos.- Dijo, mi padre.

-No es buen lugar para discutir este tema, venimos hasta aquí para pasarla bien; para tener un tiempo en familia y no debemos arruinarlo.- Añadió, mientras me observaba con mirada penetrante.

-Necesito ir al baño.- Dije, mientras me paraba y dirigía a recepción para preguntar la ubicación de estos.

Al llegar al baño empecé a llorar, sentía un dolor tan inmenso en mi pecho; eran como puñaladas. Mi madre aún seguía sin entenderme, era imposible confiar en ella; al parecer estaba nuevamente sola.

Me lave el rostro, acomode mi cabello y salí fingiendo que todo estaba bien. Cuando llegue a la mesa, la orden de tacos ya había llegado; mis padres estaban disgustando de ellos.
-Aquí están los tuyos, disfrútalos.- Dijo, mi padre acercándome un plato con mis tacos mixtos.

-Ya no tengo hambre, los pediré para llevar.- Respondí, con voz baja.

Con todo lo que había pasado lo único que deseaba era llegar a casa e irme a mi cuarto y llorar, necesitaba sacarme todo aquel dolor que sentía dentro de mí.
Aún era imposible creer que mi madre lo único que me importaba era si había o no tenido una relación con Santi, ni siquiera se tomó el tiempo de preguntarme lo que realmente estaba pasando.

Al parecer siempre iba hacer un cero a la izquierda en sus vidas....

La vida de Caroline.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora