No quería seguir reprochándoles a mis padres lo mismo, sabía que no habían estado conmigo en mis peores momentos pero; guardarles rencor no cambiaría las cosas. Necesitaba de ellos en estos momentos y eso era lo único que importaba, obtener su ayuda, apoyo, sobre todo comprensión.
-Te apoyaremos en todo lo que desees, también vamos ayudarte; no estás sola pequeña. De ahora en adelante nunca más lo estarás.- respondió, mi madre entre lágrimas.
-Te escucharemos, confiaremos más en ti, aprenderemos a estar no solo en los buenos si no también en los momentos malos.- dijo mi padre tomándome de mi mano y abrazando a mi madre.
-Quiero ayuda psicológica, también necesito contarles algo, se que se sentirán decepcionados pero; les pido que confíen en mí.- respondí, mientras me limpiaba mis lágrimas.
-La tendrás, estaremos para ti y te escucharemos cuando tú sientas que es el momento, por ahora descansa.- Respondió, mi madre mientras se volteaba en busca de su celular.
Me sentía mejor, ver cómo mis padres estaban empezando a comprenderme, sobre todo a escucharme me hacía sentir muy bien.
Quizás lo que había sucedido tenía un propósito, para empezar hacerme entender que la muerte no era una salida fácil ni la única solución, ver que mi hijo estaba orgulloso de mí a pesar de todo, sabía que desde el cielo me cuidaba y quería que yo cumpliera aquella promesa que le hice. Por otra parte, les hizo ver a mis padres que realmente me habían dejado siempre sola, que necesitaba ayuda; su ayuda. Bien dicen que cuando estás a punto de morir te das cuenta de las cosas buenas y malas que estás realizando.Me quede dormida por un par de horas, cuando desperté escuché como el doctor estaba conversando con mis padres:
-Ella realmente necesita ayuda, esta muy depresiva y lo peor de todo es que está en la etapa suicida, donde para ellos esa es la única salida al verse solos y sin apoyo alguno.-No sabe lo mal que nos sentimos, ella siempre nos reprochaba eso pero; nosotros creímos que eran berrinches que con darle todo lo necesario bastaba.- respondió, mi padre.
-Ver a mi chiquita en una poza de sangre a punto de morir, saber que siempre me ha reclamado por no saberla escuchar y entender, créame Doctor me partió el alma. Si hubiera muerto nunca me lo habría perdonado.- respondió, mi madre mientras abrazaba a mi padre.
-Denle gracias al cielo que eso no pasó, la verdad tuvo mucha suerte ya que las heridas que se hizo fueron profundas. Pero estoy segura que se arrepintió y eso ayudó para que tomara las fuerzas necesarias para luchar por su vida.- respondió, el doctor mientras se daba la vuelta para poder examinarme.
En ese momento cerré mis ojos para hacerme la dormida, no quería que supieran que había estado escuchándoles. Aunque me llenaba de felicidad ver como mis padres deseaban ayudarme.
-Al parecer todo sigue súper bien, si al atardecer sigue mejor, creo que podré darle el alta. Siempre y cuando continúe en reposo, tranquila, sobre todo empiece con terapias que le ayuden a salir de su depresión.- dijo el doctor, mientras se dirigía hacia la salida.
-Muchas gracias Doctor.- respondió, mi madre mientras se acercaba a mi camilla.
-Cómo no pude darme cuenta de lo sola que te sentías, de todas esas noches de sufrimiento con el cual cargabas mi pequeña. Que ciega he estado todo este tiempo.- escuché decir a mi madre mientras acariciaba mi rostro.
-Nos hemos equivocado mucho, pero estamos a tiempo de reindicarlo.- respondió, mi padre mientras le daba un abrazo.
-No será fácil poder sacarla de esa depresión, más por que la tendremos lejos; no podemos imponernos a que continúe con sus estudios. Sería limitarla a sus sueños, no se como haremos para ayudarla.- respondió, mi madre mientras lloraba.
-Tranquila cariño, un paso a la vez; hablaremos con ella cuando ya se sienta mejor, también hablaremos con su psicólogo y veremos que consejos nos da. Por ahora necesitamos estar juntos que ella vea que realmente queremos ayudarla y que estamos arrepentidos por dejarla sola todo este tiempo.- respondió, mi padre mientras acariciaba a mi madre.
Escucharlos hablar de esta manera hacía sentir mi pecho estallar de la felicidad, definitivamente pondría de mi parte para poder salir adelante. Ahora más que nunca deseaba vivir, realizar mis sueños, convertirme en una mujer fuerte y sin miedo a nada.
También deseaba dentro de mí poder ayudar de cualquier forma a otras chicas que al igual que yo habían o estaban pasando por momentos difíciles. Chicas que tenían una relación tóxica, dañina, que al igual que yo creían que eso era <<amor>>. No quería que nadie pasara por ese infierno que me hizo vivir Santi.Y ahora que sabía que no estaba sola, era el momento que debía recuperarme y enfrentarlo, demostrarle que ya no le tenía miedo, que él definitivamente ya no tenía poder alguno sobre mi vida.
Después de tanto quizás por fin estaban acomodándose las cosas.
-Despertaste mi pequeña.- dijo mi madre, mientras me daba un beso en mi frente.
-Ya me siento mejor, sólo quiero salir ya de esta lugar.- respondí.
-Ya pronto mi niña, el Doctor nos dijo hace un rato que si continuabas mejor era probable que te diera de alta esta misma tarde.- respondió, mi padre mientras acariciaba mi
-¿Enserio?, gracias al cielo por que ya no soporto este lugar. Además que debo ir a arreglar todo por que ya mañana me iré para la ciudad, tengo clases por la tarde y debo llegar a tiempo.- respondí.
-Sobre eso hablaremos después, por ahora sólo piensa en tú recuperación.- respondió, mi padre mientras observaba a mi madre.
-Sé que los preocupe mucho, pero créanme no volveré atentar contra mi vida.- respondí, al ver las caras de preocupación de mis padres.
-Lo sabemos pequeña y confiamos en ti pero; no pienses en eso por ahora.- respondió mi madre.
Sabía que para ellos sería muy difícil dejarme ir como si nada hubiera pasado, pero debían confiar en mí. No podía quedarme ya que tenía evaluaciones, tenía que continuar con mi vida, lo que había pasado no era un juego lo sabía pero; también estaba segura que nunca más volvería a intentarlo.
Cómo también sabía que debía enfrentar a Santi de una vez por todas....

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La vida de Caroline.
Novela JuvenilCaroline es una chica que se enamoro de Santi, el chico equivocado. Ella tendrá que volver afrontar la depresión, será desilusionada, tratará de acabar con su vida pero; justo en ese momento se entera que esta embarazada, ahora su vida sera diferen...