OO9 | I CAN'T

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Bucky Barnes

Desperté gracias a los rayos del sol que se colaban por el balcón

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Desperté gracias a los rayos del sol que se colaban por el balcón. Aún con los ojos cerrados, tanteo a mi lado, buscando al soldado que robó mi corazón. Al no encontrar indicios del hombre en la cama, abrí mis ojos bruscamente.

Me senté en la cama, con la sábana cubriendo mi pecho desnudo. Mis ojos buscaron al castaño por toda la habitación, pero no encontré señales del mismo, otra vez.

Con mi cuerpo cubierto solo en una sábana, me incorporé de la cama, somnolienta pero con la preocupación a flor de piel.

Desde que escapó de Hydra, Bucky se mantuvo conmigo, apoyándome y cuidando de mi. Pronto nos convertimos en algo más que amigos, compartiendo besos y caricias. Además de la cama.

Barnes al principio era frío y de pocas palabras, pero con el paso de los días su confianza a mi creció, lo que me permitió saber cosas de su pasado. Saber todo lo que había sufrido el pobre castaño, me rompió el corazón.

Por eso mismo siempre lo seguí donde fuera. Era el único amigo que tenia, mi única familia y quería demostrarle que podía confiar en mi, que no estaba solo. Pero nunca lo logré. Y es por eso que me levantaba cada mañana, preocupada por que Bucky no estaba en el departamento, y no sabia si volvería.

La puerta del baño se abrió, revelando a cierto soldado salir. Su pecho desnudo, su cabello mojado, logrando que mi corazón latiera como loco.

-Mel, despertaste- murmuró, en tono neutro. Al notar mi desnudez, me ofreció una de sus camisetas, la tomé con una pequeña sonrisa -debo volver a mi apartamento-

-tan temprano?- pregunté, mirando la hora en el reloj de pared. Bucky hizo una mueca con sus labios.

-debo hacer cosas- evitó mi mirada y caminó a la habitación, supongo a recoger su ropa la cual esparcimos la noche anterior por toda la habitación.

Aún con solo una sábana cubriendo mi cuerpo, lo seguí. Su comportamiento los últimos días era distante y doloroso, ya no me contaba sus planes y solo llegaba a mi apartamiento en busca de sexo. Ya no me sentía como la confidente que alguna vez creí ser.

-y, se puede saber que tipo de cosas?- indagué, sentándome sobre la cama, clavando mi mirada en él. Barnes me dió una mirada rápida y siguió buscando su ropa.

-no- respondió, seco. Tragué saliva fuertemente, una parte de mi me decía que algún día Bucky saldría de mi apartamento y jamás volvería, y mi corazón dolía al ser consciente de que no faltaba mucho para eso.

Suspiré, -Bucky, sabes que puedes contarme lo que sea, siempre te apoyaré. Puedes confiar en mi- me acerqué a él, y lo abracé por la espalda. Sus músculos se tensaron ante mi tacto y dejé un suave beso en su hombro antes de alejarme para cambiarme.

-no, no puedo- murmuró, afligido -no quiero que te lastimen por mi culpa- lo miré con tristeza, Bucky se sentía amenazado todo el tiempo, tal así que no se permitía contar sus cosas, querer o sentirse querido.

-puedo cuidarme sola- dije, ya con su camiseta puesta.

-lo sé pero no me preocupan demasiado los demas, me preocupa que el soldado del invierno vuelva y...- no pudo continuar con su frase porque la voz se le cortó. Me acerqué a él a paso rápido y acaricié su mejilla antes de proporcionar un suave beso a sus labios.

Una lágrima cayó en mi mejilla, pero no era mía. Bucky hacia lo posible por no quebrarse en llanto ahí mismo.

Él la limpió con una sonrisa triste plantada en su rostro. Quise pedirle que se quedara, que jamás vuelva a dejarme, que podía contar conmigo y que si el quería marcharse yo lo haría con él. Pero no lo hice, mi garganta se secó y no hice nada para cambiarlo.

Él tomó su bolso y colocó una gorra en su cabeza. No se giró a darme una sonrisa, ni una mirada, solo se fue, indicandome que el día al que tanto había temido ya había llegado.

Bucky salió hacia el exterior, y supe que no volvería. O al menos no dentro de mucho tiempo.

No pude hacer nada para detenerlo, jamás le dije que lo amaba o todo lo que sentía por él. Sabía que había cometido el error más grande de mi vida y jamás me lo perdonaría. Y por eso esperaba fielmente que al día siguiente Bucky regresara.

Pero no fue así. Jamás regresó, porque al salir por la puerta, su mayor miedo lo atrapó...y me olvidó.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  SEBASTIAN STANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora