O16 | ANOTHER CHANCE II

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Carter Baizen

Rodé los ojos viendo como la decimoctava llamada de Carter se mostraba en la pantalla

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Rodé los ojos viendo como la decimoctava llamada de Carter se mostraba en la pantalla. Solo habían pasado dos semanas desde la última vez que hablamos y, aunque él había dicho darme todo el tiempo del mundo, parecía más impaciente que nunca.

Luego de varios segundos, presioné el botón que que permitía escuchar los mensajes en el buzón de mi teléfono.

-hola Rebeka...hum, sé que prometí darte tu tiempo y creí poder cumplirlo pero...ya no puedo más, cada día me pregunto cuál es tu decisión final respecto a nosotros, y...realmente necesito saber la respuesta urgentemente- una larga pausa se oyó -...cuando escuches esto por favor escríbeme- el mensaje terminó y no senti aquel extraño cosquilleo que siempre sentía al oír su voz.

Mis dedos jugaron un poco con el teclado antes de textear un rápido mensaje.

-te espero en la cafetería en una hora, donde tuvimos nuestra primera cita, no tardes- y con un raro sentimiento, presione enviar formulando en mi mente lo que diría. Debía terminar con tanto suspenso.

__

Jugué impaciente con la taza entre mis manos. Carter se mantenía en silencio, parecía querer buscar las palabras correctas para iniciar la conversación entre nosotros. Pero yo tenia algo en claro y es que solo había ido a aquella cafetería para darle mi veredicto final acerca de nosotros.

-Rebeka- colocó su mano sobre la mía al notar que iba a comenzar a hablar -antes que digas algo quiero que sepas que sea cual sea tu decisión yo jamás te olvidaré-

Suspiré intentando no debilitarme ante su mirada; aquella mirada que siempre me causó mariposas en el estómago y un bello cosquilleo en el estómago.

-deberias- murmuré, alejándome de su tacto -lo nuestro fue muy bello mientras duró, y jamás me arrepentiré de todos los momentos a tu lado- levanté la mirada, encontrándome con sus orbes observándome temerosos -pero lo nuestro terminó en aquel momento que te fuiste, Carter. Yo te amo pero...-

-pero nada, Rebeka. Si me lo permites puedo hacerte feliz y llenarte de amor, porque te amo Rebeka, y jamás cambiará- él tenia sus ojos llenos de lágrimas y luchaba por no levantar demasiado la voz y llamar la atención de los demás allí.

-pero yo jamás podré olvidar como me cambiaste por ella- terminé, con la voz rota. El silencio volvió a gobernarnos por varios segundos, donde cada uno estaba absorto en sus pensamientos.

-tu jamás vas olvidar ese día, verdad?-

-lo harías en mi lugar?- contraataque. La tensión de su cuerpo no se iba, es como si su mente estuviese recreando cada momento juntos, en busca de una ayuda para salvar nuestra relación. Pero es que no la había.

-Rebeka porfavor...piénsalo mejor. No hagas esto- suplicó, tomándome de las mejillas con aquella suavidad que me había hecho caer a sus pies en un principio.

-esta hecho- me separé de él sin mirarlo a los ojos, sabía que si lo hacia podría llegar a arrepentirme. Me incorporé de mi asiento y dejé una buena propina en la mesa -ten buena vida, Carter Baizen...después de todo te lo mereces-

__

Años después...

Colgué el teléfono luego de una larga plática con mi socio y suspiré estirándome mis articulacion, sintiendo un inmenso relax al hacerlo y oyendo el crujido de mis huesos.

Había sido un largo día lleno de trabajo pero al fin había acabado mi jornada laboral diaria. Tomé mi bolso y me encaminé hacia el Hall de mi edificio empresarial; después de tantos años de trabajo porfin era dueña de mi propia cadena de hoteles.

-señorita Argent, ha llegado una invitación para usted- me comunicó mi asistente al verme. Me acerqué al mostrador y recibí un bonito sobre amarillo. Lo abrí y sonreí con ternura al notar de que se trataba.

Era una invitación a la fiesta de cumpleaños número seis de Henry Bass, mi mejor y único sobrino. Contemplé la carta unos minutos más antes de despedirme de mi asistente y caminar hacia las afueras del edificio. Mi presencia en esa fiesta estaba más que asegurada, jamás faltaría al cumpleaños de aquel travieso chiquitín.

Me encargué personalmente de que el embarazo de Blair fuera más que perfecto, cumpliendo sus caprichos y demás; gracias a esto me había nombrado la madrina del pequeño Bass.

Hice un par de llamadas a diferentes jugueterías de la ciudad para asegurar mi regalo como el mejor regalo que Henry vaya a recibir. También llamé a mi modista personal para pedir un nuevo vestido, el cual usaría aquel día específicamente.

__

La caja entre mis manos era pesada y enorme. Rogaba porque la punta de mi tacón no se doble y me cause un momento de humillación. Buscaba a ciegas al pequeño cumpleañero.

-tia Rebeka!- oí la voz del pequeñín. Sonreí mientras sentía sus manos tirando de mi vestido, intentando llamar mi atención.

-justo a quien estaba buscando!- exclamé, dejando cuidadosamente la caja sobre la mesa de los regalos, la cual estaba repleta. Suspiré con cansancio pero luego sonreí enormemente, estrechando a Henry entre mis brazos -feliz cumpleaños, pequeño Bass-

-gracias, tía Rebeka- sonrió emocionado, su emoción creció al ver la caja -wow, que hay ahí dentro?- preguntó sin apartar sus ojos del regalo.

-que es lo que me pediste unos meses atrás, en navidad?-

-mhm- pensó un poco -un perrito?-

-si, solo que tu mamá no me dejó regalarte uno- respondí -por eso te traje esto. Ábrelo- le tendí la caja, notando su ansiedad por quitar el papel de regalo. Segundos después, un robot con forma de perro se dejó ver. Henry llegó corriendo para abrazarme mientras sonreía con felicidad, sin dudas le había gustado el regalo.

-nunca pensé que esa caja tendría un perro robot- me dijo Blair, mientras caminábamos algo alejadas de la fiesta. Lancé una ligera carcajada -aunque no me esperaba menos de ti-

-es una hermosa fiesta, Henry se ve muy feliz- comenté, mirando la copa de champán entre mis manos.

-si...respecto a eso- Blair se colocó frente a mi, con una mirada extraña -Chuck necesitó algo de ayuda para que la fiesta sea tan espectacular- la miré confundida, porqué me decía aquello -ayuda de alguien que conoces...- levanté mi ceja -Carter Baizen esta aquí- soltó. Mis ojos se abrieron grandes, llenos de sorpresa. Tragué saliva intentando apaciguar aquel escalofrío que me recorrió al escuchar su nombre por primera vez después de tanto.

-qué? Blair cuando pensaba decirme?-

-sinceramente solo deseaba que se encuentren en la fiesta para ahorrar explicaciones, pero...-

-pero...?-

-pero luego noté que Carter no vino solo- susurró, mirando a los lados.

-es claro que no, Blair. En estos años Carter habrá continuado con su vida, así como yo. Ya lo superé- intenté convencerme a mí misma con aquellas palabras.

-pues me alegra escuchar eso- suspiró -porque Carter está aquí con su prometida-

__

Esta historia tendrá más partes que subiré con el paso de los días. Perdón por la demora!

Quiero agradecer a -Viverxs por la ayuda para realizar este os, sin dudas no se me hubiese ocurrido esta idea sin ella. Gracias hermosa!

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  SEBASTIAN STANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora