si tan sólo él no existiera, tendría una vida más fácil para sobre llevar.
tal vez su corazón no tendría latidos tan fieros, ni sus noches tan firmes recuerdos sobre él.
tal vez, si no fuera como es, si su sonrisa no le hiciera las mejillas arder y...
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Jack estaba desecho.
¿porque su primer día había sido tan pesado?
Ojala la tierra se lo tragase...
Apenas llegar a casa, lo primero que hizo fue seguir de largo hasta su habitación, sin ganas de nada, moverse era un martirio. Alimento a Sherlly y se dejo caer sobre la cómoda y acolchada cama que le esperaba con los "brazos abiertos", solo para él.
¿cabía decir que cayó con morfeo apenas tocar la almohada?
Para cuando despertó, ya habrían de ser las 5 de la mañana, mentiría si dijera que no tenía sueño aún o si pronunciará él que no le dolía cada uno de sus huesos. Un deleite el no moverse, sin embargo, aun tenía su uniforme.
Maldijo en voz baja y se levanto, sacándose el pobre uniforme hecho mierda para ir a lavarlo, claro Jack, tu lava un uniforme a las 5 de la mañana, no pasa nada.
Apenas hecha su fechoría, tomo asiento y espero pacientemente, pensativo y en silencio.
Se ruborizó al instante.
Su mente engañosa empezó a traerle recuerdos de lo que sería su día anterior, haciéndole retorcerse en vergüenza ante aquellos pequeños fragmentos de memoria que le traían al chico de la biblioteca.
Sus ojos mirándole por completo, su altitud y el delicioso aroma que emanaba...
Tan...
Dios
¿porque la tierra no quería tragárselo?,¿tan mal sabía?
Suspiro con pesadez y tan pronto como la lavadora paro, se dispuso a olvidar.
Borrar todo el día de ayer seria un nuevo comienzo para el día de hoy. Solo tenía que ser...perspicaz.
Apenas el tonto reloj de la sala dio las 6, empezó a alistarse. Diferente a su rutina, ese segundo día Fan no había pasado por él, cosa extraña porque, solía ir por el cada día de escuela desde hace tres años.
Los únicos días que no iba era por que no asistiría, o algo a de pasar...aunque siempre le avisaba antes.
Muy bien...hora de saber donde carajos estaba su mejor amigo.
Tomo su mochila, sus llaves y se olvido de lo más importante.
Su patineta.
Cerro sin medirse en si había cerrado realmente. Corrió unas cuantas cuadras hasta lo que seria la casa de sus amigos, encontrándose con que no se hallaba nadie allí.
Claro, después de tocar unas 30 veces.
Suponía que...ya sabría más tarde.
El camino a la escuela se le hizo ligeramente largo al andar a pie. Demasiado tiempo para...pensar. Al llegar, solo pudo quedarse admirando los enormes portones de la secundaría pensando seriamente en si entrar o no.
