La Botella

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—¡Bien! Hinata, te toca girar la botella. —Sakura ánimo a la chica, señalando el envase vacío.

Hinata la observó temerosa, con el corazón bombeando cómo si hubiera corrido millones de kilómetros. Y es que sabía de sobra, qué tan efusiva era su amiga. Después de todo era noche de chicas, y quién no cumpliera el reto qué le tocará, debía hacer algo muchísimo peor.

Sí, correr en sostén por toda la aldea.

¿Grandioso reto, no?

—¡P-pero S-sakura-San! Es el turno de I-Ino-san. —Hinata le explicó con una sonrisa tímida, acariciando su palma derecha con nerviosismo.

—¿¡Mi turno!? ¡Pequeña diablilla es el tuyo! —Ino se rió dándole un pequeño empujón de hombros.

—¡P-p-pero!

Ten-Ten empujó la botella cerca de la chica, sentándose de golpe: Explotó. —¡Vamooos Hinata! Sólo será un reto, o una pregunta, ¿Qué malo hay con eso?

Hinata la observó un poco, antes de mirar a las demás chicas que la miraban con ansiedad, mientras afirmaban con la cabeza cada quién a su modo.

No le quedó de otra que girar la botella con fuerza. Fuera quién le tocará, esperaba un milagro de dios y qué el reto que le tocará no fuera tan penoso. En todo caso, imploraba que no le tocará con Ino, o si no, su vida terminaría.

Giró, y giró, hasta que comenzó a detenerse. Sakura, Temari, vaya la prefería a ella. De seguro que no le pondría un reto tan difícil y penoso cómo... Ino.. ¡Se detuvo en Ino! Sí, todo estaba decidido no habría una Hinata después.

¡Adiós mundo shinobi!

—¡Ohhhh, pequeña y dulce Hinata! Te ha tocado con la mamá de los polluelos. Y la mamá es la qué decide todo, así que te reto a.. —Ino lo pensó un buen rato hasta qué el rostro se le iluminó. Y todas las chicas la veían emocionadas, fuera lo que ella pensará tendría que ser algo grande, algo grandioso, algo.. —Decirle al estúpido de Naruto que lo amas.

Bien, podría no ser tan genial.

Sakura se tiró al suelo frustrada, junto a las demás. En cambió Hinata estaba más avergonzada que antes de girar la botella. Haría cualquier cosa, menos eso.

¡El destino le había hecho decir eso antes! ¡Pero eso solo fué en el temor de no volver a verle! Ahora todo era diferente, no había un enemigo entre medio, nadie estaba atacando Konoha. No estaba lista, no era el momento, no cuándo podría recordarlo. ¡Naruto, podría recordarlo!

—¡Y-yo, n..!

—¡Vamooos Ino! Se más original, ¡Todo el mundo sabe eso! —Exclamó Sakura arrebatándole la botella. —¡Déjamelo a mí! Tendría que haberte tocado desde un inicio conmigo, está Ino-puerca, no sabe jugar.

—¡¿Cómo que no sé jugar Frentona?! La que no sabe jugar eres tú, pelo de chicle. —Contestó tomando la botella com brusquedad.

—¿Pelo de chicle? ¡Ino cerda..!

Cabellos por aquí, cabellos por allá. Y una mezcla de verde con morado, se esparcía sobre el suelo. En girones, y gritos furiosos, menos mal que no se acordaban de ningún justu, porqué la habitación de la Hyuga quedaría hecha un desastre. Las demás chicas veían todo desde sus lugares, tranquilas mientras bebían un sorbo de té, acompañado de roles de canela.

Especialidad de la Hyuga.

Hinata trató de detenerlas, empujándolas suavemente. Pero ninguna se detenía, al contrario los cabellos de ambas volaban por el aire, y los insultos seguían, cómo corriente de agua.

One Naruhina ❤ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora