Hoy le volví a ver, con su hermoso cabello azabache volando por el viento y el suave aroma a flores vibrando por el aire.
¿Quién era ella? Me he preguntado muchísimas veces, quién era ella entre tanta multitud escolar.
La mejor de su clase quizá, con notas altas y el más adorable carácter que había presenciado en mi vida. Ella era bondad, ella era amor, con cada persona qué tratase. Hinata, se llamaba.
Así había escuchado qué le llamaban, un amigo de ella. Inuzuka Kiba, era él. Un nerd adicto a la veterinaria, que cursaba un par de clases conmigo, literatura y álgebra. Un chico listo, de altura promedio y rostro bien parecido.
Aún recuerdo el primer día que la conocí, ayudando al menos afortunado. O sea a mí. Por supuesto, yo, Uzumaki Naruto.
Admitiendolo sí, soy un chico muy listo. ¡Pero nadie comprendía mi manera de aprender! A nadie le intereso cómo enseñarme para qué lograse aprender, hasta que llegó ella y se apiado de mi sufrimiento. Con una brillante luz blanca a su espalda y hermosas plumas saliendo detrás suyo, bueno quizá no fue tan así. Pero así la aprecié, desde entonces no he dejado de estudiar con ella. Ella es comprensible, amable, estudiosa, cariñosa y muy respetuosa.
Siempre estaba con una bonita sonrisa, y un sonrojo qué le hacía lucir de lo más adorable. Ella era así, bondadosa por naturaleza, pues no he sido el único que ha gozado de su imparable bondad.
Quizá toda la escuela ya ha sido participe de tal carácter suyo, incluyendo a un par de gatitos abandonados en el camper escolar. Sí, el otro día le ví dándole de comer a unos inofensivos mininos. Ese día se veía adorable, bueno, todos los días se ve adorable.
Pero había algo en ella que cada vez llamaba más y más mi atención, será su baja estatura, será su largo cabello oscuro cómo la noche, o quizá sean sus hermosos ojos luna brillando a cada momento. No lo entendía y por más que pensaba, no lograba descifrar mis pensamientos.
Mis emociones.
Me sentía emocionado, avergonzado y con mucha ansiedad cada qué la veía pasear por los pasillos.
Quería lucir bien para ella, quería que notará mi presencia, quería decirle muchas cosas. Pero al minúsculo movimiento de ella por acercarse a mí, quería huír, quería correr y qué la tierra me tragase. Evaporarme cómo el humo, es qué ella era muy adorable, con sus sonrojos y hermosos ojos brillando.
Sentía morir, sentía brillar, sentía muchísimas cosas que jamás había sentido en mi vida.
¿Qué era? ¿Quién era ella, realmente?
Y a cada paso qué yo daba, ella estaba ahí. Cómo si se burlara de mí, y en cada ocasión sucedía algo extra, algo que tal vez ella no debía presenciar y me avergonzaba. Cómo aquella vez qué mis estúpidos amigos se burlaron enfrente suyo de mí, alegando qué ella me gustaba. Quise morir, quise vivir en otro planeta, quería simplemente desaparecer.
¿Y ella que hizó?
¡Solo sonrió! ¡Es tan difícil, todo!
¿Por qué simplemente no puedo saber qué pasa? ¿Quién es ella y por qué no puedo olvidarle?
Cierro los ojos y ella está en mis pupilas, estoy durmiendo y ella aparece en mis sueños. Estoy desayunando y la figurita del cereal parece adquirir su rostro, estoy volviéndome loco y quisiera gritar.
Estoy confundido, desolado y muy estresado. ¿Quién es ella?
Las preguntas corren y corren, en un interminable maratón. Quiero acercarme y decirle de una buena vez "¿Quién eres tú?"
¿Pero ella entendería mi pregunta? ¿Ella comprendería lo que quiero decirle? ¿Cómo lo tomaría?
Quién es ella, me preguntó una y otra vez.
—¿Quién eres tú? —Pregunté inseguro.
—¿Disculpa? —Su voz sonó dentro de mis oídos.
Bueno, aparentemente ya estoy completamente loco. Escuchó su voz hasta en el almuerzo.
—¡Baaah! ¡Estoy completamente loco! —Suspiré.
—Estoy de acuerdo, Naruto-Kun. —Ella se rió y mi vista se dirigió a ella.
Tan hermosa frente a mí, con su suave cabello en cascada perfecta. Y sus enormes ojos luna brillando sólo para mí. Ella estaba ahí sonriendome cómo tan solo ella sabe hacerlo, brillando entre un montón de multitud. Todo dejó de moverse y el ruido de los alumnos charlando entre sí, cesó.
Sólo estábamos ella y yo.
—¿Quién eres tú? —Le volví a preguntar.
Ella sonrió cómo si entendiera la pregunta y con una mano acarició mi brazo qué estaba recargado en la mesa.
—Hinata Hyuga, tú tutora indefinida. Llámame cuándo estés listo para lo demás. —Ella dejó de hablar, levantándose lentamente de la mesa. Con una bela sonrisa en sus labios.
La duda seguía ahí, pero un motivo de la próxima charla también se encontraba en puerta y presentía que nuestra próxima conversación tendría que ser el oro de la respuesta que más quería.
Fin(?.
¡Sigan cuidándose y manteniéndose sanos! Coman bien y descansen cómo debe ser. Los quiero ❤️
¿Les ha gustado? Ha sido una extraña inspiración de una hermosa historia qué me han contado hace poco.
Espero qué les haya gustado 💙
Créditos: Al chico dulce 🌚
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One Naruhina ❤
FanfictionPequeñas historias sobre nuestra pareja favorita ❤ Posiblemente dentro de lo normal o no. El creador de estos personajes es Masashi Kishimoto, solo los utilizo sin fines de lucro y satisfacción propia ❤