Cuándo Me Enamoré De Ti

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Me enamoré el día en el qué vi por primera vez una carta tuya. No lo sabía, mis preocupaciones me hacían evadir mis pensamientos. Todo sucedió tan extraño, tan raro.

La primera vez qué vi tu carta, quise reír. Eras tan lindo que inevitable, me puse a pensar; ¿Por qué alguien como tú hablaba a una chica como yo? Una chica tan normal.

Me enamoré cuándo me dí cuenta la clase de persona qué eras, no me había enamorado antes y se sentía extraño. Quería huir, no quería sentir, atarme a sentir algo por alguien. Era horroroso, terrible, la cosa qué más me asustaba en la vida.

Después de todo, conoces el por qué. Conoces el daño qué ha tenido mi corazón antes de conocerte, conoces el dolor que tuve que superar, del cuál ya no recuerdo. Y a pesar de todos mis miedos;

Había algo qué me impedía alejarme, algo qué me hacía regresar. Algo qué me calmaba, que alejaba mis miedos, y me decía "Vale la pena", inténtalo. Él lo vale, me dije una y otra vez. Hasta qué la situación se volvió graciosa. Yo imaginándome qué pasaría en un futuro, si tu estuvieras en el. No te confundas, no veo gracioso qué ambos estemos juntos, al contrario amaría que eso pasará. Es gracioso porqué jamás me había puesto a pensar en un futuro con nadie más, mis metas claramente eran para mí y de mi, nadie más estaba incluido. Y ahora pienso que quiero incluirte, qué quiero qué estés, porqué no imagino a nadie más. Y me hace sentir confusa, asustada, emocionada y muy extraña.

Toda mi vida, y mis sueños, incluían un final en el qué yo fuera alguien reconocida. Alguien feliz, ayudando a quién estuviera enfrente mío. Porqué así soy, porqué mis valores y mis creencias me exigen ayudar para ser feliz. Inevitablemente en el interior de mi corazón, quería a alguien que estuviera junto a mí para crecer juntos, para apoyarnos mutuamente en las buenas y en las malas, quería eso. Siempre pensé en eso, pero la sombra de una figura estaba ahí, sin rostro. Y hoy en día quiero ponerle un rostro, el tuyo.

Quiero vivir cosas, qué me apenan admitir. Junto a ti; bailar hasta que nuestros huesos se cansen, y nuestro corazón esté alterado de tanto movimiento. Ver una película abrazada a ti, sentir tus manos en mi cabello y escuchar el tamboreo de tú corazón junto a mi rostro, salir a la calle con las manos juntas y quedarnos horas y horas platicando de nuestros intereses.

Las miles de situaciones de las cuales una chica imagina al lado de la persona correcta. Y me asusta, terriblemente, qué mi corazón salga dañado. Qué nuestros corazones salgan heridos, pues ni tu, ni yo, merecemos sentirnos heridos.

Tengo miedo a qué te canses de mí, a qué te des cuenta qué hay chicas mejores que yo, más bonitas incluso, menos confusas, más agradables. Le tengo mucho miedo, a eso. A sentirnos heridos.

Te quiero tanto, que me aterra herirte, te quiero tanto que me asusta avanzar y ver qué más pasa. Pero quiero avanzar, me siento tan feliz contigo, qué la situación se está volviendo extraña. Me siento egoísta, pues me duele imaginarte con alguien más, no quiero dejarte ir. Pero sé que no debo hacerlo, es decir, merecer mucho más si lo ves necesario, porqué tú corazón es mucho más valioso que el oro y mereces totalmente el amor que das. Y si no es conmigo lo comprendería.

Pero antes de eso.

Quiero que comprendas mi corazón, quiero que entiendas lo que siento por ti, porqué cada día descubro más cosas que antes no sabía. Qué me emocionó cuándo me llega una carta tuya, que mi rostro se ilumina de sólo pensar en ti, que la lejanía de las nubes es tan corta de lo que yo siento por ti, y me asusta.

No estoy idealizándote, no estoy amando el recuerdo de algo, no estoy queriéndote sólo por lo que me haces sentir. Estoy queriéndote a ti, lo que fuiste, lo que eres y lo que llegarás a ser.

One Naruhina ❤ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora