No pude ir a la escuela el día siguiente tampoco, era demasiado evidente. ¿Quién sabe lo que provocó las muertes, fue suficiente un pensamiento errante? ¿O tuve que visualizarlo? ¿Y qué hay de los animales que murieron, incluso si yo nunca quise explícitamente que murieran? ¿Qué hay de Rose?
Tenía que reconstruir mi mundo y encontrar mi lugar en él antes de que pudiera estar a salvo alrededor de la población en general. Le dije a mi madre que quería quedarme en casa, que volver a la escuela ayer fue tal vez demasiado para mí y que quería esperar hasta después de mi consulta con la Dra. Miller hoy para intentarlo de nuevo. Teniendo en cuenta mi reciente comportamiento, ella estaba feliz de hacerlo.
Lo logré hasta el almuerzo sin ningún incidente. Pero mientras estaba a mitad de mi camino hacia la cocina para hacerme un sándwich, alguien empezó a tocar la puerta principal.
Me congelé. Nadie, a excepción mía, estaba en casa.
Me acerqué sin hacer ruido al vestíbulo y miré a través de la mirilla. Deje escapar un suspiro de alivio. Yibo se mantuvo firme en el escalón frontal, despeinado y furioso.
–Sube al auto –dijo. –Hay algo que necesitas ver.
–¿Qué? ¿Qué estás...?
–Es sobre el caso de tu padre. Tenemos que llegar a la corte antes de que el juicio termine. Te lo explicaré, pero ven.
Mi mente corría para ponerse al día pero lo seguí sin vacilar, cerrando la puerta tras de mí. Él no hizo mucha ceremonia y yo abrí la puerta del pasajero y entré. Yibo salió de la calzada en cuestión de segundos, luego buscó algo en el asiento de atrás y sacó un periódico. Lanzó el Miami Herald en mi regazo mientras serpenteaba entre los carriles, haciendo caso omiso de los bocinazos irritados que le siguieron.
Leí el encabezado: “Fotos de la escena del crimen se filtraron en el último día del juicio Porter”. Examiné las fotos; unas pocas de la escena del crimen y una de Henry Laster, el cliente de mi padre. Luego leí el artículo, daba una descripción detallada del caso, pero yo estaba pasando algo por alto.
–No entiendo –dije, concentrándome en la mandíbula apretada de Yibo y su mirada furiosa.
–¿Miraste las fotos? ¿Cuidadosamente?
Mis ojos recorrieron las perturbadoras imágenes. Dos de ellas mostraban el cuerpo desmembrado de Johanna Porter yaciendo en la hierba alta, con trozos de carne arrancados de sus pantorrillas, brazos y torso. La tercera era de un paisaje, tomada a la distancia, con las marcas mostrando la posición y el lugar en donde se encontró el cuerpo. El pequeño cobertizo de concreto donde Yibo y yo encontramos a Meg se veía en una sombra de penumbra ocasionada por el flash.
Llevé mi mano a mi boca. –Oh Dios mío.
–Lo vi cuando fui a comprar cigarrillos durante el almuerzo. Traté de llamarte, pero nadie respondía en tu casa, y por supuesto, todavía no tienes un celular. Así que manejé directamente hasta aquí desde la escuela –dijo a la carrera. –Es el mismo cobertizo, Zhan. Exactamente el mismo.
Recordé a Meg, tendida en el piso de concreto en un nido de mantas, sus manos y pies atados por ajustadas cuerdas. Y cómo Yibo y yo llegamos casi demasiado tarde para salvarla.
Para salvarla de acabar exactamente igual que Johanna. Mi estómago se revolvió con náusea.
–¿Qué significa esto? –pregunté, aunque ya lo sabía.
Yibo pasó su mano por su pelo mientras aceleraba, yendo a noventa y cinco.
–No lo sé. La fotografía que ellos tienen de Laster lo muestra llevando un Rolex en su mano derecha. Cuando vi los documentos en el Condado de Collier, en mi mente, quien sea que sacaba los archivo tenía el mismo reloj –concluyó antes de tragar–, pero no estoy seguro.

ESTÁS LEYENDO
DESPERTAR • [YIZHAN | PRIMERA PARTE] (COMPLETA)
FanficXiao Zhan cree que la vida no puede hacerse más extraña que despertar en un hospital sin recordar cómo llegó allí. Y esta seguro de que después de todo lo que ha pasado, no podrá enamorarse. Esta equivocado. La historia de un Xiao Zhan adolescente c...