𝟬𝟬𝟭 ┊ LYNN ANDERSON ଓᝰ✰︎
𝗠arauders 𝗘ra 💀
En el momento en el que Lynn Anderson se entera que es una bruja, sabe que todo cambiará por completo. Nueva vida, amigos y cosas por aprender. Añadiendo que hay un mago tenebroso ace...
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Decir que sus amigas casi mataban a Lynn era poco, a decir verdad, quedaba super corto a la realidad.
Era sábado por la noche, y Lynn tenía que hacer su ronda. Había intentado pedirles la capa a los chicos pero estos se habían negado, diciendo que la ocuparían, cosa que extraño mucho a la rubia. Remus se había ido desde un día antes del castillo. Se había molestado un poco con ella al enterarse que había regresado con Samuel, pero al final lo entendió. También el decir que los merodeadores estaban felices, sería mentir vilmente.
Iba caminando cerca de las mazmorras, cuando escuchó unas pisadas saliendo de la sala común de las serpientes. Lynn rápidamente lo siguió en silencio, también apagó la luz que provenía de su varita para evitar que la vieran.
Vió caminar a un chico, alto, de cabello largo y negro. Snape, pensó rápidamente. Frunció el entrecejo al no entender por qué el tendría que estar a esas horas afuera de su sala; él no era de esa clase de persona, y aunque no era su compañero favorito, tampoco lo despreciaba tanto.
Iba a salir del castillo, cosa que descolocó más a la chica. ¿A dónde iba a estas horas?
Decidió no decir nada y seguirlo, ya que, quería ver hacía dónde se dirigía. La curiosidad mató al gato, se le vino a la mente ese refrán. Rápidamente negó con su cabeza, imaginándose que no tendría por qué temer al lugar hacia donde iba.
Al estar ya fuera, la luz iluminaba bien las afueras del castillo. Era luna llena, y una noche muy hermosa. Se preguntó qué hora sería, pero no tenía manera de averiguarlo.
Tenía la varita en la mano, y aunque aún no la usaba, no dudaba en hacerlo.
Snape cada vez se acercaba más al sauce boxeador, asustando más a la chica. Ese árbol había sido plantado el año que ella entró, y también decían que estaba embrujado, ya que se habían escuchado gritos. Las ramas crujían como azotadas por un fuerte viento y oscilaban de atrás para impedir que se acercara. El sauce intentó golpearlo varias veces, ella quería ayudarlo, pero sabía que si lo hacía ella resultaría muy dañada, y se permitió ser egoísta en ese momento.
