𝟬𝟬𝟭 ┊ LYNN ANDERSON ଓᝰ✰︎
𝗠arauders 𝗘ra 💀
En el momento en el que Lynn Anderson se entera que es una bruja, sabe que todo cambiará por completo. Nueva vida, amigos y cosas por aprender. Añadiendo que hay un mago tenebroso ace...
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Las fiestas no eran el fuerte de Lynn, nunca lo habían sido.
Pero alegraba que no fuera un baile como tal, donde las parejas deben estar siempre bailando y si no lo haces pareces aguafiestas. Supongo, que esto es mejor que nada, pensó. Además sabía que se la pasaría increíble, esperaba que dieran un premio por la pareja mejor vestida y ganar junto con Remus.
Él había quedado en ir a buscarla 10 minutos antes de que fuera la hora de iniciar del baile, ya que la rubia no gustaba de llegar tarde a ese tipo de eventos (a pesar de no ser su favoritos).
Ya habían ido los gemelos de Hufflepuff por sus compañeras de habitación, y sus tres mejores amigas la esperaban dentro en la sala común de las águilas, el momento en que llegará el licántropo por ella. Miró a sus zapatos, y los movía nerviosa. Por un momento, pasó por su mente el pensamiento de que su mejor amigo no iría, debido a lo sucedido rato antes, pero sabía que ni James ni Sirius se lo permitirían. A su lado, en el piso, se encontraba el gato de su compañera de habitación, su cabello ya era blanco y se había puesto la diadema que le había regalado esa mañana Remus.
—Te miras muy bonita —le dijo alguien, levantó la mirada y vio que era el hombre lobo. Le sonrió grande, a pesar de que quiso reírse de lo ridículo que era su disfraz.
—Tú tampoco te ves nada mal —levantó una ceja y el chico se sonrojó.
—No tanto como tú, y además estoy seguro me veo ridículo —admitió riendo nervioso.
—Es diferente, sí, pero estoy segura que nadie habrá pensado en disfraces tan cool como los nuestros —se burló la rubia y el asintió pero dudo.
—Supongo que podrías tener razón —se encogió de hombro.
—¡Por supuesto que tengo razón, Rem! ¡Nos vemos muy bien!
El chico rio y levantó las manos como en son de paz. Ella sonrió y le agarró la mano, haciendo que empezarán a caminar hacía las mazmorras donde era la pequeña fiesta.
—No creí que fueras a utilizar la diadema —observó.
—¿Por qué no lo haría? Es muy linda —sonrió.
Remus asintió y siguieron caminando. El gato de su amiga iba siguiéndola. Los pasillos al inicio no estaban concurridos, pero conforme fueron bajando a las mazmorras, más gente se veía. Todos con disfraces super diferentes y únicos, unos mucho más ridículos que ellos dos, aunque al menos a la rubia eso no le importaba.
—¡No creí que se pudieran ver más ridículos!
Lynn se giró para ver quién había sido el que había dicho eso y se topó con los Slytherins más idiotas. Avery y Mulciber.
