𝖝𝖝𝖝𝖎𝖎𝖎. there is no turning back

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treinta y tres
↯✰ “ya no hay vuelta atrás” ❜ೃ

treinta y tres↯✰ “ya no hay vuelta atrás” ❜ೃ

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Lynn Anderson no sabía a dónde ir.

Era cierto que las personas en estado de enojo actuaban sin pensar, porque le acababa de suceder. También quería creer que eso era lo que le hubiera sucedido a Remus, pero ya no había vuelta atrás y oficialmente se había ido.

Apareció afuera de la casa de su mejor amiga, Dora Lovegood ahora ya casada, y pensaba en lo que le podría decir para que le diera asilo. Era un poco egoísta de su parte ya que ella vivía con Xenopilius, pero nada perdía.

Tocó la puerta, y segundos después apareció Dora. Al verla en el estado en el que iba, se sorprendió y la pasó rápido, checando que nadie la hubiera seguido. La abrazó sin pensarlo dos veces.

—No sabía a dónde ir —le dijo una vez que se hubiera calmado a su mejor amiga—. Perdón por venir a molestar... No tengo donde quedarme, y pensé en qué podrías ayudarme a ir por dinero a mi bóveda de Gringotts.

—¿Y a dónde irás después de esto? —preguntó preocupada la rubia. Lynn se encogió de hombros.

—Pienso irme a Estados Unidos con mi familia —mintió—, pero primero necesito dinero... Deje todas mis cosas allá, no quiero regresar.

—Ay, Lynn —se acercó para abrazarla nuevamente—... Iré por tu dinero, ¿sí?

Era una suerte que siempre cargará con la llave de su bóveda. Se la dió y Dora le habló a Xenopilius para que la cuidará. Tenía miedo de que volviera a huir y ahora sí no saber a dónde iría. El rubio bajó y se sorprendió de verla ahí, aunque no preguntó nada, solo habló con su esposa y al final asintió.

—Vamos, Lynn.

La rubia siguió al chico y ambos se dirigieron a la cocina. Xenopilius comenzó a calentarle algo, a pesar de no tener tanta hambre por lo que acababa de suceder.

Ya no le dijo nada a Dora acerca de quererse quedar ahí, ya que se arrepintió al último momento. No quería arruinarle sus momentos con su ahora esposo.

Xenopilius le dio un plato con comida y Lynn trató de comer, pero de manera lenta. El chico se sentó frente a ella y la miraba preocupado.

—Samuel me contó lo que te sucedió en el Callejón —le dijo con tranquilidad—. No quiero que pienses que te tengo lástima porque sé que eso no te gustaría —Lynn hizo una sonrisa ladina ya que era cierto—, pero... También con la muerte de Kylie, vaya, no sé que decirte.

1.   lynn anderson   ✰︎   marauders eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora