Capítulo 19: La marca de la peonia

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Mientras se acercaban a Torre Koi, los jóvenes discípulos y el líder de Lanling, caminaban con cautela, en la plaza principal no había nadie, ni siquiera los guardias de siempre por lo que sacaron sus espadas.

No es como recuerdo el recibimiento del clan Lanling... joven amante.

Ni siquiera hay guardias... estén preparados, algo me dice que esta noche será larga y decisiva- escuchando el sonido de la bestia de león a sus espaldas- ¡Listos!

Los discípulos de Lanling, Yunmeng, Gusu y de Ouyang que llegaba detrás de ellos con su séquito, estaban peleando con tres bestias de león que habían aparecido en la plaza, estos parecían ser mas fuertes que los que anteriormente enfrentaron, mientras peleaban con ahínco, vieron correr hacia ellos discípulos de ropajes verdes, provenientes de la montaña celestial.

¡No se rindan!- gritaba Jin Ling, que había dado una estocada a una bestia de león.

¡JingYi... ve con Wen Ning y busca a mi tío... estoy seguro que Zidian les mostrará el camino!

¡De acuerdo!- saliendo de la pelea junto con Wen Ning para buscar en las mazmorras.

¡Sizhui... empieza a tocar!- viendo al joven asentir. 









En los bosques, los mayores peleaban con cuatros bestias de león, la discípula Sanren se encargaba de proteger a Xichen, Wangji protegía a Wei Wuxian aunque no lo necesitara y Song Lan protegía a Lixue, por alguna razón cada uno de los presentes se preocupaba por el otro.

¡Son más fuertes!- gritaba Wei Wuxian.

¡Xiao Xingchen... ahora!- gritaba la discípula que de inmediato saca su instrumento musical para darle a su hermano mayor un cuerpo hecho de energía espiritual y pudiera usar su espada.

¿Puedes hacer eso?- decía Wei Wuxian, viendo como el cultivador errante tomaba su espada.

Secretos de montaña. 



Mientras cada maestro peleaba para eliminar a las bestias de león, el segundo jade aprovecha la distracción de uno para atacar por el flanco derecho antes de que una de ellas le arrancara la cabeza a su amado, cercenando un brazo.

¡Asegúrate que ahora sí muera, Lan Zhan!- sacando a Chenqin para empezar a tocar.



El líder Nie, a pesar de que no usaba un sable o un arma, era el mejor el lanzar hechizos taoístas y en usar su abanico como arma mortal, pues este había creado abanicos especiales con hojas afiladas ocultos, que junto con los hechizos que lanzaba era mortal.

¡Veo que ha mejorado, líder Nie!- mencionaba la discípula que estaba espalda con espalda con el líder del Reino inmundo. 

No sé de que hablas- lanzando otro hechizo poderoso.

Claro- hiriendo a una bestia. 

 

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El loto entre las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora