Después de poco más de un año de los eventos del Templo Guanyin, el recluido líder de la secta decide salir, gracias a una ayuda inesperada que lo guiará hacia el dueño de su corazón... aunque tal vez en el camino alguien quiera romperle las piernas...
Tres días después, sentada sobre el muelle de loto, la discípula continuaba con sus oraciones y expulsando poder espiritual para que el líder de Yunmeng despertara y los demás dejaran de preocuparse, viendo a lo lejos una barca que traía consigo a un sólo pasajero; alejándose del muelle y ocultándose entre los árboles, veía como un cadaver feroz se bajaba de la barca y veía de un lado a otro buscando algo.
¿Wen Ning?
Maestra Sanren- haciendo una reverencia.
¿Qué haces aquí?
El maestro Qiren me pidió venir a ayudar en lo que considerara necesario para traer de vuelta al líder Jiang... pero veo que todos están dormidos.
Lo están... bruma de la montaña.
¿El espíritu de mi hermana no vino?- viendo a la joven negar.
Creo que lo hará sólo si llega a verte... vamos acompáñame a ver a los demás.
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¡Shijie!- abrazándola con fuerza- ¡Estoy soñando!
No A-Cheng- acomodando su cabello como sólo ella lo hacía- Esto no es un sueño.
¿Entonces?
No pasa nada... sólo vine por ti- tomando su mano- Papá y mamá nos esperan... vamos.
Tomado de la mano de su querida hermana, no dejaba de caminar de un lado a otro entre la espesa bruma, esta lentamente se transformaba en el antiguo muelle de loto, sintiendo de nuevo esa felicidad en su corazón que creía perdida.
¿A dónde vamos?
Ya te lo dije A-Cheng vamos a ver a nuestros padres ¿acaso no quieres?
¿Dónde está Wei Wuxian?- mirando de un lado a otro.
Ya sabes como es A-Xian... debe de estar por ahí... vamos.
Deteniéndose como si algo se le olvidara, intenta mirar hacia atrás para ver el camino, pero es detenido por las manos de shijie en su rostro, por lo que simplemente lo olvida dejándose guiar por su amada hermana. Dirigiéndose al comedor, ve a sus padres sentados como si estuvieran esperándolo.
¡Vaya, hasta que apareces!- decía Madam Yu en un tono de molestia- ¡No los vamos a esperar toda la vida!
Madre... falta A-Xian.
Si no lo encontraste ni modo... no lo vamos a esperar para comer, así que olvídalo YanLi... ahora coman.
Disfrutando de la velada como hace mucho no hacía, escuchar reír a su amada hermana y las riñas constantes de sus padres calentaba su corazón, pero a la vez sentía un dolor en su pecho que no sabía como explicar, pero por más que intentaba recordar que era eso que le provocaba ese dolor no podía recordarlo. Mirando de un lado a otro, veía a sus perros de antaño, antes de que llegara su hermano revoltosos a Yunmeng.
